sábado, 8 de febrero de 2020

Tratamiento de los cánceres poco comunes en la niñez (PDQ®)–Versión para profesionales de salud - Instituto Nacional del Cáncer

Tratamiento de los cánceres poco comunes en la niñez (PDQ®)–Versión para profesionales de salud - Instituto Nacional del Cáncer

Instituto Nacional Del Cáncer

Tratamiento de los cánceres poco comunes en la niñez (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Cánceres de abdomen

Los cánceres infantiles poco comunes de abdomen son los siguientes:
A continuación, se exponen el pronóstico, el diagnóstico, la clasificación y el tratamiento de estos cánceres de abdomen. Se debe enfatizar que estos cánceres se presentan con muy poca frecuencia en pacientes menores de 15 años y que la mayor parte de los datos probatorios se derivan de series de casos. (Para obtener más información sobre tumores renales, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del tumor de Wilms y otros tumores renales infantiles).

Carcinoma de corteza suprarrenal

Incidencia

Los tumores de corteza suprarrenal abarcan un grupo de enfermedades que a menudo presentan una transición continua desde un comportamiento benigno (adenomas) a un comportamiento maligno (carcinomas).
La incidencia de los tumores de corteza suprarrenal en los niños es muy baja (solo 0,2 % de los cánceres infantiles).[1] Los tumores de corteza suprarrenal exhiben una distribución bimodal, con puntos máximos de incidencia durante la primera y cuarta década.[2,3] Los tumores de corteza suprarrenal en los niños por lo general se presentan durante los primeros 5 años de vida (mediana de edad, 3–4 años), aunque hay un segundo punto máximo de incidencia más bajo durante la adolescencia.[4-6]
En niños, se prevé que se presenten 25 casos nuevos por año en los Estados Unidos, con un cálculo de incidencia anual de 0,2 a 0,3 casos por millón de personas.[7] Sin embargo, en el ámbito internacional, la incidencia de los tumores de corteza suprarrenal varía mucho. Es muy elevada en el sur de Brasil, donde es cerca de 10 a 15 veces más alta que la incidencia en los Estados Unidos.[8-11]
En la mayoría de los estudios, se encontró que este tumor predomina en el sexo femenino en una proporción de mujer a hombre de 1,6:1,0.[3,5,6]

Factores de riesgo

Las mutaciones de la línea germinal en TP53 son casi siempre el factor predisponente. La probabilidad de una mutación de la línea germinal en TP53 es mayor en los primeros años de vida y disminuye con la edad. Los factores genéticos que predisponen a este tipo de cáncer se encontraron en más de 50 % de los casos en América del Norte y Europa, y en 95 % de los casos en Brasil.[12]
  • En los casos fuera de Brasil, los familiares de los niños con tumores de corteza suprarrenal con frecuencia, aunque no siempre, presentan una incidencia alta de otros cánceres no adrenales (síndrome de Li-Fraumeni). Las mutaciones de la línea germinal a menudo se presentan en la región que codifica el dominio de unión al ADN en el gen TP53 (exones 5 a 8, principalmente en residuos de aminoácidos muy conservados).[10,12]
  • En los casos de Brasil, las familias de los pacientes no exhiben una incidencia alta de cáncer y se observó en todos los casos una sola mutación distintiva en el codón 337 del exón 10 del gen TP53.[11,13] En un estudio realizado en Brasil, los exámenes de detección neonatal de la mutación TP53 R337H, que es prevalente en la región, permitieron identificar a 461 (0,27 %) portadores entre 171 649 recién nacidos sometidos a estos exámenes.[14] Se ofreció estos exámenes clínicos de detección a los portadores y familiares menores de 15 años. Los tumores de corteza suprarrenal identificados en las personas sometidas a detección fueron más pequeños y con más probabilidad de cura que los tumores de los portadores que no quisieron participar en la detección.
Los pacientes con los síndromes de Beckwith-Wiedemann y de hemihipertrofia tienen predisposición al cáncer y hasta 16 % de sus neoplasias son tumores de corteza suprarrenal.[15] La hipometilación del gen KCNQ1OT1 también se ha relacionado con la formación de tumores de corteza suprarrenal en pacientes sin características fenotípicas del síndrome de Beckwith-Wiedemann.[16] Sin embargo, menos de 1 % de los niños con tumores de corteza suprarrenal tiene estos síndromes.[17]
Ya se han revisado las características genéticas distintivas del carcinoma de corteza suprarrenal infantil.[18]

Características histológicas

A diferencia de los tumores de corteza suprarrenal en los adultos, la diferenciación histológica de los adenomas y carcinomas en los niños es dificultosa. Sin embargo, entre 10 a 20 % de los casos infantiles son adenomas.[2,4] La distinción entre tumores benignos (adenomas) y malignos (carcinomas) a veces es problemática. De hecho, los adenomas y los carcinomas comparten múltiples anomalías genéticas y quizá representen puntos de una continuidad en la transformación celular.[19]
Desde el punto de vista macroscópico, los adenomas en general están bien definidos y son esféricos; nunca invaden las estructuras circundantes. A menudo son pequeños (por lo general <200 cm3); en algunos estudios se incluyó el tamaño como criterio de adenoma. En contraste, los carcinomas tienen características macroscópicas indicadoras de neoplasia maligna; son más grandes y exhiben marcada lobulación con áreas extensas de hemorragia y necrosis. Desde el punto de vista microscópico, los carcinomas se componen de células más grandes con citoplasma eosinofílico, distribuidas en racimos alveolares. Varios autores propusieron criterios histológicos que ayudan a distinguir los dos tipos de neoplasias.[20-22]
Los criterios morfológicos quizá no permitan una distinción fiable de los tumores de corteza suprarrenal benignos y malignos. La tasa mitótica es el determinante más importante de comportamiento maligno que se notifica de modo más uniforme.[23] Si bien la expresión de IGF2 también permite discriminar entre los carcinomas y los adenomas en los adultos, no lo hace en los niños.[24,25] Otras variables histopatológicas también son importantes y los grupos de riesgo se identifican a partir de un puntaje derivado de las características del tumor, como necrosis tumoral, tasa mitótica, presencia de mitosis atípicas, e invasión venosa, capsular o de un órgano adyacente.[11,22,23,26]

Características moleculares

En un estudio de 71 tumores de corteza suprarrenal en niños (37 en una cohorte de descubrimiento y 34 en una cohorte independiente) se proporcionó una descripción del panorama genómico del carcinoma de corteza suprarrenal infantil.[27]
  • Sobreexpresión de IGF2. La alteración genómica más común, presente en casi 90 % de los casos, fue pérdida de heterocigosis del número de copias de 11p15 con retención del alelo paterno que produce la sobreexpresión de IGF2.
  • Mutaciones en TP53. Las mutaciones en TP53 fueron comunes. De los 71 casos, 12 tenían la mutación de la línea germinal con efecto fundador R337H TP53 encontrada en Brasil. Con exclusión de los casos con mutaciones fundadoras de Brasil, las mutaciones de la línea germinal en TP53 se observaron en casi un tercio de los casos, además se encontraron mutaciones somáticas en TP53 en casi 10 % de los casos restantes; de este modo, cerca de 40 % de los casos fuera de Brasil exhibían mutaciones en TP53. Entre los casos con mutaciones en TP53, se encontró pérdida de heterocigosis del cromosoma 17 con selección contra el tipo natural de TP53 en casi todos los casos.
  • Mutaciones en ATRX. Las alteraciones genómicas en ATRX (sobre todo las variantes estructurales) estuvieron presentes en cerca de 20 % de los casos. Todas las alteraciones de ATRX se presentaron junto con alteraciones de TP53. La presencia simultánea de mutaciones en TP53 y ATRX se correlacionó con una enfermedad en estadio avanzado, tamaño grande del tumor, aumento de la longitud del telómero y pronóstico precario.
  • Mutaciones en CTNNB1. Se encontraron mutaciones activadoras en CTNNB1 en cerca de 20 % de los casos; estas fueron mutuamente excluyentes con las alteraciones de la línea germinal en TP53.

