INVESTIGACIÓN Para ingeniería tisular y cirugía
Un 'superglue' capaz de pegar tejidos humanos
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Un adhesivo de nanopartículas podría sustituir a los tradicionales puntos de sutura
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Evitaría el uso de la aguja y uniría tejidos del organismo humano en sólo 30 segundos
El pegamento de nanopartículas logra pegar dos trozos de hígado de animal en 30 segundos. Revista Nature
Puede que no quede tanto para encontrar en los quirófanos un pegamento en lugar de aguja e hilo para dar puntos. Un equipo de científicos de la Universidad Pierre y Marie Curie (Francia) propone una especie de superglue realizado con nanopartículas capaz de pegar, en unos 30 segundos, tejido humano.
No es la primera vez que un grupo de investigadores intenta dar con la fórmula del adhesivo biológico. En la actualidad, los médicos unen tejidos con puntos de aguja. «Los diferentes tipos de tejidos en el organismo humano requieren distintos tipos de suturas. Pueden fabricarse con seda, poliméricos (polipropileno o el Gore-Tex) o con materiales metálicos», puntualiza Eduardo Jorge Herrero, investigador de la unidad de Bioingeniería del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid. La elección depende «de la carga de la zona que se va a suturar. Si es un dedo (como se mueve mucho) la sutura ha de ser fuerte para que la herida no se vuelva a abrir». En la piel, agrega, se usa mucho la seda, que al ser una proteína aguanta mucho».
El problema, tal y como relatan los creadores del futuro pegamento de tejidos, es que al introducir estos materiales en el organismo «pueden producir inflamaciones importantes». A veces, se reabsorben mal y, por lo tanto, la herida tarda más en cicatrizar. Para evitar estas complicaciones, varios equipos de expertos han puesto en marcha estudios en busca del material perfecto, «que se adapte al organismo mucho más rápido y la recuperación se acelere».
De forma experimental, expone el especialista español, se ha probado un intento de pegamento en cirugía cardiovascular. Este adhesivo no estaba basado en nanopartículas, sino en cianocrilato, una modificación del superglue autorizada para los organismos vivos. Sin embargo, «produce un calor que mata el tejido circulante y eso es perjudicial para la recuperación de la herida».
Como argumentan los investigadores franceses, «encontrar un método eficaz [que no sean los puntos] para unir tejidos biológicos es muy complicado», por la gran cantidad de agua que tienen. «Los adhesivos biológicos en húmedo no pegan». Sin embargo, un artículo de la revista Nature demuestra que las nanopartículas sí podrían lograrlo.
A diferencia del cianocrilato, el pegamento de nanopartículas no produce el nocivo efecto del calor, aunque, de momento, sólo se ha estudiado en animales. De la misma manera que se utiliza el superglue para pegar dos piezas de cerámica, los autores de este trabajo extendieron una solución de nanopartículas (óxido de silicio en polvo con agua) sobre la superficie de dos trozos de hígado de ternera, los presionaron y, «al cabo de unos 30 segundos, conseguimos una fuerte unión».
Dados los resultados, sus creadores creen que esta nueva propuesta de adhesivo biológico podría ser igual de «rápida, sencilla y eficaz en ingeniería tisular y en cirugía en humanos». Por eso, animan a que se siga investigando en esta línea.
«Sería una alternativa muy interesante a las suturas convencionales en intervenciones cardiovasculares», apunta el doctor Jorge Herrero. En este escenario, «hay que tratar venas muy pequeñas, se necesitan lupas de aumento y gran precisión para no romperlas. Al clavar la aguja para hacer un punto o al realizar el nudo se produce un daño en el tejido, inflamación e incluso desgarros». El pegamento de nanopartículas, «además de ser eficaz, en teoría, nos ahorraría este trabajo de microcirugía. Sólo tendríamos que presionar para unir tejidos».
