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Institutos Nacionales de la Salud
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Una prueba con los rostros de personajes famosos podría detectar la demencia temprana
Los investigadores señalan que la incapacidad de nombrar a iconos como Einstein o Elvis podría ser una señal de afasia progresiva primaria
Traducido del inglés: martes, 13 de agosto, 2013
Esta forma particular de demencia se conoce como afasia progresiva primaria, y tiende a atacar inicialmente a hombres y a mujeres entre los 40 y los 65 años de edad. Se conoce sobre todo por afectar las habilidades de lenguaje, dificultando que los pacientes comprendan o encuentren las palabas adecuadas cuando intentan articular sus pensamientos.
Con esto en mente, los investigadores creen haber creado una prueba de detección sencilla, barata y fácil de administrar que puede descubrir con precisión la presencia de la enfermedad basándose en la incapacidad de un paciente de identificar verbalmente fotografías de rostros bien conocidos.
"Aunque varias pruebas [distintas] evalúan el conocimiento sobre las caras de los famosos, muchas contienen estímulos desconocidos para los individuos más jóvenes que buscan tratamiento neurológico para la demencia temprana", planteó la autora del estudio, Tamar Gefen, candidata doctoral en psicología clínica en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern.
"[Nuestra] prueba incluye imágenes de rostros, como el de Oprah, que son adecuados para una generación más joven", explicó Gefen. "Y [el nuestro es] el primer estudio en observar las dificultades con la identificación facial en un grupo particular de individuos con afasia progresiva primaria, una enfermedad que ataca a una edad temprana y que destruye poco a poco la capacidad de una persona de comunicarse, hablar, comprender y escribir".
Gefen y colegas escribieron sobre sus observaciones en la edición del 13 de agosto de la revista Neurology.
Para evaluar el potencial del reconocimiento de fotografías como herramienta de detección de la demencia, los autores se enfocaron en 30 pacientes, de los cuales el 60 por ciento eran mujeres, que ya habían sido diagnosticados con afasia progresiva primaria, además de 27 pacientes sanos.
En promedio, los participantes del estudio tenían aproximadamente 62 años de edad. Se pidió a todos que observaran una serie de 20 imágenes en blanco y negro, descargadas de internet. Todas representaban a personas conocidas como iconos culturales, entre ellas Lucille Ball, la princesa Diana, Martin Luther King Jr., Elvis Presley y Muhammad Ali. Alrededor de la mitad de las imágenes eran de personas que siguen con vida. Unos dos tercios eran hombres, y alrededor de una cuarta parte eran negros famosos.
Primero, se pidió a los participantes que dijeran el nombre completo de la persona en cada imagen. Se dio crédito parcial por solo mencionar el nombre o el apellido. Si no se podían acordar de ninguna parte del nombre, se pidió a los participantes que en lugar del nombre proveyeran alguna forma de descripción detallada y relevante de la persona famosa en cuestión.
Al mismo tiempo, se realizaron IRM del cerebro de todos los participantes del estudio con la esperanza de mapear las irregularidades cerebrales vinculadas con la afasia progresiva primaria.
El resultado: a las personas sanas les fue mucho mejor en general que a las que sufrían de afasia progresiva primaria.
Mientras que el 93 por ciento de los participantes del grupo sano pudo nombrar las caras famosas, lo mismo solo sucedió en el 46 por ciento de los pacientes de afasia progresiva primaria.
Y aunque el 97 por ciento de los del grupo sano pudieron reconocer o describir los iconos vistos, lo mismo sucedió con solo el 79 por ciento de los del grupo de demencia.
Además, los análisis de los escáneres cerebrales revelaron que los que tenían dificultades para recordar los nombres eran más propensos a haber sufrido una pérdida del tejido cerebral en la región del lóbulo temporal izquierdo, mientras que los que tenían dificultades para reconocer los rostros habían sufrido pérdidas cerebrales en ambos lados de la misma región.
Gefen planteó que "esperamos que esta herramienta se pueda incorporar a la serie de pruebas utilizadas para los pacientes más jóvenes que se quejan específicamente de dificultades para ponerle nombre al rostro de una persona".
Catherine Roe, profesora de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, observó los hallazgos con precaución.
Roe dijo que "para ayudarnos a saber cómo utilizar esta prueba como una herramienta de detección se necesita más investigación para averiguar si la prueba diferencia a todas las personas con demencia de las personas sin demencia, o si solo distingue a las personas con un tipo particular de demencia de inicio temprano de las personas sin demencia".
Cheryl Grady, científica principal del Instituto de Investigación Rotman del Centro Baycrest, en Toronto, se hizo eco de la necesidad de trabajo de seguimiento. Pero de cualquier forma describió el trabajo como "interesante" y alabó "la actualización de esa prueba para los adultos de mediana edad".
"[Pero] diría que se necesitan muchos estudios más que usen esta prueba antes de que sepamos qué tan sensitiva es o si es más sensitiva con la enfermedad temprana que otras pruebas que son bastante sensitivas", comentó Grady.
En la investigación, mientras más resultados positivos verdaderos produce una prueba, más "sensitiva" se considera.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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