Cuadro clínico inicial

Los tumores de corteza suprarrenal infantiles casi siempre son funcionantes y por eso causan alteraciones endocrinas; el diagnóstico por lo general se hace entre 5 y 8 meses después de que surgen los primeros signos y síntomas.[3,4]
  • Virilización. La virilización (vello púbico, crecimiento acelerado, pene agrandado, clitoromegalia, hirsutismo y acné) debida al exceso de secreción de andrógeno se observa sola o en combinación con hipercortisolismo en más de 80 % de los pacientes.[11,28]
  • Hiperestrogenismo. También se puede presentar hiperestrogenismo.[29]
  • Síndrome de Cushing. El síndrome de Cushing aislado es muy infrecuente (5 % de los pacientes) y se presenta con más frecuencia en niños más grandes.[3-5,11,30]
Debido a la hipersecreción hormonal, es posible establecer un perfil endocrino para cada tumor determinado; ello puede facilitar la evaluación de la respuesta al tratamiento y la vigilancia de la recidiva tumoral.[11]
Los tumores no funcionantes son infrecuentes (<10 %) y tienden a presentarse en niños de más edad.[3]

Factores pronósticos

Por lo general, los factores pronósticos adversos del carcinoma de corteza suprarrenal son los siguientes:
  • Tamaño grande del tumor. Los tumores que pesan más que 200 g o con un volumen mayor a 200 cm3 se han relacionado con un desenlace más precario.[31,32] Los pacientes con tumores pequeños, sin importar las características histológicas, tienen un desenlace excelente cuando se tratan con cirugía sola.[6,33,34]
  • Enfermedad metastásica. [6,26,31,32,34]
  • Edad. Más de 4 o 5 años de edad.[3,6,31,32,34]
  • Necrosis tumoral microscópica.[34]
  • Compromiso de ganglio linfático paraaórtico.[34]
  • Resección incompleta o derrame durante la cirugía.[6,31,32]
  • Expresión baja de antígenos HLA de clase II. La expresión baja de antígenos HLA de clase II, HLA-DRA, HLA-DPA1 y HLA-DPB1, se relacionó con edad más avanzada, tumor más grande, presencia de enfermedad metastásica y desenlace clínico más precario.[35] En los pacientes pediátricos, el aumento de la expresión de los genes de las MHC de clase II, en especial de HLA-DPA1, se relaciona con un pronóstico más favorable.[36]
Según parece, el estadio I de la enfermedad se relaciona con un mejor pronóstico.[34]
La probabilidad general de supervivencia a 5 años para los niños con tumores de corteza suprarrenal depende del estadio y oscila entre más de 80 % para los pacientes con enfermedad resecable y menos de 20 % para los pacientes con metástasis.[3-5,26,30-33,37]
Algunos pacientes con carcinoma de corteza suprarrenal no tienen una mutación de la línea germinal en TP53. En una revisión retrospectiva de niños con carcinoma de corteza suprarrenal, se identificaron 60 pacientes sin mutaciones de la línea germinal en TP53.[38] Hubo un predominio femenino marcado (proporción de mujer a hombre de 42:18) en este grupo de pacientes. La tasa de supervivencia sin progresión (SSP) a 3 años fue de 71,4 % y la tasa de supervivencia general (SG) fue de 80,5 %. Los factores pronósticos en este grupo fueron los mismos que los factores identificados en análisis previos en los que no hubo diferenciación según el estado de la mutación de la línea germinal en TP53. Las características pronósticas desfavorables incluyeron una edad mayor, estadio más avanzado de la enfermedad, peso tumoral mayor, presencia de mutaciones somáticas en TP53 y un índice de marcación de Ki-67 más alto. El índice de marcación de Ki-67 y la edad continuaron presentando una relación significativa con la SSP después del ajuste por estadio y peso tumoral.

Tratamiento del carcinoma de corteza suprarrenal infantil

En el momento del diagnóstico, dos tercios de los pacientes pediátricos tienen una enfermedad limitada (tumores que se pueden resecar por completo); el resto de los pacientes tienen una enfermedad irresecable o metastásica.[3]
El tratamiento de los niños con tumores de corteza suprarrenal evolucionó a partir de los datos derivados de los estudios de adultos y se utilizan las mismas directrices. La cirugía es el método más importante de tratamiento; además, se recomiendan los regímenes a base de mitotano y cisplatino, que por lo general incluyen doxorrubicina y etopósido para los pacientes con una enfermedad avanzada.[10,11,39,40]; [5][Grado de comprobación: 3iiiA]
Las opciones de tratamiento de los tumores de corteza suprarrenal infantiles son las siguientes:
  1. Cirugía: se recomienda un abordaje quirúrgico radical para el tumor primario y todos los sitios metastásicos cuando sea factible.[41,42] Debido a la friabilidad del tumor, es frecuente la ruptura de la cápsula con el derrame tumoral resultante (casi 20 % de las resecciones iniciales y 43 % de las resecciones después de recidiva).[3] Cuando se sospeche el diagnóstico de tumor de corteza suprarrenal, se recomienda laparotomía y un procedimiento curativo en lugar de una aspiración con aguja fina para evitar el riesgo de ruptura del tumor.[42,43] La resección laparoscópica se relaciona con un riesgo alto de ruptura y carcinomatosis peritoneal; en consecuencia, la adrenalectomía abierta permanece como el procedimiento estándar de atención.[44]
  2. Regímenes a base de mitotano y cisplatino: En los adultos, el mitotano por lo general se usa como monoterapia en el entorno adyuvante después de una resección completa.[39] Se dispone de poca información sobre el uso de mitotano en niños, aunque las tasas de respuesta son similares a las que se observan en los adultos.[1,39]
    • En un análisis retrospectivo realizado en Italia y Alemania, se identificaron 177 pacientes adultos con carcinoma de corteza suprarrenal completamente resecado. La supervivencia sin recidiva se prolongó de manera significativa con el uso de mitotano adyuvante. El beneficio se presentó con la administración de 1 a 3 g de mitotano por día y se relacionó con menos efectos secundarios tóxicos que las dosis de 3 a 5 g por día.[45] (Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del carcinoma de corteza suprarrenal en adultos).
    • En una revisión de 11 niños con tumores de corteza suprarrenal en estadio avanzado tratados con mitotano y un régimen quimioterapéutico a base de cisplatino, se observaron respuestas medibles en 7 pacientes. La dosis diaria de mitotano necesaria para alcanzar concentraciones terapéuticas fue de alrededor de 4 g/m2; las concentraciones terapéuticas se alcanzaron después de 4 a 6 meses de tratamiento.[39]
    • En el ensayo GPOH-MET 97, las concentraciones de mitotano superiores a 14 mg/l se correlacionaron con una mejor supervivencia.[5,11]
No se ha investigado de manera uniforme el uso de la radioterapia para pacientes pediátricos con tumores de corteza suprarrenal. Por lo general, se considera que los tumores de corteza suprarrenal son resistentes a la radiación. Más aún, debido a que muchos niños con tumores de corteza suprarrenal son portadores de mutaciones de la línea germinal en TP53 que predisponen al cáncer, la radiación quizá aumente la incidencia de tumores secundarios. En un estudio, se notificó que 3 de 5 sobrevivientes a largo plazo de tumores de corteza suprarrenal infantil murieron por un sarcoma secundario que surgió en el campo de radiación.[11,46]
(Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del carcinoma de corteza suprarrenal en adultos).

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para el carcinoma de corteza suprarrenal infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI-COG Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials (en inglés).

