Más de la mitad de los españoles han sufrido ansiedad desde el inicio del Covid-19
09-10-2020
Se estima que el 65% de la población española ha sufrido síntomas de ansiedad desde que estalló la crisis del covid-19.
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una jornada que se vuelve más relevante que nunca por el contexto actual. Por ese motivo, laboratorios Schwabe que ha lanzado al mercado recientemente el medicamento Lasea, prescrito contra este trastorno, ha organizado un encuentro para ayudar a entender qué es la ansiedad y las distintas opciones para poder manejarla. "Se estima que el 65% de la población española tiene síntomas de ansiedad. Son enfermedades de las que hablamos a veces quizás demasiado trivialmente, y tienen que ser tratadas porque si no se convierten en crónicas", apunta Sonia Ayo, directora de marketing de Schwabe Farma Ibérica.
El primer punto es entender de qué trata esta enfermedad. Como explica Patricia Ramírez, psicóloga experta en este trastorno, son muchos los pacientes que van de especialista en especialista pensado que tienen una enfermedad. "La gente se siente muy perdida y muy incomprendida", lamenta.
Sin embargo, justo la pandemia y el confinamiento de alguna manera han permitido entender por qué sentimos este tipo de emociones. "La ansiedad es la respuesta que nuestra biología, nuestra mente y nuestro físico da ante la percepción de amenaza. Cuando llegó el virus nos dimos cuenta de que la ansiedad que la gente llevaba mucho tiempo sufriendo era una respuesta a ese miedo que las personas tienen al fracaso, a la pérdida, a hacer el ridículo, etc.", explica Ramírez.
Todos esos miedos generan una sintomatología, que es la respuesta de ansiedad. Esto es la activación del sistema nervioso simpático a través del que se generan una serie de respuestas, que son las que nuestro organismo tiene para ponerse a salvo cuando hay una amenaza que ataca nuestra vida. "Este mecanismo lo desarrollamos cuando estábamos en las cavernas y gracias a él la humanidad ha podido ponerse a salvo y llegar donde estamos hoy en día. Cuando llegaron la civilización y la comodidad seguimos manteniendo esa respuesta de ansiedad, aunque ya no relacionada con peligros reales, sino con percepciones de amenazas que interpretamos como un peligro para nuestra vida".
No obstante, "ahora es cuando más motivos tenemos para que haya un porcentaje tan alto de población con ansiedad. Pero también tenemos que tener en cuenta que la respuesta de ansiedad cuando este peligro desaparezca debemos aprender a manejarla", señala.
Comprender las emociones
La psicóloga resalta que mociones como la ansiedad o la tristeza no son batallas que haya que ganar, solo son estados que hay que aceptar y comprender. "Hay una cultura en la que parece que tenemos que ser siempre felices, contentos. Esto no es posible. Las emociones son informativas, nos dicen que hay algo en nuestra vida que nos está pinchando, incomodando. Y lo primero que tenemos que hacer es escuchar qué está pasando dentro del cuerpo para que esté manifestando eso".
El consejo más top para reducir la ansiedad es muy sencillo, añade. "Aprende a ocuparte de lo que depende de ti, y desocúpate de lo que no depende de ti. Si estoy anticipando siempre en el pensamiento lo peor que puede pasar lo normal es que nuestro cerebro vuelva a detectar un peligro y salte la respuesta de ansiedad".
Desde la psicología, explica la especialista, lo que más se trabaja para ayudar a una persona a que tenga una vida serena es a tener una mente serena. "Partiendo de la parte cognitiva, y de la importancia que el pensamiento tiene en los comportamientos y las emociones, cuando enseñamos a la gente a que hagan una reestructuración cognitiva para que aprendan a darle valor a las cosas que lo tienen, a tomar distancia emocional con esas preocupaciones que aunque sean importantes, ellos no pueden resolver, y les enseñamos a hablar en un idioma positivo, por supuesto que el bienestar emocional también cambia".
En este sentido, para tener una mente serena "hay que empezar a tener un fondo de armario sereno", indica Ramírez. Eso quiere decir que hay que cuidar hábitos que ayudan, como el descanso y la alimentación. También sería conveniente coger una rutina para aprender a meditar y así tener la mente en calma a diario, además de practicar deporte.
