Tratamiento y control de la hipertensión arterial
La hipertensión arterial afecta aproximadamente al 40 por ciento de la población y aumenta con la edad, llegando al 68 por ciento en personas mayores de 60 años. Para controlarla, ya que muchas veces es un síntoma más de otras patologías, no se puede abordar de forma estándar sin el estudio clínico minucioso del propio paciente, de sus hábitos de vida y de sus antecedentes personales. "Sin una historia clínica adecuada no se puede establecer un diagnóstico certero y por tanto un tratamiento eficaz", afirma Teresa Pascual Alonso, especialista en Medicina Interna del Hospital Recoletas Felipe II, en Valladolid.
Ester Crespo | 30/08/2011 13:19
La hipertensión arterial afecta al 40 por ciento de la población
Pascual Alonso cree que no se puede abandonar el uso de fármacos sin un estricto control médico; sólo el médico en función del estado clínico y de la evalución del paciente debe indicar la reducción de la dosis, el cambio de los fármacos y en su caso la utilización únicamente de medidas higiénico-dietéticas. "A veces, la modificación de los hábitos de vida como el control de la obesidad, los niveles de colesterol y el incremento de ejercicio físico, pueden disminuir la dosis de fármacos necesarios para el control tensional", afirma la especialista.
Todas estas medidas higiénico-dietéticas encaminadas a controlar y disminuir los desencadenantes etiológicos de la hipertensión arterial, obviamente retrasan e incluso impiden su establecimiento. "El control de la obesidad, el ejercicio físico aeróbico (es recomendable caminar al menos cinco días a la semana una media de seis kilómetros en una hora), el control adecuado de la diabetes y del colesterol, así como evitar la ingesta de tóxicos (alcohol, tabaco y drogas de abuso), mejoran también el pronóstico de las hipertensiones establecidas", señala Pascual Alonso.
Etiología y cifras tensionales
Según su etiología se encuentra la hipertensión arterial primaria y la secundaria. "La primaria se asocia a síndrome metábolico, es decir, dislipemia, hipertensión y resistencia a la captación de glucosa estimulada por la insulina. Está íntimamente relacionada con el incremento de riesgo vascular, ictus y enfermedad cardiacas". La secundaria puede estar producida por enfermedades hormonales, como la enfermedad de Oushing o el síndrome de Gordon, entre otros.
Y según sus cifras, 140-159 (sistólica) y 90-99 (diastólica) son las medidas que muestran que el paciente padece hipertensión en etapa 1. El diagnóstico se realiza mediante la toma de la tensión arterial con el esfingomanómetro y se aconseja realizar al menos dos mediciones en cada toma, repetidas en diferentes días. "En algunos pacientes se debe incrementar el estudio mediante monitores automáticos programados para la toma tensional cada 15-30 minutos durante el día y la noche", añade la especialista.
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