Cáncer de estómago (gástrico)

Incidencia

Los tumores primarios de estómago son poco comunes en los niños y el carcinoma de estómago es todavía menos común.[56] En una serie, el cáncer de estómago en pacientes menores de 18 años representó 0,11 % de todos los casos de cáncer de estómago observados durante un período de 18 años.[57] La frecuencia y la tasa de mortalidad por cáncer de estómago ha disminuido en todo el mundo durante los últimos 50 años a partir de la introducción de las prácticas de conservación de alimentos tales como la refrigeración.[58] Se han notificado pocos casos de adolescentes con cáncer de estómago difuso familiar relacionado con mutaciones de la línea germinal en CDH1.[59]

Cuadro clínico inicial y evaluación diagnóstica

Este tumor se debe distinguir de otras afecciones como el linfoma no Hodgkin, el tumor carcinoide maligno, el leiomiosarcoma, y distintas afecciones o tumores benignos de estómago.[56] Los síntomas del carcinoma de estómago son los siguientes:
  • Dolor mal definido en el abdomen superior, que a veces se relaciona con inapetencia y pérdida de peso.
  • Náuseas y vómitos.
  • Cambios en el hábito intestinal.
  • Inapetencia.
  • Debilidad.
  • Infección por Helicobacter pylori.[57,60]
  • Anemia. Muchas personas se tornan anémicas incluso sin presentar otros síntomas antes de la diseminación metastásica.
Se puede utilizar la endoscopia con fibra óptica para visualizar el tumor o tomar una muestra para una biopsia que confirme el diagnóstico. Para obtener esta confirmación también es posible hacer una radiografía del tubo gastrointestinal superior.

Tratamiento y desenlace del cáncer de estómago infantil

Las opciones de tratamiento del cáncer de estómago infantil son las siguientes:
  1. Cirugía.
  2. Radioterapia y quimioterapia.
El tratamiento incluye escisión quirúrgica con márgenes amplios. Para los pacientes que no se pueden someter a una resección quirúrgica completa, es posible utilizar la radioterapia junto con quimioterapéuticos como el fluorouracilo (5-FU) y el irinotecán.[61] Otros fármacos que resultan útiles son las nitrosoureas, con cisplatino o sin este, etopósido, doxorrubicina o mitomicina C.
El pronóstico depende del grado de la enfermedad en el momento del diagnóstico y del éxito del tratamiento apropiado para la situación clínica.[57] Debido a que el cáncer de estómago es tan poco frecuente en la niñez, hay muy poca información acerca del desenlace del tratamiento en los niños.
(Para obtener información sobre el tratamiento del cáncer de estómago en adultos, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del cáncer de estómago en adultos, y para obtener información sobre el tratamiento de los tumores de estroma gastrointestinal (TEGI) infantil consultar el sumario del PDQ Tratamiento de los tumores de estroma gastrointestinal infantiles).

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para el cáncer de estómago infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI–Children's Oncology Group Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials.gov (en inglés).

Cáncer de páncreas

Información general sobre el cáncer de páncreas infantil

Los tumores malignos de páncreas son poco frecuentes en los niños y adolescentes, con una incidencia de 0,46 casos por millón en menores de 30 años.[62-65]
Los tumores primarios de páncreas en la niñez se clasifican en las cuatro categorías siguientes:

Tumor pseudopapilar sólido de páncreas

Incidencia
El tumor pseudopapilar sólido de páncreas, también conocido como tumor de Frantz, es el tumor de páncreas más común en los niños, representa hasta 70 % de los casos en la mayoría de las series institucionales.[64,66] Este tumor tiene un potencial maligno bajo y es más común que afecte a mujeres en edad reproductiva (mediana de edad, 21 años), con una predilección por las personas negras y de Asia oriental.[62,64,67] Si bien no se conoce ningún factor genético u hormonal que explique la fuerte predilección por las mujeres, se indicó que todos los tumores expresan receptores de progesterona.[68]
Características histológicas
Desde el punto de vista histológico, los tumores se caracterizan por una combinación de cambios sólidos, pseudopapilares y quísticos. La fragilidad del suministro vascular conduce a cambios degenerativos secundarios, y áreas quísticas de hemorragia y necrosis. Las células que rodean los tallos fibrovasculares hialinizados forman pseudopapilas.[62] Se describió un patrón de inmunorreactividad paranuclear puntiforme muy específico para el CD99.[69]
Cuadro clínico inicial
El tumor pseudopapilar sólido de páncreas es muy friable, se ha notificado ruptura del tumor y hemoperitoneo.[62,64,67] Los tumores pueden aparecer en todo el páncreas y a menudo son exofíticos. En las imágenes, la masa exhibe componentes quísticos y sólidos típicos, con hemorragia intratumoral y una cápsula fibrosa.[62] En una revisión retrospectiva de la National Cancer Database se identificaron 21 pacientes pediátricos (menores de 18 años) y 348 pacientes adultos con neoplasias pseudopapilares sólidas de páncreas.[70] Cuando se compararon con pacientes adultos, los niños con neoplasias pseudopapilares sólidas de páncreas exhibieron similaridades en la gravedad de la enfermedad durante el cuadro clínico inicial, además recibieron tratamientos semejantes y experimentaron desenlaces posoperatorios equivalentes.
Desenlace
El desenlace de los tumores pseudopapilares sólidos de páncreas es excelente; las tasas de supervivencia a 10 años son superiores a 95 %.[68]
Tratamiento del tumor pseudopapilar sólido de páncreas
Las opciones de tratamiento del tumor pseudopapilar sólido de páncreas son las siguientes:
  1. Cirugía.
  2. Quimioterapia.
El tratamiento del tumor pseudopapilar sólido de páncreas es quirúrgico; sin embargo, es habitual que ocurra derrame preoperatorio y operatorio.[71] Por lo general, es necesario realizar el procedimiento de Whipple (pancreatoduodenectomía), pero a veces el tumor se puede resecar mediante otros procedimientos que conservan el páncreas como la pancreatoyeyunostomía. Por lo general, la cirugía es curativa, aunque se producen recidivas locales en 5 a 15 % de los casos.[67] En una revisión retrospectiva del registro italiano de tumores pediátricos poco comunes se identificaron 43 pacientes pediátricos con diagnóstico de tumor pseudopapilar sólido de páncreas de 2000 a 2018.[72][Grado de comprobación: 3iiA] La mediana de edad en el momento del diagnóstico fue de 13,2 años (intervalo, 7–18 años). Solo un paciente tenía enfermedad metastásica. Después del seguimiento (mediana, 8,4 años; intervalo, 0–17 años), se presentó una recidiva en un paciente con ruptura intraoperatoria; todos los pacientes estaban vivos.
La enfermedad metastásica, por lo general hepática, ocurre hasta en 15 % de los casos.[62,64,67-69] Se notificó que la gemcitabina en monoterapia es eficaz para los casos de enfermedad irresecable o metastásica.[73]