Una vez se consigue lo más básico, hay que intervenir a nivel de pensamientos: aprender a pensar, no de forma positiva, sino útil. "Las personas no tenemos una goma para borrar pensamientos negativos. Pero sí la libertad de aprender a enfocarnos en qué pensamientos centramos la atención y en cuales no. Siempre digo que cuando la solución al problema no depende de ti, preocuparte no tiene premio, ni predice un final feliz. Preocuparte y sufrir no es sinónimo o de responsabilidad porque los problemas no dependen de ti. Es un despropósito sufrir por lo que no controlas. Así que por favor, que un pensamiento inútil no estropee un café, ni un momento, ni mucho menos la experiencia de vivir".
Ansiedad en tiempos de covid
La importancia de dar luz a este problema la evidencia aún más Vicente Gasull, médico de familia y coordinador del grupo de salud mental de Semergen, aportando datos muy significativos.
Los trastornos de ansiedad son el trastorno mental más frecuente, presenta una prevalencia en la Europa sobre un 14% (la depresión está en torno al 5%). Eso vendría a representar 41 millón y medio de personas afectadas. Esas cifras son extrapolables a lo que ocurre en España.
Ahora bien, ¿son todo trastornos de ansiedad? "No, porque en muchas ocasiones se presentan síntomas que no van a dar los criterios para ese diagnóstico. En esos casos hablamos de ansiedad subclínica, que yo creo que también hay que tratarla porque afecta a la calidad de vida", apunta.
Sobre todo porque el covid ha generado indudablemente un aumento significativo de la indicendia de la ansiedad. "Ocurre con todos los grandes eventos adversos, pero encima el coronavirus tiene unas peculiaridades. Es una patología muy reciente, no sabemos su evolución, tenemos desconocimiento sobre las posibles soluciones y como va a ser la vacuna, y a esto se suma la enorme repercusión económica que ha tenido. La incertidumbre es la que va a llevar a la angustia y a la ansiedad", expone Gasull.
Con respecto a esto, el médico explica que los estudios indican que la patología que más ha aparecido durante la pandemia ha sido el trastorno de estrés postraumático. Aunque en su consulta lo que más ha apreciado ha sido un aumento de los trastornos de ansiedad y depresivos. "También he observado mucho el insomnio, porque aparte de estar asociado a la ansiedad, con el confinamiento y con el teletrabajo hemos cambiado los hábitos del sueño/vigilia, con lo cual hemos alterado las pautas normales del sistema nervioso central con respecto al sueño. Y sobre todo, con mucho, observamos quejas emocionales", detalla.
Con respecto al debate de si hay que tratar estos problemas, el profesional cree que indudablemente sí. "Pueden llevar a que se cronifique la enfermedad en un continuo malestar emocional. Y eso hay que cortarlo. Además y eso es lo más importante, afecta a la calidad de vida".
Para finalizar, Patricia Ramírez lanza un mensaje para aquellas personas que sufren síntomas de ansiedad pero no se atreven a manifestarlos. "Tenemos que aprender a normalizar la ansiedad como cualquier otra emoción. Para mi el problema viene porque cada vez que dices que estás triste o ansiosa, sale tu entorno con ganas de motivar, pero consiguiendo todo lo contrario. Cada vez que hacemos esto con la gente que tiene ansiedad les hacemos sentir vulnerables, débiles, y confusos porque les estamos diciendo que está mal lo que está sintiendo. Al contrario, deben saber que lo que sienten es verdadero, y tiene derecho a expresarlo y a buscar ayuda".
Además, les recuerda que se nos ha regalado una vida. "Ahora tienes la responsabilidad de protagonizarla. A tu manera, con tus decisiones, con tus errores y sus consecuencias. Pero tienes que protagonizarla. Se trata de aprovechar el momento para que el presente nos deje huella. Carpe Diem".
Además, les recuerda que se nos ha regalado una vida. "Ahora tienes la responsabilidad de protagonizarla. A tu manera, con tus decisiones, con tus errores y sus consecuencias. Pero tienes que protagonizarla. Se trata de aprovechar el momento para que el presente nos deje huella. Carpe Diem".
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