EUROCARE Mejora la supervivencia de los pacientes
La parcial fotografía del cáncer en España
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España carece de un registro nacional de tumores como sí tienen otros países
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Los registros parciales permiten una fotografía menos precisa del número real de casos
Jornadas 'Viaje a través del cáncer de mama'. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL
Los avances que se han incorporado al tratamiento del cáncer en los primeros años del siglo XXI comienzan a dar frutos. El mayor estudio europeo sobre supervivencia en pacientes con cáncer demuestra que las estadísticas han mejorado Europa -aún con diferencias entre países-; el problema es que la fotografía que aporta España sigue siendo incompleta debido a la ausencia de un registro nacional de tumores.
El número de casos que se registran en España cada año no deja de ser una estimación, una aproximación que se obtiene al extrapolar los datos de los registros de población que existen en algunas provincias. Según el estudio EURCARE que ahora publica la revista The Lancet Oncology, estos registros de tumores apenas representan al 17% de la población española, muy lejos de la cobertura del 100% que ofrecen la mayoría de países europeos.
De hecho, de los 29 países analizados para tener esta fotografía europea de la situación del cáncer, España es uno de los ocho que aún carece de un registro nacional, como recuerda en un comentario Alastair Munro, de la Universidad británica de Dundee. "Esta limitación impide una comparación adecuada entre los países con una cobertura completa de su población y aquellos con registros parciales [como es el caso de España]", alerta.
Como explica a EL MUNDO Rafael Marcos Gragera, responsable del registro de tumores de Girona, en nuestro país existe nueve registros de tumores que ofrecen "una cobertura muy parcial. Suponemos que es extrapolable a lo que ocurre en el resto de España, pero no tenemos información de lo que está pasando en muchas zonas". En los países donde sí existe un registro nacional, aclara, cada caso de cáncer se notifica obligatoriamente a una base de datos que permite obtener una fotografía precisa. Si esto no se hace en España, sugiere este epidemiólogo, es porque resulta muy caro.
Los nueve registros de tumores están situados en País Vasco, Cataluña (que tiene dos), Navarra, Cuenca, Valencia, Murcia, Albacete y Granada. En el caso de los niños sí existe un registro nacional con una cobertura mucho más completa (con casi el 93% de los casos que pasan por los servicios de oncología pediátrica). El profesor Marcos explica que estos registros captan una muestra aleatoria de todos los pacientes con cáncer españoles, "es bastante representativa y podemos suponer que extrapolable de lo que ocurre en otras provincias [sin registro], pero lo ideal sería tener un registro nacional".
Sin embargo, esta división este-oeste todavía sigue muy patente en lo que se refiere a ciertos tumores (mama, recto, próstata o melanoma), en los que la disparidad es más evidente. Si España ocupa una posición media-alta en supervivencia, los países peor situados son Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia.
En este tiempo, destacan los autores, se han producido mejoras significativas en la supervivencia de tumores como los de próstata, recto o linfomas no Hodking, algo que los autores atribuyen a un mejor manejo de esta enfermedades y de las técnicas quirúrgicas. De los 46 tipos de cáncer analizados, el de testículos es el que presenta mejor pronóstico (con una supervivencia a los cinco años del 88,6%), seguido del de labio, tiroides, próstata, melanoma, mama o linfoma de Hodgkin (todos ellos por encima del 80%). Los de peor pronóstico, en cambio, son los de páncreas , pleura (ambos por debajo del 10%) o hígado (apenas del 12%).
Aunque los autores atribuyen las diferencias que se aprecian entre países a la cantidad de recursos que se invierten en sanidad, admiten que hay otros elementos más difíciles de medir que también influyen en el pronóstico de un diagnóstico de cáncer, como el estado general de salud del paciente, el estilo de vida o el estatus socioeconómico.
El número de casos que se registran en España cada año no deja de ser una estimación, una aproximación que se obtiene al extrapolar los datos de los registros de población que existen en algunas provincias. Según el estudio EURCARE que ahora publica la revista The Lancet Oncology, estos registros de tumores apenas representan al 17% de la población española, muy lejos de la cobertura del 100% que ofrecen la mayoría de países europeos.
De hecho, de los 29 países analizados para tener esta fotografía europea de la situación del cáncer, España es uno de los ocho que aún carece de un registro nacional, como recuerda en un comentario Alastair Munro, de la Universidad británica de Dundee. "Esta limitación impide una comparación adecuada entre los países con una cobertura completa de su población y aquellos con registros parciales [como es el caso de España]", alerta.