Pancreatoblastoma

Incidencia y factores de riesgo
El pancreatoblastoma representa 10 a 20 % de todos los tumores de páncreas durante la niñez. Es el tumor de páncreas más común en los niños pequeños y, por lo general, se presenta en los primeros 10 años de vida; la mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 5 años.[62,74]
Los pacientes con síndrome de Beckwith-Wiedemann tienen mayor riesgo de presentar un pancreatoblastoma; este síndrome se identifica en hasta 60 % de los casos de pancreatoblastoma que surgen durante la lactancia temprana y en 5 % de los niños que presentan este cáncer más tarde en la vida.[75] El pancreatoblastoma también se ha relacionado con síndromes de poliposis adenomatosa familiar.[76]
Características histológicas y moleculares
Se piensa que este tumor surge cuando persiste el análogo fetal de las células acinares del páncreas. El análisis patológico muestra una neoplasia epitelial con una distribución de formaciones acinares, trabeculares o sólidas separadas por bandas estromales densas.[62] En algunos casos se describieron mutaciones en los genes CTNNB1 e IGF2 que indicarían que el pancreatoblastoma se produce por alteraciones en el proceso de diferenciación normal del páncreas.[77,78]
Cuadro clínico inicial
La ictericia es infrecuente, aunque casi la mitad de los casos surgen en la cabeza del páncreas. Cerca de 80 % de los tumores secretan alfafetoproteína, que sirve para medir la respuesta al tratamiento y vigilar la recidiva.[74] En algunos casos, el tumor secreta hormona adrenocorticotrópica (ACTH) u hormona antidiurética, y es posible que los pacientes manifiesten el síndrome de Cushing y el síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética.[75] Hay metástasis en 30 a 40 % de los pacientes, que suelen afectar el hígado, los pulmones y los ganglios linfáticos.[74]
Desenlace
El abordaje multimodal permite curar a cerca de 80 % de los pacientes.[74]
Tratamiento del pancreatoblastoma
Las opciones de tratamiento del pancreatoblastoma son las siguientes:
  1. Cirugía.
  2. Quimioterapia.
La cirugía es el pilar del tratamiento del pancreatoblastoma; para lograr la cura se necesita una resección quirúrgica completa. Por lo general, es necesario realizar un procedimiento de Whipple debido al origen frecuente en la cabeza del páncreas.[71,79]
Para tumores de gran tamaño, irresecables o metastásicos, se indica quimioterapia preoperatoria; por lo general, el pancreatoblastoma responde a la quimioterapia y es habitual que se recomiende un régimen a base de cisplatino. El régimen PLADO, que incluye cisplatino y doxorrubicina, es el más utilizado; el tratamiento se modela a partir del abordaje del hepatoblastoma, con 2 o 3 ciclos de terapia preoperatoria, seguidos de resección y quimioterapia adyuvante.[64,74,76,80]
Aunque se ha utilizado radioterapia para casos irresecables o en recaída, no se ha definido su función en el tratamiento de la enfermedad microscópica después de la cirugía.[76]
Se observaron respuestas favorables en pacientes de pancreatoblastoma recidivante o persistente: 1 caso tratado con gemcitabina [81] y 2 casos tratados con vinorelbina y ciclofosfamida oral.[82]
Se notificó que la quimioterapia de dosis altas con rescate de células madre hematopoyéticas autógenas es eficaz en casos seleccionados.[64,83]

Tumores de células de los islotes

Incidencia y factores de riesgo
Los tumores de células de los islotes representan casi 15 % de los tumores de páncreas infantiles en la mayoría de las series.[64,66,84] Por lo general, estos tumores se presentan en adultos de mediana edad y es posible que se relacionen con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (NEM1); menos de 5 % de los tumores de células de los islotes se presentan en niños.[62]
Cuadro clínico inicial
El tipo más común de tumor de células de los islotes funcionantes es el insulinoma, seguido por el gastrinoma.
  • Insulinoma. Los pacientes con insulinoma presentan hipoglucemia hiperinsulínica en ayunas; en los niños pequeños, es posible que el cuadro clínico inicial incluya problemas de comportamiento, convulsiones o coma.
  • Gastrinoma. El gastrinoma se manifiesta con síndrome de Zollinger-Ellison, úlceras pépticas recidivantes en lugares poco comunes y diarrea debido a la hipersecreción gástrica. Aunque la mayoría de los insulinomas son benignos, una proporción significativa de gastrinomas son malignos.[84]
  • Tumores secretores de corticotropina y de péptido intestinal vasoactivo (acthoma y vipoma). Otros tumores menos frecuentes que se observan en los niños son el tumor secretor de corticotropina, que se manifiesta como síndrome de Cushing, y el tumor secretor de péptido intestinal vasoactivo, que se manifiesta como síndrome de Verner-Morrison.
Los tumores no funcionantes son muy infrecuentes en los niños, salvo cuando se relacionan con el síndrome de NEM1. Los tumores de células de los islotes por lo general son solitarios; cuando hay múltiples tumores se debe considerar el diagnóstico de síndrome de NEM1.
En las imágenes, estos tumores suelen ser pequeños y bien definidos. La gammagrafía de receptores de somatostatina es útil para localizar los tumores de células de los islotes; sin embargo, solo 60 a 70 % expresa el receptor de somatostatina.[62]
Tratamiento de los tumores de células de los islotes
Las opciones de tratamiento para los tumores de células de los islotes son las siguientes:
  1. Cirugía.
  2. Quimioterapia.
  3. Terapia con inhibidores del blanco de la rapamicina en los mamíferos (mTOR).
El tratamiento de los tumores de células de los islotes incluye terapia médica para el control del síndrome y resección quirúrgica completa.[71] Para los pacientes con tumores malignos y enfermedad irresecable o metastásica, se recomiendan la quimioterapia y los inhibidores del mTOR.
Para el tratamiento de estos tumores en los niños se siguen las directrices de consenso establecidas para los pacientes adultos.[84,85] (Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Tratamiento de los tumores neuroendocrinos de páncreas [tumores de células de los islotes] en adultos).

Carcinoma de páncreas

Incidencia y factores de riesgo
Los carcinomas de páncreas (carcinoma de células acinares y adenocarcinoma ductal) son muy infrecuentes en los niños. Estas neoplasias malignas, que representan menos de 5 % de los tumores de páncreas infantiles, son las siguientes:[64,66]
  • Carcinoma de células acinares. Aunque el carcinoma de células acinares es infrecuente en el ámbito pediátrico, es más común que el adenocarcinoma de células ductales, que es el carcinoma de páncreas más frecuente en los adultos. El carcinoma de células acinares se considera la contraparte adulta del pancreatoblastoma, y la diferenciación histológica entre ambas entidades a veces es difícil.[62]
  • Adenocarcinoma ductal. El adenocarcinoma ductal es poco frecuente durante los primeros 40 años de vida, y mucho más infrecuente en la niñez y la adolescencia.[86] El adenocarcinoma ductal se relaciona con varios síndromes de predisposición al cáncer, como la pancreatitis hereditaria (mutaciones en PRSS1), el síndrome de melanoma múltiple con lunar atípico familiar (mutaciones en CDKN2), el síndrome de Peutz-Jeghers y otros carcinomas de colon no polipósicos hereditarios (STK11 y genes de reparación de los errores de emparejamiento en la línea germinal) y síndromes vinculados a mutaciones de genes de reparación del ADN (como BRCA2 y ATM).[87]
Cuadro clínico inicial
Los síntomas del cuadro clínico inicial son inespecíficos y se relacionan con el crecimiento local del tumor. No obstante, 4 a 15 % de los pacientes adultos con carcinoma de células acinares presentan un síndrome de hipersecreción de lipasa, que se manifiesta como poliartropatía periférica y nódulos subcutáneos dolorosos.
Tratamiento del carcinoma de páncreas
(Para obtener más información sobre el tratamiento del carcinoma de páncreas, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del cáncer de páncreas en adultos).

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para el cáncer de páncreas infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI–Children's Oncology Group Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials.gov (en inglés).

Cáncer colorrectal

Incidencia

El carcinoma de intestino grueso es poco frecuente en el grupo de edad pediátrica.[88] En los Estados Unidos, cada año se presenta 1 caso por millón de personas menores de 20 años y se diagnostica este cáncer en menos de 100 niños.[89] De 1973 a 2006, se registraron 174 casos de cáncer colorrectal en pacientes menores de 19 años en la base de datos de Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER).[90] El carcinoma colorrectal representa alrededor de 2 % de todos los cánceres en pacientes de 15 a 29 años.[91]

Cuadro clínico inicial

Los tumores colorrectales se presentan en cualquier lugar del intestino grueso. En series y revisiones numerosas se indica que los tumores de colon ascendente y descendente se observan cada uno en cerca de 30 % de los casos; los tumores de recto se presentan en casi 25 % de los casos.[92-94]
Los signos y síntomas de los tumores de colon descendente en los niños son los siguientes:
  • Dolor abdominal (con mayor frecuencia).
  • Hemorragia rectal.
  • Cambios en el hábito intestinal.
  • Pérdida de peso.
  • Náuseas y vómitos.
En una serie, la mediana de duración de los síntomas antes del diagnóstico fue de cerca de 3 meses.[89,95]
Es posible que el cambio en el hábito intestinal se relacione con tumores de recto o de la parte inferior del colon.
Los tumores de colon derecho quizá causen síntomas más sutiles, pero a menudo se relacionan con las siguientes manifestaciones:
  • Masa abdominal.
  • Pérdida de peso.
  • Disminución del apetito.
  • Sangre en las heces.
  • Anemia ferropénica.
Cualquier tumor que obstruya totalmente el intestino grueso puede ocasionar perforación intestinal y diseminación de las células tumorales a la cavidad abdominal.

