jueves, 8 de agosto de 2013

La obesidad reduce las posibilidades de poder tener un parto vaginal: MedlinePlus

La obesidad reduce las posibilidades de poder tener un parto vaginal: MedlinePlus

 

La obesidad reduce las posibilidades de poder tener un parto vaginal


Traducido del inglés: martes, 6 de agosto, 2013
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Por Rob Goodier
NUEVA YORK (Reuters Health) - La posibilidad de tener un parto por vía vaginal disminuye en las embarazadas obesas a medida que aumenta el nivel de sobrepeso, indica un nuevo estudio.
Un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más anticipó la cesárea tras una prueba de trabajo de parto. Y por cada 10 puntos de IMC por encima de 40, la posibilidad de tener el parto por vía vaginal disminuía un 40 por ciento.
El IMC es una medición del peso en relación con la estatura. Cuando el indicador supera el nivel de 30, la persona es considerada obesa. Un IMC por encima de 40 indica que se trata de obesidad mórbida o de grado III.
"La clave en estas pacientes con obesidad de grado III es el asesoramiento", dijo el doctor Haywood Brown, del Centro Médico de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte.
El equipo de Brown, cuyos resultados aparecen publicados en American Journal of Obstetrics and Gynecology, recomienda orientar a las mujeres obesas durante el período prenatal para que no engorden más de 9 kilogramos (kg), como indican las guías del Instituto de Medicina. Más que eso eleva el riesgo de tener que realizar una cesárea.
Además, Brown aconseja "evitar la inducción del trabajo de parto cuando el cuello uterino es desfavorable porque esto aumenta aún más la necesidad de la cesárea. Muchas de estas mujeres necesitarán la inducción del trabajo de parto por otras complicaciones gestacionales, como la hipertensión y la diabetes, comunes con la obesidad".
El equipo analizó información de 357 mujeres obesas que tuvieron un parto con más de 34 semanas de gestación; 248 habían optado por una prueba de trabajo de parto y el 35 por ciento tuvo una cesárea por las complicaciones.
Dos tercios de las mujeres tuvieron un parto por vía vaginal. La tasa de éxito disminuía a medida que aumentaba el IMC: el 68,4 por ciento con un IMC de entre 40 y 50; el 65,6 por ciento con un IMC entre 50,1 y 60, y el 36,8 por ciento con un IMC superior a 60. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas.
Además del IMC, la menor edad, la cantidad de hijos y una mayor dilatación al momento de la internación también estuvieron independientemente asociadas con la posibilidad de tener un parto vaginal.
Brown comentó que es seguro probar el trabajo de parto aun en mujeres con un IMC de más de 60, pero agregó que las pacientes "deberían conocer que el riesgo aumenta según el rango de obesidad, como muestra el estudio".
Los autores estiman que un 8 por ciento de las mujeres en edad reproductiva tiene obesidad de clase III.
Aún se desconoce la causa de esta asociación entre el IMC y el parto por cesárea. Algunos coautores están estudiando el papel de la oxitocina y sus receptores durante el parto en modelos animales de obesidad.


FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology, online 26 de julio del 2013
Reuters Health
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