Como explica a EL MUNDO Rafael Marcos Gragera, responsable del registro de tumores de Girona, en nuestro país existe nueve registros de tumores que ofrecen "una cobertura muy parcial. Suponemos que es extrapolable a lo que ocurre en el resto de España, pero no tenemos información de lo que está pasando en muchas zonas". En los países donde sí existe un registro nacional, aclara, cada caso de cáncer se notifica obligatoriamente a una base de datos que permite obtener una fotografía precisa. Si esto no se hace en España, sugiere este epidemiólogo, es porque resulta muy caro.
Los nueve registros de tumores están situados en País Vasco, Cataluña (que tiene dos), Navarra, Cuenca, Valencia, Murcia, Albacete y Granada. En el caso de los niños sí existe un registro nacional con una cobertura mucho más completa (con casi el 93% de los casos que pasan por los servicios de oncología pediátrica). El profesor Marcos explica que estos registros captan una muestra aleatoria de todos los pacientes con cáncer españoles, "es bastante representativa y podemos suponer que extrapolable de lo que ocurre en otras provincias [sin registro], pero lo ideal sería tener un registro nacional".
Mejora la supervivencia
Salvando esa crítica metodológica, el estudio Eurocare (liderado por Roberta De Angelis, del Instituto Superior de Sanidad de Roma) vuelve a dejar a España en una buena posición, con una supervivencia en la mayoría de tumores superior a la media europea. Los pacientes diagnosticados de cáncer entre los años 2000 y 2007 tienen mejor pronóstico que aquellos que enfermaron entre 1999 y 2001 viene a decir el trabajo y en este tiempo también se ha estrechado ligeramente la brecha que separa a los países occidentales de las antiguas repúblicas del este, donde estas mejorías en la supervivencia no son tan evidentes.Sin embargo, esta división este-oeste todavía sigue muy patente en lo que se refiere a ciertos tumores (mama, recto, próstata o melanoma), en los que la disparidad es más evidente. Si España ocupa una posición media-alta en supervivencia, los países peor situados son Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia.
En este tiempo, destacan los autores, se han producido mejoras significativas en la supervivencia de tumores como los de próstata, recto o linfomas no Hodking, algo que los autores atribuyen a un mejor manejo de esta enfermedades y de las técnicas quirúrgicas. De los 46 tipos de cáncer analizados, el de testículos es el que presenta mejor pronóstico (con una supervivencia a los cinco años del 88,6%), seguido del de labio, tiroides, próstata, melanoma, mama o linfoma de Hodgkin (todos ellos por encima del 80%). Los de peor pronóstico, en cambio, son los de páncreas , pleura (ambos por debajo del 10%) o hígado (apenas del 12%).
Aunque los autores atribuyen las diferencias que se aprecian entre países a la cantidad de recursos que se invierten en sanidad, admiten que hay otros elementos más difíciles de medir que también influyen en el pronóstico de un diagnóstico de cáncer, como el estado general de salud del paciente, el estilo de vida o el estatus socioeconómico.
También el cáncer infantil mejora
- En un segundo análisis Eurocare dedicado a los tumores infantiles también se constata una mejoría de casi cinco puntos porcentuales en la supervivencia de los niños de hasta 14 años. Según este trabajo, entre 2005 y 2007, casi el 80% de los niños diagnosticados sigue con vida a los cinco años de diagnóstico (mientras que en el periodo 1999-2001 este porcentaje era del 76%). Sin embargo, esa mejora no ha sido equivalente para todos los tipos de cáncer infantil, algunos de los cuales parecen haber 'estancado' su incremento de la supervivencia. Esta estabilización señala, a juicio de los autores, la necesidad urgente de seguir investigando nuevos tratamientos que permitan romper esa especie de 'techo de cristal'. De hecho, la supervivencia de los tumores del sistema nervioso central (los segundos más frecuentes en estas edades) sólo es del 58%. El profesor Rafael Peris-Bonet, responsable del Registro Nacional de Tumores Infantiles (fruto de la colaboración entre la Universidad de Valencia y la Sociedad Española de Oncología Pediátrica), reconoce que en algunos tumores la curva de mejora de la supervivencia es plana, "porque en los últimos años se ha mejorado tanto, que superar ese 80% de supervivencia exige mucho esfuerzo, nuevos tratamientos y protocolos...". En el caso de los niños, el registro nacional (creado en 1980) ofrece una cobertura de base hospitalaria de casi el 93%, aunque admite que es inevitable que haya algunas "pérdidas de información". De hecho, cuando se habla de datos exhaustivos, que cubran a toda la población (y no sólo los datos hospitalarios), la tasa de cobertura es del 40%. En cualquier caso, aclara, el cáncer infantil representa apenas un 1% de todos los diagnósticos, por lo que tiene una dimensión más pequeña de lo que requeriría un registro de adultos.
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