Evaluación diagnóstica

Los estudios diagnósticos son los siguientes:[96,97]
  • Examen para la detección de sangre en las heces.
  • Estudios del funcionamiento hepático y renal.
  • Medición del antígeno carcinoembrionario (ACE).
  • Distintos estudios de imágenes médicas, incluso un examen directo con colonoscopia para detectar pólipos en el intestino grueso. Otros estudios radiográficos convencionales son el enema de bario o la capsuloendoscopia, seguidos de tomografía computarizada del tórax y gammagrafías óseas.[98]

Características histológicas y moleculares

La incidencia de adenocarcinoma mucinoso es más alta en el grupo etario de niños y adolescentes (40–50 %); y muchas lesiones tienen células en anillo de sello,[88,89,95,99,100] mientras que este tipo histológico solo representa cerca de 15 % de las lesiones en adultos. Es posible que los tumores de los pacientes más jóvenes con esta variante histológica respondan menos a la quimioterapia. En la población de adolescentes y adultos jóvenes cuyos tumores tienen características histológicas mucinosas, hay una incidencia más alta de células en anillo de sello, inestabilidad de microsatélites y mutaciones en los genes de reparación de los errores de emparejamiento.[100-102] Los tumores de tipo histológico mucinoso surgen en la superficie del intestino, por lo habitual en el sitio de un pólipo adenomatoso. Es posible que el tumor se extienda a la capa muscular que rodea el intestino o lo perfore por completo y se disemine a través de los espacios circundantes, incluso la grasa intraabdominal, los ganglios linfáticos, el hígado, los ovarios y la superficie de otras asas intestinales. Las niñas quizás tengan una incidencia alta de metástasis que comprometen la pelvis o los ovarios.[97]
Los cánceres colorrectales en pacientes jóvenes con tumores esporádicos no hereditarios, a menudo carecen de mutaciones en KRAS u otras anomalías citogenéticas que se observan en pacientes de más edad.[103] En un estudio genómico se utilizó la secuenciación del exoma y el ARN para identificar diferencias mutacionales en los carcinomas colorrectales de adultos (n = 30), adolescentes y adultos jóvenes (n = 30), y niños (n = 2). Se identificaron 5 genes (MYCBP2BRCA2PHLPP1TOPORS y ATR) que presentaban mutaciones con más frecuencia en los pacientes adolescentes y adultos jóvenes. Estos genes exhibían una mutación perjudicial y se identificaron mediante secuenciación del exoma completo y secuenciación del ARN. Además, las tasas mutacionales más altas de los genes implicados en los errores de emparejamiento del ADN y las vías de reparación del ADN, como MSH2BRCA2 y RAD9B, fueron más prevalentes en las muestras de adolescentes y adultos jóvenes; sin embargo, los resultados no se validaron mediante secuenciación del ARN.[104]

Estadificación

En la mayoría de los informes también se indica que los niños presentan una enfermedad más avanzada que los adultos: de 80 a 90 % de los pacientes manifiestan enfermedad en estadios de Duke C/D o en estadios TNM III/IV. (Para obtener más información sobre la estadificación, consultar la sección Información sobre los estadios del cáncer de colon en el sumario del PDQ Tratamiento del cáncer de colon en adultos).[89,92-96,99,100,105-111]

Tratamiento y desenlace del cáncer colorrectal infantil

La mayoría de los pacientes presentan indicios de enfermedad metastásica,[95] ya sea un tumor macroscópico o depósitos microscópicos en los ganglios linfáticos, en la superficie del intestino o en los órganos intraabdominales.[99,105] Entre los casi 160 000 pacientes con cáncer colorrectal de la National Cancer Database, se identificaron 918 pacientes pediátricos. Una edad menor a 21 años fue un factor predictivo importante del aumento de mortalidad.[100]
Las opciones de tratamiento del cáncer colorrectal infantil son las siguientes:
  1. Cirugía: la extirpación quirúrgica completa es el factor pronóstico más importante y debe ser el objetivo principal del cirujano, aunque en la mayoría de los casos es imposible. La extracción de grandes partes del tumor ofrece escaso beneficio para quienes tienen una enfermedad metastásica extensa.[89] Por lo general, la mayoría de los pacientes con enfermedad metastásica microscópica pasan a tener enfermedad metastásica macroscópica; pocas personas con metástasis en el momento del diagnóstico sobreviven a largo plazo.
  2. Radioterapia y quimioterapia: las terapias actuales incluyen el uso de radiación para los tumores de la parte inferior del colon y recto, en combinación con quimioterapia de 5-fluorouracilo (5-FU) y leucovorina.[112] Otros fármacos, como el irinotecán, quizá sean útiles.[95][Grado de comprobación: 3iiiA] No se ha determinado un beneficio significativo del interferón-α administrado junto con 5-FU o leucovorina.[113]
    En una revisión reciente de 9 ensayos clínicos con 138 pacientes menores de 40 años, se demostró que el uso de quimioterapia combinada mejoró la supervivencia sin progresión y la supervivencia general (SG) en estos pacientes. Asimismo, las tasas de SG y de respuesta a la quimioterapia fueron similares a las observadas en pacientes de edad más avanzada.[114][Grado de comprobación: 2A]
    El ipilimumab y el nivolumab demostraron tasas de respuesta alta en pacientes pediátricos de 12 años o más que tenían un cáncer colorrectal metastásico con inestabilidad microsatelital alta o deficiencia de la reparación de errores de emparejamiento, y que presentaron progresión de la enfermedad después del tratamiento con una fluoropirimidina, oxaliplatino e irinotecán.[115]
    Otros fármacos activos que se utilizan en adultos son oxaliplatino, bevacizumab, panitumumab, cetuximab, aflibercept y regorafenib.[116-119]
La supervivencia es congruente con el estadio avanzado de la enfermedad que se observa en la mayoría de los niños con cáncer colorrectal: la tasa de mortalidad general es de casi 70 %. En los pacientes sometidos a resección quirúrgica completa o que tienen enfermedad localizada o en estadio temprano, la supervivencia se prolonga de manera significativa y hay posibilidad de curación.[92]

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para el cáncer colorrectal infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI–Children's Oncology Group Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials (en inglés).

