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Institutos Nacionales de la Salud
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Los cambios pronunciados en la presión arterial podrían estar relacionados con el deterioro mental, según un estudio
Controlar las fluctuaciones podría ayudar a mantener la mente en forma, según los expertos
Traducido del inglés: miércoles, 31 de julio, 2013
Independientemente del promedio de la presión arterial, "las grandes variaciones en la presión arterial podrían llevar a la discapacidad mental", afirmó el investigador principal, el Dr. Simon Mooijaart, director del Instituto de Medicina de la Tercera Edad Basada en Evidencias de Leiden, en los Países Bajos.
El estudio, que duró tres años, fue publicado el 30 de julio en la edición en línea de la revista BMJ, y contó con más de 5,000 personas mayores con un promedio de edad de 75 años.
Anteriormente se han relacionado las fluctuaciones en la presión arterial con un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), y las evidencias se acumulan en torno a la idea de que los factores que interrumpen el flujo sanguíneo en el cerebro contribuyen al desarrollo y la progresión de la demencia, indicaron los investigadores.
No obstante, dado que el estudio muestra solo una asociación, y no una relación de causalidad, Mooijaart advirtió de que es demasiado pronto para obtener conclusiones definitivas sobre la inconsistencia de la presión arterial y el deterioro mental.
"Es una asociación interesante, ya que podría ser una relación causal", comentó. Si es causal, entonces controlar esas fluctuaciones con medicamentos para la presión arterial podría reducir el riesgo de demencia, añadió Mooijaart. Pero es necesario que se investigue con mayor profundidad, indicaron los autores del estudio.
"Es muy importante mantener sano el sistema vascular a fin de evitar los efectos perjudiciales sobre el cuerpo", aclaró Mooijaart.
Otro experto en el corazón se mostró de acuerdo.
"Se ha mostrado que las variaciones en las lecturas de la presión arterial están asociadas con un riesgo mayor de ataque cardiaco y de ACV, independientemente del promedio de las lecturas de la presión arterial", comentó el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología en la Universidad de California, en Los Ángeles, y vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Los medicamentos para la presión arterial pueden reducir las fluctuaciones y el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, ACV y, según sugieren algunos estudios, el deterioro de la función mental, añadió.
"Los médicos y los pacientes con hipertensión deberían centrarse más en mantener constantes los niveles de presión arterial con el objetivo de minimizar, tanto como sea posible, las fluctuaciones en la presión sanguínea", afirmó Fonarow.
A fin de medir el efecto de los cambios en la presión arterial sobre las habilidades mentales, el equipo de Mooijaart recogió los datos de más de 5,400 hombres y mujeres, de 70 a 82 años de edad, que participaron en el Estudio a largo plazo de la pravastatina en las personas mayores con riesgo. Este estudio, realizado en centros de Irlanda, Escocia y los Países Bajos, examinó si reducir el nivel de colesterol protegía a las personas del riesgo de enfermedades cardiacas.
Durante los tres años de seguimiento, se midió cada tres meses la presión arterial de los participantes. Los investigadores examinaron las variaciones de las mediciones y realizaron pruebas sobre el funcionamiento mental de los participantes. Realizaron pruebas específicas para evaluar la atención, el tiempo de reacción y la memoria.
El equipo de Mooijaart descubrió que las personas cuya presión arterial variaba en cada visita obtenían peores resultados en todas las pruebas, en comparación con las que tenían una presión arterial estable. Estos resultados se mantuvieron después de que los investigadores tuvieran en cuenta las enfermedades cardiovasculares y el promedio de la presión arterial.
Pero Mooijaart afirmó que no está claro si las variaciones de la presión arterial son una causa o una consecuencia de la discapacidad de la función mental.
Es posible plantear varias explicaciones para esta conexión, señaló. Quizá las variaciones de la presión arterial y la discapacidad mental sean ambas el resultado de los factores de riesgo cardiovasculares. O la variación en la presión arterial podría ser una señal de inestabilidad a largo plazo en el flujo sanguíneo en los órganos vitales. Otra posibilidad es que las fluctuaciones de la presión sanguínea podrían privar al cerebro de sangre, lo que podría llevar a una función mental deficiente, indicó Mooijaart.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
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