Además, añaden los investigadores, «mejoraría el tiempo de respuesta». Según el proceso normal de los puntos, «mientras el tejido se va curando, el material que ha introducido la aguja se va reabsorbiendo y desaparece definitivamente, una vez que esa parte del cuerpo recupera su funcionalidad», relata Jorge Herrero. Las nanopartículas del esperado adhesivo biológico se integrarían perfectamente en el organismo y no tendrían que ser degradadas, por lo que el proceso de curación, prometen los autores del estudio, «sería más corto». Y otra de las ventajas que aporta este pegamento, según sus artífices, es que haciendo «modificaciones en su composición, podría aplicarse en cualquier tipo de tejido».
No es la primera vez que un grupo de investigadores intenta dar con la fórmula del adhesivo biológico. En la actualidad, los médicos unen tejidos con puntos de aguja. «Los diferentes tipos de tejidos en el organismo humano requieren distintos tipos de suturas. Pueden fabricarse con seda, poliméricos (polipropileno o el Gore-Tex) o con materiales metálicos», puntualiza Eduardo Jorge Herrero, investigador de la unidad de Bioingeniería del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid. La elección depende «de la carga de la zona que se va a suturar. Si es un dedo (como se mueve mucho) la sutura ha de ser fuerte para que la herida no se vuelva a abrir». En la piel, agrega, se usa mucho la seda, que al ser una proteína aguanta mucho».
El problema, tal y como relatan los creadores del futuro pegamento de tejidos, es que al introducir estos materiales en el organismo «pueden producir inflamaciones importantes». A veces, se reabsorben mal y, por lo tanto, la herida tarda más en cicatrizar. Para evitar estas complicaciones, varios equipos de expertos han puesto en marcha estudios en busca del material perfecto, «que se adapte al organismo mucho más rápido y la recuperación se acelere».
De forma experimental, expone el especialista español, se ha probado un intento de pegamento en cirugía cardiovascular. Este adhesivo no estaba basado en nanopartículas, sino en cianocrilato, una modificación del superglue autorizada para los organismos vivos. Sin embargo, «produce un calor que mata el tejido circulante y eso es perjudicial para la recuperación de la herida».
Como argumentan los investigadores franceses, «encontrar un método eficaz [que no sean los puntos] para unir tejidos biológicos es muy complicado», por la gran cantidad de agua que tienen. «Los adhesivos biológicos en húmedo no pegan». Sin embargo, un artículo de la revista Nature demuestra que las nanopartículas sí podrían lograrlo.
A diferencia del cianocrilato, el pegamento de nanopartículas no produce el nocivo efecto del calor, aunque, de momento, sólo se ha estudiado en animales. De la misma manera que se utiliza el superglue para pegar dos piezas de cerámica, los autores de este trabajo extendieron una solución de nanopartículas (óxido de silicio en polvo con agua) sobre la superficie de dos trozos de hígado de ternera, los presionaron y, «al cabo de unos 30 segundos, conseguimos una fuerte unión».
Dados los resultados, sus creadores creen que esta nueva propuesta de adhesivo biológico podría ser igual de «rápida, sencilla y eficaz en ingeniería tisular y en cirugía en humanos». Por eso, animan a que se siga investigando en esta línea.
«Sería una alternativa muy interesante a las suturas convencionales en intervenciones cardiovasculares», apunta el doctor Jorge Herrero. En este escenario, «hay que tratar venas muy pequeñas, se necesitan lupas de aumento y gran precisión para no romperlas. Al clavar la aguja para hacer un punto o al realizar el nudo se produce un daño en el tejido, inflamación e incluso desgarros». El pegamento de nanopartículas, «además de ser eficaz, en teoría, nos ahorraría este trabajo de microcirugía. Sólo tendríamos que presionar para unir tejidos».
Además, añaden los investigadores, «mejoraría el tiempo de respuesta». Según el proceso normal de los puntos, «mientras el tejido se va curando, el material que ha introducido la aguja se va reabsorbiendo y desaparece definitivamente, una vez que esa parte del cuerpo recupera su funcionalidad», relata Jorge Herrero. Las nanopartículas del esperado adhesivo biológico se integrarían perfectamente en el organismo y no tendrían que ser degradadas, por lo que el proceso de curación, prometen los autores del estudio, «sería más corto». Y otra de las ventajas que aporta este pegamento, según sus artífices, es que haciendo «modificaciones en su composición, podría aplicarse en cualquier tipo de tejido».
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