Investigadores españoles demuestran que el dispositivo que libera el fármaco everolimus presenta menos riesgo de trombosis que la aplicación convencional.
El stent farmacoactivo es más seguro que el convencional para tratar el infarto de miocardio, según ha demostrado un estudio diseñado por expertos del Hospital Clínic de Barcelona y promovido por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que ha sido presentado este martes en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, ESC 2011, que se celebra en París (Francia).
Hasta ahora, se creía que el farmacoactivo provocaba más coágulos dentro de la arteria coronaria; sin embargo, el citado trabajo ha mostrado que, mientras que con el convencional se producía una trombosis en el 2,5% de los casos, con el farmacoactivo sucedía en un 0,9% de las ocasiones.
Para el miembro de la SEC y principal investigador del estudio, el doctor Manel Sabaté, estos resultados "suponen un gran avance en el tratamiento del infarto, ya que se ha demostrado que el padecer un infarto de miocardio no es condición excluyente para que el paciente reciba un stent farmacoactivo".
"Los cardiólogos intervencionistas tenemos que perder el miedo a implantar stents farmacoactivos en el infarto, ya que se ha demostrado que es más seguro que el convencional", advierte este experto, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona.
El estudio 'Examination', que nació con el objetivo de comprobar cuál de los dos dispositivos era más eficaz y seguro, ha seguido a unos 1.500 pacientes, de los que la mitad recibieron un implante de 'stent' convencional y la otra mitad de un 'stent' que liberaba everolimus, registrado por Abbott como Xience.
Un año después de la intervención, el porcentaje de pacientes fallecidos, reinfartados o que precisaron cirugía fue del 14% en el grupo del stent convencional y del 11,9% en el del stent farmacoactivo.
Además, según informa Abbott, respecto a otros parámetros analizados no se mostraron diferencias significativas a nivel de mortalidad y reinfarto, pero se comprobó que la necesidad de nuevas revascularizaciones del vaso tratado era significativamente más baja en el 'stent Xience' (3,9%) frente al convencional (7%). Este ensayo se inició en diciembre de 2008 y tiene un seguimiento clínico de cinco años, por lo que se estima que se complete en mayo de 2015.
Primera causa de muerte
En España, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte. Dentro de ellas, el infarto agudo de miocardio es el más frecuente y se estima que en nuestro país, según la SEC, unas 70.000 personas sufren un infarto agudo de miocardio cada año.
Éste se produce cuando las arterias coronarias se bloquean. Ello puede ser inducido por distintas causas: las más comunes son por un coágulo de sangre y la aterosclerosis (depósito e infiltración de grasas en las paredes de las arterias).
Los 'stent' son dispositivos metálicos que se colocan con frecuencia después de una angioplastia con la finalidad de evitar que la arteria se cierre de nuevo. En el caso de liberar un fármaco, se supone que lo que se consigue es ayudar a prevenir ese cierre de la arteria.
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