MARTES, 23 de agosto de 2016 (HealthDay News) -- Unas imágenes de alta tecnología están revelando una amplia variedad de defectos cerebrales en los niños recién nacidos cuyas madres se infectaron con el virus del Zika.
El virus se ha vinculado más de cerca con un defecto congénito llamado microcefalia: una cabeza anómalamente pequeña y un cerebro poco desarrollado, señalaron los autores del nuevo estudio.
Pero junto con la microcefalia, también pueden ocurrir otras anomalías cerebrales en los fetos expuestos al Zika. Entre ellas se encuentran la pérdida de volumen en la materia gris y blanca, anomalías del tallo cerebral, calcificaciones, y una afección llamada ventriculomegalia, en que los ventrículos (unos espacios en el cerebro llenos de líquido) se agrandan.
Y también pueden surgir otras anomalías, como defectos de los ojos, problemas de la audición y un crecimiento atrofiado, según el informe especial, que aparece en la edición del 23 de agosto de la revista Radiology.
"Desde el punto de vista de las imágenes, las anomalías en el cerebro son muy graves cuando se comparan con otras infecciones congénitas", señaló en un comunicado de prensa la coautora del estudio, la Dra. Deborah Levine, directora de la unidad de ultrasonido obstétrico y ginecológico del Centro Médico Beth Israel Deaconesss y profesora de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
En el estudio, los investigadores examinaron escáneres médicos y resultados de autopsias de 17 fetos y recién nacidos en Brasil con una infección confirmada de Zika, y de 28 fetos y recién nacidos en quienes se sospechaba una infección de Zika.
Brasil es con una gran diferencia el país más afectado por el Zika, con miles de casos de microcefalia reportados hasta ahora.
Los exámenes de imágenes del estudio incluyeron IRM fetal, TC cerebral postnatal, IRM cerebral postnatal y un escáner llamado ultrasonido longitudinal prenatal.
Casi todos los bebés en los grupos de infección de Zika confirmada o sospechada tenían ventriculomegalia, dijeron los investigadores. La mayoría de los fetos también tuvieron al menos un examen de imagen que mostró una cabeza de un tamaño anómalamente pequeño.
Pero podrían ocurrir defectos incluso cuando la cabeza tiene un tamaño normal. Por ejemplo, se observó una ventriculomegalia grave en tres fetos con una cabeza de tamaño normal, reportó el equipo de investigación.
Los investigadores también encontraron que un 94 por ciento de los del grupo de Zika confirmado, y un 79 por ciento de los del grupo de Zika sospechado, tenían anomalías en el cuerpo calloso, un gran conjunto de fibras nerviosas que permiten la comunicación entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro.
Todos los bebés, menos uno, también tenían anomalías de la migración cortical, lo que significa que las neuronas (células cerebrales) no se desplazaban a su destino apropiado dentro del cerebro, mostraron los hallazgos.
Casi todos los bebés tenían calcificaciones intracraneales, la más común en el cruce de materia gris y blanca en el cerebro. Y todos los bebés mostraban una reducción en el tejido del cerebro, junto con un desarrollo cortical anómalo.
La autora principal, la Dra. Fernanda Tovar-Moll, profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil, apuntó que "la gravedad de la malformación cortical y de los cambios asociados en los tejidos, y la ubicación de las calcificaciones en el cruce entre la materia gris y la blanca, fueron los hallazgos más sorprendentes en nuestra investigación".
Muchos de los cráneos de los bebés tenían una apariencia "colapsada", con suturas solapantes y pliegues redundantes en la piel, explicaron los investigadores.
"Las imágenes son esenciales para identificar la presencia y la gravedad de los cambios estructurales inducidos por la infección, sobre todo en el sistema nervioso central", comentó Tovar-Moll.
Según Levine, "el primer trimestre es el periodo en que la infección parece ser más riesgosa en el embarazo".
El ultrasonido durante el embarazo puede revelar las anomalías cerebrales relacionadas con el Zika, pero quizá pase un tiempo hasta que estos problemas se vuelvan obvios, dijo.
"Se podría necesitar más de un ultrasonido o IRM en el embarazo para evaluar el crecimiento y el desarrollo de las anomalías del cerebro", añadió Levine.
El peligro de la infección con el Zika transmitida por los mosquitos se hizo más inminente para las mujeres estadounidenses este mes, cuando dos vecindarios del área de Miami reportaron casos de infección localmente adquirida. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. aconsejan ahora que las mujeres embarazadas eviten viajar a esas áreas de Miami para reducir las probabilidades de contraer el Zika.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTE: Radiology, news release, Aug. 23, 2016
HealthDay
(c) Derechos de autor 2016, HealthDay
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