Síndromes genéticos relacionados con el cáncer colorrectal

Cerca de 20 a 30 % de los pacientes adultos con cáncer colorrectal tienen antecedentes importantes de cáncer familiar; de ellos, casi 5 % exhiben un síndrome genético bien definido.[120] El cáncer colorrectal hereditario tiene dos formas bien descritas:[121,122]
  • Poliposis (incluye la poliposis adenomatosa familiar [PAF] y la PAF atenuada, causadas por variantes patógenas en el gen APC; y la poliposis asociada a MUTYH, causada por variantes patógenas en el gen MUTYH).
  • Síndrome de Lynch (a menudo conocido como cáncer colorrectal hereditario no polipósico), causado por variantes patógenas de la línea germinal en los genes de reparación de los errores de emparejamiento del ADN (MLH1MSH2MSH6 y PMS2) y en EPCAM.
Otros síndromes de cáncer colorrectal y sus correspondientes genes son la oligopoliposis (POLEPOLD1),[122NTHL1,[123] el síndrome de poliposis juvenil (BMPR1ASMAD4), el síndrome de Cowden (PTEN), y el síndrome de Peutz-Jeghers (STK11).[121]
La incidencia de estos síndromes genéticos en los niños no se ha definido bien, los datos son los siguientes:
  • En una revisión, 16 % de los pacientes menores de 40 años tenían un factor predisponente de cáncer colorrectal.[124]
  • En un estudio posterior, se documentaron indicios inmunohistoquímicos de deficiencia en la reparación de los errores de emparejamiento en 31 % de las muestras de carcinoma colorrectal en pacientes de 30 años o menos.[125]
  • En una revisión retrospectiva de pacientes menores de 18 años en Alemania, se identificó a 31 pacientes con carcinoma colorrectal.[126] En 11 de los 26 pacientes evaluados para determinar un síndrome de predisposición genética, se encontraron resultados positivos (8 casos de síndrome de Lynch, 1 paciente con poliposis adenomatosa familiar y 2 pacientes con deficiencia constitucional de la reparación de errores de emparejamiento). Cuando se compararon con los pacientes sin un síndrome de predisposición genética, los 11 pacientes con un síndrome de predisposición presentaron una enfermedad más localizada, lo que permitió la resección quirúrgica completa y mejoró el desenlace (100 % de supervivencia).
La poliposis familiar se hereda como carácter dominante, lo que confiere un grado de riesgo alto. El diagnóstico temprano y la extirpación quirúrgica del colon eliminan el riesgo de presentar carcinomas en el intestino grueso.[127] Sin embargo, algunos carcinomas colorrectales en personas jóvenes quizá se asocien con una mutación en el gen APC, que también se relaciona con un aumento en el riesgo de presentar tumores de encéfalo y hepatoblastoma.[128] El síndrome PAF es producto de la mutación de un gen en el cromosoma 5q que normalmente suprime la proliferación de las células que revisten el intestino y la formación posterior de pólipos.[129] En un estudio aleatorizado con enmascaramiento doble y controlado con placebo de fase I con niños de 10 a 14 años que tenían PAF, se notificó que la administración de celecoxib en dosis de 16 mg/kg/día durante un máximo de 3 meses es inocua. Con esta dosis, hubo una reducción importante del número de pólipos detectados mediante colonoscopia.[130][Grado de comprobación: 1iiDiv] No está clara la función del celecoxib para el tratamiento de la PAF en niños.
Otro gen oncosupresor en el cromosoma 18 se relaciona con la progresión de pólipos a una forma maligna. Múltiples carcinomas de colon se relacionaron con neurofibromatosis de tipo 1 y otros síndromes poco frecuentes.[131]
A pesar del aumento de riesgo de múltiples neoplasias malignas en las familias con síndrome de Lynch, el riesgo de neoplasias malignas durante la infancia en estas familias no parece aumentar cuando se lo compara con el riesgo en niños de familias con síndrome de carcinoma colorrectal no relacionado con el síndrome Lynch.[132]

Tumores carcinoides gastrointestinales

Tumores carcinoides gastrointestinales de apéndice

Cuadro clínico inicial
En una revisión retrospectiva de una sola institución se identificaron 45 casos de tumores carcinoides en niños y adolescentes entre 2003 y 2016.[133][Grado de comprobación: 3iiDii] El sitio primario más frecuente fue el apéndice (36 de 45 casos). No se observaron recidivas en los pacientes con tumores primarios de apéndice tratados solo con apendicectomía, lo que respalda el uso de la resección del apéndice sin hemicolectomía como procedimiento de elección.
La mayoría de los tumores carcinoides de apéndice se descubren de manera fortuita durante una apendicectomía y son tumores pequeños, localizados y de grado bajo.[134-136]
Tratamiento de los tumores carcinoides gastrointestinales de apéndice
Las opción de tratamiento de los tumores carcinoides de apéndice es la siguiente:
  1. Apendicectomía.
En adultos se ha aceptado la práctica de extirpar todo el colon derecho de los pacientes con tumores carcinoides de apéndice grandes (>2 cm de diámetro) o tumores con diseminación ganglionar.[137-140]
Los resultados de los estudios indican que la apendicectomía sola basta para tratar los tumores carcinoides de apéndice en los niños, sin importar el tamaño, la ubicación, el tipo histológico ni el compromiso ganglionar o mesentérico; además, se indica que la hemicolectomía derecha es innecesaria en los niños. El seguimiento habitual mediante imágenes y estudios biológicos no ofrece beneficio.[137,140-142]
Datos probatorios (apendicectomía sola):
  1. El proyecto italiano sobre tumores pediátricos (Tumori Rari in Etá Pediatrica [TREP]) realizó un estudio prospectivo de registro en el que se evaluó a 113 pacientes con tumores carcinoides de apéndice.[141][Grado de comprobación: 3iiiA] No se recomendó una nueva escisión primaria de los tumores completamente resecados de menos de 2 cm, excepto para los casos de tumor residual microscópico o macroscópico en los márgenes del apéndice; en este caso se recomendó la resección del ciego y una biopsia de ganglio pericecal. Las decisiones sobre los tumores mayores de 2 cm quedaron a discreción de los médicos de cabecera. Sin embargo, se desalentó a los médicos a realizar una hemicolectomía derecha a menos que se encontrara cáncer en los márgenes. De los 113 participantes del estudio, 108 tenían tumores de menos de 2 cm. En 35 de los pacientes, el tumor se diseminó más allá de la pared apendicular. Se presentó invasión de la serosa en 5 tumores e invasión de la grasa periapendicular en 28 tumores. Los márgenes estaban limpios en 111 de 113 pacientes.
    • A los 41 meses de seguimiento, 113 de 113 pacientes estaban vivos.
    • Los 5 pacientes con tumores mayores de 2 cm evolucionaron bien.
    • Se sometió a 1 paciente a resección del ciego y no se encontró tumor residual.
    • Solo 1 paciente se sometió a hemicolectomía derecha (el tumor inicial medía <2 cm y tenía márgenes limpios, y aunque en la gammagrafía con octreotida se sospechó la presencia de un tumor, no se encontró tumor durante la cirugía).
    La conclusión del estudio fue que la apendicectomía sola se debe considerar curativa para la mayoría de los casos de tumores carcinoides de apéndice. El procedimiento de elección es la resección del apéndice sin necesidad de hemicolectomía.
  2. En un estudio multicéntrico francés de niños menores de 18 años con tumores carcinoides de apéndice se encuestó a cirujanos pediátricos desde 1988 a 2012. De esta manera se identificaron 114 pacientes. Los factores de riesgo para la hemicolectomía derecha secundaria fueron la diseminación al mesoapéndice, compromiso de los márgenes, un tamaño superior a 2 cm y un índice de proliferación alto. Se hizo el seguimiento de 18 pacientes que cumplieron con estos criterios.[142]
    • Se encontró que todos estaban vivos y sin enfermedad en el momento del seguimiento.
    • Asimismo, se encontró que los estudios radiológicos y las pruebas biológicas de seguimiento no fueron útiles.
    La recomendación del investigador fue que la apendicectomía sola basta para tratar los tumores carcinoides de apéndice.
  3. En una revisión sistemática y un metanálisis de 38 estudios de tumores carcinoides de apéndice, se identificaron 958 casos con una media de edad de presentación de 11,6 años. El tamaño del tumor fue de 2 cm o más en 85 % de los casos. En los 24 informes que notificaron el estado del margen de resección, 97 % indicaron márgenes sin compromiso tumoral. Se notificó compromiso ganglionar en 10 series y se encontró en 1,4 % de los casos; con tasas más altas en los pacientes con tumores que medían más de 2 cm (35 %). Se observó compromiso vascular en 11 % de 510 pacientes, y se notificó invasión del mesoapéndice o la grasa periapendicular en 29 % de 910 pacientes.[140]
    • Según las asociaciones profesionales de tumores neuroendocrinos de Europa y América del Norte, 189 pacientes cumplieron con los criterios para un procedimiento secundario después de la apendicectomía inicial, pero solo 69 pacientes se sometieron a un procedimiento secundario (n = 43, hemicolectomía; n = 2, ileocecectomía; n = 1, cecectomía; n = 2, ileocolectomía; n = 21, sin especificar).
    • De los 120 pacientes que no se sometieron a un procedimiento secundario, 91 pacientes tenían tumores que se extendían al mesoapéndice, 5 pacientes tenían invasión vascular, 4 pacientes tenían compromiso de los márgenes, 12 pacientes tenían tumores que medían 2 cm o más, 1 paciente tenía un índice de proliferación alto y 7 pacientes tenían compromiso ganglionar. No se notificaron recidivas en los pacientes que se sometieron a un procedimiento secundario o a observación. Las imágenes antes y después de la cirugía no fueron útiles para el tratamiento de los pacientes.

