Traducido del inglés: martes, 9 de agosto, 2016
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
LUNES, 8 de agosto de 2016 (HealthDay News) -- Los adolescentes prueban los cigarrillos electrónicos por primera vez por razones muy relacionadas con la adolescencia: sienten curiosidad, sus amigos los usan, y hay muchos sabores distintos que saben bien.
Pero lo más probable es que los adolescentes sigan usando los cigarrillos electrónicos por razones muy prácticas, sugiere un estudio reciente.
El bajo precio de los dispositivos y la promesa de que pueden ayudar a los adolescentes a dejar de fumar son los dos predictores fuertes del uso continuado, comentó la investigadora principal, Suchitra Krishnan-Sarin, profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut.
Los adolescentes que inicialmente probaban los cigarrillos electrónicos por su bajo precio habían aumentado significativamente su consumo de cigarrillos electrónicos cuando los investigadores les preguntaron 6 meses después.
Además, los adolescentes que probaron los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar tenían más de 14 veces más probabilidades de seguir usando cigarrillos electrónicos que los que no consideraban esto como una razón para probar los dispositivos, mostraron los hallazgos.
Pero los cigarrillos electrónicos no parecían ayudar a los adolescentes a dejar de fumar. Cuatro de cada cinco que probaron los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar seguían fumando cigarrillos normales seis meses después, encontraron los investigadores.
"Aunque dijeron que usaban los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, no parece que les hayan ayudado necesariamente", dijo Krishnan-Sarin.
Los cigarrillos electrónicos no producen el humo del tabaco, pero sí contienen nicotina. Y los investigadores temen que creen una nueva generación de fumadores, y que los adolescentes enganchados a la nicotina recurran a los cigarrillos para tomar algo más fuerte, dijo Krishnan-Sarin.
"Este es el gran debate de salud pública", comentó. "¿Los niños van a empezar a usar cigarrillos electrónicos y luego pasar a los cigarrillos? ¿Eso va a ser el comienzo de una adicción a la nicotina?".
Para realizar su estudio, Krishnan-Sarin y sus colaboradores encuestaron a 340 usuarios de cigarrillos electrónicos en dos escuelas intermedias y tres escuelas de secundaria en 2013, y les preguntaron por qué probaron por primera vez los cigarrillos electrónicos.
Las razones más citadas para probar por primera vez los cigarrillos electrónicos fueron la curiosidad (el 57 por ciento), los buenos sabores (el 42 por ciento), el hecho de que los amigos los usaran (el 33 por ciento), que son más saludables que los cigarrillos (el 26 por ciento), que se pueden usar en cualquier lugar (el 21 por ciento) y que no huelen mal (el 21 por ciento).
Los investigadores volvieron a visitar a los adolescentes 6 meses después y les preguntaron si seguían usando cigarrillos electrónicos, y, en caso afirmativo, qué razones tenían para seguir vapeando. Los investigadores compararon las razones para seguir usándolos con las razones por las que los probaron por primera vez.
Los niños que mencionaron el precio bajo de los cigarrillos electrónicos o su potencial para dejar de fumar terminaron vapeando más días de promedio que los que adujeron otras razones, dijeron los autores del estudio.
Los adolescentes que mencionaron el bajo precio usaron los cigarrillos electrónicos dos de cada tres días durante el mes anterior, y los que deseaban dejar de fumar terminaron vapeando casi con la misma frecuencia, según los resultados del estudio.
Otras razones también predijeron la continuación del uso de los cigarrillos electrónicos: no huelen mal, tienen buenos sabores, los amigos los usan, se pueden usar en todas partes, se pueden ocultar de los adultos, y son más sanos que el tabaco.
Pero para los adolescentes que siguieron usando los cigarrillos electrónicos, "los predictores más firmes eran el precio bajo y probar los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar", dijo la investigadora principal, Krysten Bold, becaria postdoctoral en psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Krishnan-Sarin afirmó que estos hallazgos revelan diferentes medios por los que los legisladores podrían hacer que los cigarrillos resultaran menos atractivos para los adolescentes.
"Por ejemplo, encontramos que el precio era un problema", dijo. "Aumentar el precio de los cigarrillos electrónicos es algo que reduce el uso de los mismos en este grupo de edad joven". Los estados podrían cobrar impuestos a los dispositivos, lo que aumentaría su precio, sugirió.
Las autoridades federales también podrían prohibir el uso de sabores en los cigarrillos electrónicos, tal y como ya se hizo con los cigarrillos tradicionales, con la excepción del mentol, dijo el Dr. Norman Edelman, asesor científico principal de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association).
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. anunció en mayo unas regulaciones que prohibirían las ventas de cigarrillos electrónicos a los menores de 18 años y requerirían una regulación estricta de los dispositivos. Esas regulaciones entran en vigencia el 8 de agosto.
Las regulaciones también requieren una identificación con fotografía para comprar cigarrillos electrónicos, y prohíben que los minoristas regalen muestras gratuitas o los vendan en máquinas expendedoras para todas las edades.
"A pesar de las recomendaciones de la Asociación Americana del Pulmón y otros, la normal final no prohíbe los sabores tal y como se hizo con los cigarrillos normales", dijo Edelman. "Seguimos creyendo que todas las medidas que se han aplicado a los cigarrillos normales se deberían aplicar a los cigarrillos electrónicos".
El estudio aparece en línea el 8 de agosto en la revista Pediatrics.
En respuesta al estudio, la Asociación Americana del Vapeo (American Vaping Association), un grupo de la industria de cigarrillos electrónicos, dijo que esta nueva investigación "se suma a la cantidad creciente de evidencias de que los fumadores jóvenes y los que desean dejar de fumar son mucho más propensos que los no fumadores a usar productos de vapor, más allá de la mera experimentación. El hecho de que el 20 por ciento de los que reportaron que vapeaban para dejar de fumar lo consiguieron debería verse como algo positivo, ya que los productos de reemplazo de la nicotina farmacéuticos han mostrado en repetidas ocasiones que tienen unas tasas de éxito patéticas".
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Suchitra Krishnan-Sarin, Ph.D., professor, psychiatry, Yale University School of Medicine, New Haven, Conn.; Krysten Bold, Ph.D., postdoctoral fellow in psychiatry, Yale University School of Medicine, New Haven, Conn.; Norman Edelman, M.D., senior scientific advisor, American Lung Association; Aug. 8, 2016, Pediatrics, online; news release, the American Vaping Association
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