sábado, 4 de mayo de 2013

Un estudio respalda un acceso más amplio a la cirugía de Lap-Band para perder peso: MedlinePlus

Un estudio respalda un acceso más amplio a la cirugía de Lap-Band para perder peso: MedlinePlus

 

Un estudio respalda un acceso más amplio a la cirugía de Lap-Band para perder peso

Pero no todos están de acuerdo en que haya llegado el momento de recomendar el procedimiento a las personas que no son extremadamente obesas

Robert Preidt
Traducido del inglés: jueves, 2 de mayo, 2013
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JUEVES, 2 de mayo (HealthDay News) -- La Lap-Band, un procedimiento para perder peso, no debe estar restringida solo a los pacientes que sean gravemente obesos, sugiere un estudio reciente.
Pero algunos expertos no están de acuerdo, y afirman que se necesita más investigación antes de que el procedimiento se utilice en una mayor variedad de pacientes.
La Lap-Band es una estrategia en que una banda ajustable se coloca alrededor de la parte superior del estómago, para crear una bolsa. La bolsa recién creada restringe la cantidad de comida que un paciente puede ingerir a la vez, y ayuda a reducir el apetito.
En 2001, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. aprobó la Lap-Band para su uso en pacientes que son muy gravemente obesos (con un índice de masa corporal de 40 o más) y para los pacientes que son gravemente obesos (un IMC de entre 35 y 39.9) con una afección relacionada con la obesidad, como la hipertensión o la diabetes.
El IMC es una medida de la grasa corporal basada en una proporción entre la estatura y el peso. La obesidad normalmente se define como un IMC de 30 o más.
Desde la aprobación del dispositivo en 2001, la FDA ha ampliado la aprobación de la Lap-Band para su uso en pacientes obesos con un IMC de 30 a 39.9 que tengan al menos una afección relacionada con la obesidad, como por ejemplo diabetes o unos niveles altos de colesterol.
Allergan, fabricante del dispositivo, financió el nuevo estudio. En el estudio, los investigadores realizaron el procedimiento de Lap-Band en 149 pacientes que tenían un IMC de entre 35 y 39.9 y que no sufrían de una afección relacionada con la obesidad, o que tenían un IMC de entre 30 y 34.9 (obesidad moderada) con al menos una afección relacionada con la obesidad.
Un año después de someterse al procedimiento, casi el 85 por ciento de los pacientes habían perdido al menos el 30 por ciento de su peso corporal excesivo, con una pérdida promedio del peso excesivo del 65 por ciento. Alrededor de 66 por ciento de los pacientes ya no eran obesos.
Las afecciones relacionadas con la obesidad mejoraron en muchos pacientes, entre ellos el 64 por ciento de los que tenían colesterol alto, el 59 por ciento de los que tenían hipertensión y el 85 por ciento de los que tenían diabetes. La mayoría de los efectos secundarios del procedimiento fueron entre leves y moderados, y se aliviaron en un plazo de un mes.
Los resultados de los pacientes un año tras el procedimiento se mantuvieron o mejoraron a los dos años, según el estudio, que fue publicado en línea el 2 de mayo en la revista Obesity.
"Los pacientes de nuestro estudio habían sido obesos durante un promedio de 17 años", señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, el Dr. Robert Michaelson, de Northwest Weight Loss Surgery en Everest, Washington. "Probaron varios métodos más para perder peso, y al final optaron por el tratamiento quirúrgico cuando se cansaron de los repetidos fracasos a la hora de mantener la pérdida de peso".
"Los resultados de este estudio convencieron a la FDA de que la intervención temprana en el continuo de la obesidad es lo adecuado. Ofrecer tratamiento antes de que las personas desarrollen afecciones graves [relacionadas con] la obesidad", planteó Michaelson.
Además, la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (American Society for Metabolic and Bariatric Surgery) emitió una declaración de posición en la que respalda la cirugía para perder peso para los pacientes que tienen obesidad moderada y que no han tenido éxito con los métodos no quirúrgicos para perder peso.
"El próximo paso es lograr que los seguros privados y Medicare, que siguen utilizando las directrices establecidas en 1991, revisen la literatura indiscutible, eliminen las barreras para el tratamiento necesario de esta enfermedad y ofrezcan la oportunidad de curación a 27 millones de estadounidenses", planteó Michaelson.
Sin embargo, en un editorial que acompaña al estudio, los expertos dijeron que los beneficios y riesgos del procedimiento a largo plazo entre las personas con un IMC inferior a 40 aún están por determinar. También anotaron que los estudios han mostrado que las personas gravemente obesas que se someten al procedimiento de la Lap-Band con frecuencia comienzan a recuperar el peso unos dos años tras la cirugía.
También es preocupante que los efectos secundarios graves sean habituales, lo que incluye informes sobre unas tasas de extracción de los dispositivos de hasta el 50 por ciento, señalaron el Dr. David Arterburn, del Instituto de Investigación Grupal de Salud de Seattle, y la Dra. Melinda Maggard, de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Los dos expertos añadieron que "el estudio fue financiado por el fabricante del dispositivo, que participó en el diseño del estudio, y a todos los autores se les pagó por su trabajo, planteando una vez más la preocupación de un sesgo en la recolección e interpretación de los resultados".
Hasta que haya datos disponibles a más largo plazo sobre los beneficios y daños del procedimiento, el uso del procedimiento de la Lap-Band en pacientes con un IMC de 30 a 35 debe limitarse a los ensayos clínicos, afirmaron.
Pero otro experto respaldó el uso de la Lap-Band en personas que no sean extremadamente obesas.
"En mi experiencia clínica, es en este subgrupo [de pacientes menos obesos] donde hallo que la banda es más efectiva", aseguró el Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía de la obesidad en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Muchos pacientes con más peso no logran que la banda los haga comer más lentamente, y solo perciben un efecto cuando la banda se aprieta mucho", señaló Roslin. "En última instancia, eso lleva a problemas que pueden resultar en la extracción. En mi opinión, los resultados serán mejores en los pacientes con menos peso. Para los que tienen obesidad mórbida grave, pienso que los procedimientos de engrapado [del estómago] son superiores".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Mitchell Roslin, M.D., chief of obesity surgery, Lenox Hill Hospital, New York City; Obesity, news release, May 2, 2013
HealthDay
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