Tumores carcinoides gastrointestinales no apendiculares

Cuadro clínico inicial
En una revisión retrospectiva de una sola institución se identificaron 45 casos de tumores carcinoides en niños y adolescentes entre 2003 y 2016.[133][Grado de comprobación: 3iiDii] Los tumores primarios ubicados fuera del apéndice (n = 9) se relacionaron con un riesgo más alto de metástasis y recidiva.
Los tumores carcinoides de abdomen no apendiculares surgen en el páncreas, el estómago y el hígado. La forma más común de presentación clínica es como tumor de sitio primario desconocido. Los tumores carcinoides no apendiculares tienden a ser más grandes, de grado más alto o metastásicos.[143] El tamaño tumoral más grande se relacionó con un riesgo más alto de recidiva.[133]
El síndrome carcinoide de excreción excesiva de somatostatina se caracteriza por rubefacción, presión sanguínea lábil y diseminación metastásica del tumor al hígado.[144] Es posible aliviar los síntomas mediante la administración de análogos de la somatostatina, que están disponibles en fórmulas de acción rápida o prolongada.[145]
La experiencia clínica con tumores carcinoides no apendiculares que se notifica, es sobre todo en adultos. La tasa mitótica, el índice de marcación de Ki-67 y la presencia de necrosis determinan los grados histopatológicos: tumores bien diferenciados (grado bajo, G1), tumores moderadamente diferenciados (grado intermedio, G2) y tumores poco diferenciados (grado alto, G3).[146]
Tratamiento y desenlace de los tumores carcinoides gastrointestinales no apendiculares
La opción de tratamiento de los tumores carcinoides no apendiculares resecables es la siguiente:
  1. Cirugía.[147]
Las opciones de tratamiento de los tumores carcinoides no apendiculares irresecables o multifocales son las siguientes:
  1. Embolización.[148]
  2. Ligandos del receptor de la somatostatina de tipo 2 (SSTR2).[149,150]
  3. Péptidos receptores marcados con radionúclido.[151]
  4. Inhibidores del blanco de la rapamicina en los mamíferos (mTOR).[152]
  5. Inhibidores de la tirosina cinasa.[153]
Los ligandos de SSTR2 son la octreotida, la octreotida de acción prolongada repetible y la lanreotida. La octreotida no es práctica como tratamiento porque tiene una semivida corta y se necesita administrarla de forma repetida y frecuente. La octreotida de acción prolongada repetible y la lanreotida se evaluaron en ensayos aleatorizados prospectivos controlados con placebo.[149,150] No se describió la edad de los pacientes en el primer ensayo, y solo fueron aptos los pacientes de 18 años o más en el segundo ensayo. Ninguno de los fármacos produjo respuestas medibles objetivas y significativas en los tumores. Ambos fármacos se relacionaron con aumentos estadísticamente significativos de la supervivencia sin progresión y, el tiempo transcurrido hasta la progresión. Ambos fármacos se recomiendan para el tratamiento de los tumores carcinoides no apendiculares irresecables en adultos.
La quimioterapia citotóxica convencional es inactiva.[143]
En un estudio retrospectivo de una sola institución, la tasa de supervivencia sin enfermedad a 5 años de los pacientes con tumores carcinoides no apendiculares fue de 41 % y la tasa de supervivencia general fue de 66 %.[143]

Tumores carcinoides gastrointestinales metastásicos

El tratamiento de los tumores carcinoides metastásicos de intestino grueso, páncreas o estómago se torna más complicado y exige un tratamiento similar al que se administra para los tumores carcinoides de grado alto en adultos. (Para obtener más información sobre las opciones de tratamiento de los pacientes con tumores carcinoides malignos, consultar el sumario del PDQ Tratamiento de los tumores carcinoides gastrointestinales en adultos).

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para los tumores carcinoides gastrointestinales infantiles

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI-COG Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials.gov (en inglés).

Tumores de estroma gastrointestinal

Incidencia

Los tumores de estroma gastrointestinal (TEGI) son las neoplasias mesenquimatosas más comunes en el tubo gastrointestinal de los adultos.[154] Estos tumores son infrecuentes en los niños.[155] Casi 2 % de todos los TEGI se presentan en niños y adultos jóvenes.[156-158] En una serie, los TEGI infantiles representaron 2,5 % de todos los sarcomas de tejido blando no rabdomiosarcomatosos en los niños.[159] Antes, estos tumores se diagnosticaban como leiomiomas, leiomiosarcomas y leiomioblastomas.
En los pacientes pediátricos, los TEGI se localizan por lo común en el estómago y afectan de manera casi exclusiva a mujeres adolescentes.[158,160,161]

Características histológicas y moleculares

Desde el punto de vista histológico, los tumores de estroma gastrointestinal (TEGI) infantiles exhiben predominio de células epitelioides, o epitelioides y fusiformes y, a diferencia de los TEGI en adultos, la tasa mitótica no predice de manera exacta su comportamiento clínico.[160,162] La mayoría de los TEGI en niños exhiben una pérdida del complejo de la succinato deshidrogenasa (SDH) y, en consecuencia, carecen de la expresión de SDHB en los análisis inmunohistoquímicos.[163,164] Además, estos tumores tienen cambios cromosómicos mínimos a gran escala y sobreexpresan el receptor 1 del factor de crecimiento similar a la insulina.[165,166]
Las mutaciones activadoras en KIT y PDGFA, que se observan en 90 % de los TEGI en adultos, solo se encuentran en un porcentaje pequeño de los TEGI en niños.[160,165,167] La falta de expresión de SDHB en la mayoría de los TEGI infantiles implica que la patogenia de esta enfermedad incluye defectos en la respiración celular y apoya la noción de que esta enfermedad se categoriza mejor como TEGI con deficiencia de SDH. Además, casi 50 % de los pacientes de TEGI con deficiencia de SDH tienen una mutación de la línea germinal en el complejo SDH, que en general afecta a SDHA,[163] ello apoya la noción de que el TEGI con deficiencia de SDH es un síndrome de predisposición al cáncer, y que se deben considerar las pruebas de mutaciones constitucionales del complejo SDH para los pacientes afectados.[168] Un pequeño porcentaje de TEGI con deficiencia de SDH carece de mutaciones somáticas o de la línea germinal en el complejo SDH, estos se caracterizan por la hipermetilación del promotor de SDHC y silenciamiento génico; además, se clasifican como TEGI con epimutación en SDH.[169]
En un estudio observacional dirigido por el Instituto Nacional del Cáncer, se evaluó a 116 pacientes con presunto TEGI de tipo natural, y 95 pacientes contaban con muestras tumorales adecuadas para obtener el perfil molecular. Entre los 95 participantes, los investigadores diferenciaron los siguientes 3 subgrupos de pacientes:[170]
  • Grupo 1 (TEGI con SDH funcionante): el grupo 1 abarcó a 11 pacientes designados con SDH funcionante debido a una tinción positiva para SDHB y ausencia de mutaciones en la secuenciación. Todos estos pacientes eran adultos, la mediana de edad fue de 46 años y 64 % eran de sexo femenino. Los tumores surgieron sobre todo en el intestino delgado (9 de 11), un paciente tenía metástasis peritoneal, y un paciente presentó enfermedad multifocal. En el análisis mutacional de estos tumores, se identificaron mutaciones en los genes BRAFNF1CBLKIT y ARID1A. Al cabo de una mediana de seguimiento de 8 años, 3 de los pacientes (27 %) murieron por enfermedad progresiva.
  • Grupo 2 (TEGI con mutación en SDHX): el grupo 2 abarcó a 63 pacientes con deficiencia de SDH que exhibían mutaciones en los complejos SDHA (n = 34), SDHB (n = 16), SDHC (n = 12) y SDHD (n = 1). De los 38 pacientes de TEGI con mutación en SDH cuyo ADN tumoral y de línea germinal era igual, en 31 (82 %) se detectó la misma mutación en la línea germinal y en el tumor. Este grupo de pacientes eran más jóvenes (mediana de edad, 23 años), en su mayoría eran mujeres (62 %), y tuvieron tumores de estómago (100 %) y enfermedad multifocal (42 %). En el momento del cuadro clínico inicial, se observaron metástasis ganglionares (65 %), hepáticas (21 %) y peritoneales (10 %). Luego de una mediana de seguimiento de 6 años desde el diagnóstico, solo 3 pacientes (5 %) había muerto.
  • Grupo 3 (TEGI con epimutación en SDHC): el grupo 3 abarcó a 21 pacientes de tumores con deficiencia de SDH que exhibían metilación del promotor de SDHC y carecían de mutaciones estructurales. La mediana de edad en el momento del diagnóstico fue menor (15 años) y la mayoría de las pacientes eran mujeres (95 %). Todos los tumores surgieron en el estómago y 72 % eran multifocales; las metástasis presentes en el momento del diagnóstico fueron hepáticas (37 %), peritoneales (5 %), y ganglionares (38 %). En el momento de una mediana de seguimiento de 7 años, solo 1 paciente (5 %) que tenía un tumor con epimutación en SDH murió por la enfermedad.
De los 95 pacientes que se evaluaron en esta clínica, 18 pacientes tuvieron un TEGI sindrómico (es decir, tríada de Carney o síndrome de Carney-Stratakis). Entre los pacientes con tríada de Carney, 2 pacientes presentaban la triada completa, 5 pacientes exhibían mutaciones en SDH y 6 pacientes tuvieron tumores con epimutaciones. De los pacientes con el síndrome de Carney-Stratakis, 7 presentaban TEGI con mutación en SDH (n = 6) o TEGI con epimutación en SDH (n = 1).[170]

Características clínicas

La mayoría de los diagnósticos de tumores de estroma gastrointestinal (TEGI) en pacientes pediátricos se descubren durante la segunda década de la vida debido a una hemorragia gastrointestinal relacionada con anemia. Además, los TEGI infantiles son muy propensos a la multifocalidad (23 %) y las metástasis ganglionares.[158,160,167] Es posible que estas características sean las responsables de la incidencia alta de recidiva local que se observa en esta población de pacientes. Pese a dichas características, los pacientes tienen una enfermedad de progresión lenta que se caracteriza por recidivas múltiples y supervivencia prolongada.[167]
El TEGI con deficiencia de succinato deshidrogenasa (SDH) a veces surge en el contexto de uno de los dos síndromes siguientes:[160,171]
  • Tríada de Carney. La tríada de Carney es un síndrome que se caracteriza por la formación de TEGI, condromas pulmonares y paragangliomas. Además, cerca de 20 % de los pacientes tienen adenomas suprarrenales y 10 % tienen leiomiomas esofágicos. Los TEGI son las lesiones más comunes (75 %) en el momento del cuadro clínico inicial. Hasta el momento, en estos pacientes no se han encontrado mutaciones en la secuencia de codificación de los genes KITPDGFR o SDH.[158,171,172]
  • Síndrome de Carney-Stratakis. El síndrome de Carney-Stratakis se caracteriza por paragangliomas y TEGI causados por mutaciones de la línea germinal en los genes SDHBSDHC y SDHD.[164,173]

Tratamiento de los tumores de estroma gastrointestinal infantiles

Una vez que se establece el diagnóstico de un tumor de estroma gastrointestinal infantil, se debe considerar la derivación a centros médicos especializados en el tratamiento de los TEGI, y se deben evaluar todas las muestras para verificar la presencia de mutaciones en KIT (exones 9, 11, 13, 17), PDGFR (exones 12, 14, 18) y BRAF (V600E).[174,175]
Las opciones de tratamiento de los TEGI dependen de la identificación de las siguientes mutaciones:
  1. TEGI con mutación en KIT o PDGFR: los pacientes pediátricos que albergan mutaciones en KIT o PDGFR se tratan de acuerdo con las directrices para adultos.
  2. TEGI con deficiencia de succinato deshidrogenasa (SDH): alrededor de la mitad de los pacientes con TEGI de tipo natural tienen deficiencia de SDH.[176] Para la mayoría de los pacientes pediátricos de TEGI con deficiencia de SDH, se recomienda la resección de la enfermedad localizada debido a su progresión lenta, porque esto evita una cirugía extensa y resecciones múltiples. Estas recomendaciones se fundamentan en un estudio de 76 pacientes con TEGI de tipo natural que se sometieron a cirugía debido a enfermedad de diagnóstico reciente o recidivante.[176] En este estudio, solo 9 % de los pacientes tuvieron complicaciones mortales, mientras que 71 % (54 pacientes) presentaron recidiva o progresión al cabo de una mediana de 2,5 años. En esta población, la supervivencia sin complicaciones (SSC) a 1 año fue de 73 %, la SSC a 5 años fue de 24 % y la SSC a 10 años fue de 16 %. Otros factores relacionados con el aumento del riesgo de recidiva fueron la enfermedad metastásica y una tasa mitótica elevada; el tipo de SDH y la extensión de la resección quirúrgica no influyeron en el riesgo de recidiva. En los 33 pacientes que se sometieron a otra operación debido a enfermedad recidivante, la SSC disminuyó con cada resección subsiguiente.
    En pacientes pediátricos de TEGI con deficiencia de SDH, las respuestas al imatinib y el sunitinib son infrecuentes y constan de manera primaria de estabilización de la enfermedad.[160,177,178] En una revisión de 10 pacientes tratados con mesilato de imatinib, 1 paciente presentó una respuesta parcial y en 3 pacientes se estabilizó la enfermedad.[160] En un ensayo intergrupal de fase III de la SWOG Cancer Research Network S0033 (NCT00009906), se sometieron a una nueva secuenciación 20 tumores que se presumía eran de tipo natural.[178] Se identificaron 12 tumores con mutación en SDH, solo 1 paciente (8,3 %) presentó una respuesta parcial al imatinib.[179] En otro estudio, el sunitinib mostró más actividad, con 1 respuesta parcial y 5 casos de enfermedad estable en 6 niños con TEGI resistente al tratamiento con imatinib.[180] A diferencia de las recomendaciones para adultos, el uso de imatinib adyuvante no se recomienda para los niños que tienen un TEGI con deficiencia de SDH.[181]
    Debido a la progresión lenta de la enfermedad pediátrica, es razonable evitar las cirugías extensas al comienzo del tratamiento y limitar las resecciones subsiguientes a casos en los que sea necesario resolver solo síntomas obstructivos o hemorrágicos.[155,160]

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para los tumores de estroma gastrointestinal infantiles

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación se presentan ejemplos de ensayos clínicos nacionales o institucionales en curso:
  • APEC1621 (NCT03155620) (Pediatric MATCH: Targeted Therapy Directed by Genetic Testing in Treating Pediatric Patients with Relapsed or Refractory Advanced Solid Tumors, Non-Hodgkin Lymphomas, or Histiocytic Disorders): en el NCI-COG Pediatric Molecular Analysis for Therapeutic Choice (MATCH), que se conoce como Pediatric MATCH, se emparejarán fármacos de terapia dirigida con cambios moleculares específicos identificados mediante ensayo de secuenciación dirigida de última generación para más de 4000 mutaciones en más de 160 genes presentes en tumores sólidos resistentes al tratamiento y recidivantes. Los niños y adolescentes de 1 a 21 años son aptos para participar en este ensayo.
    El tejido tumoral de la enfermedad progresiva o recidivante debe estar disponible para la caracterización molecular. Se ofrecerá tratamiento del Pediatric MATCH a los pacientes con tumores de variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del ensayo. Para obtener más información, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials (en inglés).
  • NCT03165721 (A Phase II Trial of the DNA Methyl Transferase Inhibitor, Guadecitabine [SGI-110], in Children and Adults With Wild-Type GIST, Pheochromocytoma and Paraganglioma Associated With Succinate Dehydrogenase Deficiency and HLRCC-associated Kidney Cancer): los pacientes recibirán una inyección subcutánea de SGI-110 a diario por 5 días. Este ciclo se repetirá cada 28 días. Los ciclos se repiten hasta que se presente toxicidad o progresión de la enfermedad.
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