Traducido del inglés: miércoles, 10 de agosto, 2016
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
MARTES, 9 de agosto de 2016 (HealthDay News) -- Millones de estadounidenses se exponen a niveles no seguros de sustancias químicas peligrosas en el agua potable, que podrían provocar una variedad de problemas de salud, informan unos investigadores.
Esos problemas de salud pueden abarcar desde el cáncer hasta unos niveles más altos de colesterol y afecciones de los sistemas inmunitario y hormonal, advirtieron los científicos.
Los niveles de esos compuestos, conocidos como sustancias polifluoroalquiladas y perfluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), superan los niveles de seguridad recomendados por el gobierno para al menos seis millones de personas en Estados Unidos, encontró el estudio.
"Esas sustancias quizá tengan nombres complejos, pero las personas se exponen a ellas a través de las sartenes antiadherentes y los embalajes, cosas que usamos en nuestras vidas", apuntó la investigadora líder, Cindy Hu, del departamento de salud ambiental de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.
"Esas sustancias tienen efectos preocupantes para la salud, y el agua potable es una de las principales formas en que la gente se expone a los PFAS", añadió. Pero este estudio no se diseñó para probar que esas sustancias provoquen los problemas de salud.
Aunque algunos de esos compuestos se descartaron hace décadas, persisten en el ambiente, explicó Hu, y otros tipos de esas sustancias siguen usándose en la fabricación y en la espuma que se usa para apagar incendios.
Hu añadió que la exposición a los PFAS es probablemente incluso mayor de lo que se reporta en este estudio. Por ejemplo, ni siquiera se evalúan los PFAS en el agua potable que consumen casi 100 millones de estadounidenses, anotó.
A menos que las personas evalúen el agua que beben, no tienen ni idea de si se están exponiendo a niveles altos de PFAS, dijo Hu. Además, los efectos de salud de esas sustancias se pueden acumular con el tiempo, dado que tienden a permanecer en el organismo.
Las personas expuestas a los PFAS en el agua potable en realidad no tienen forma de evitar la exposición, lamentó Hu. La meta debe ser que esos compuestos no lleguen al agua en primer lugar. En los lugares donde el nivel de PFAS sea particularmente alto, el sistema de aguas locales debe ofrecer otra fuente de agua, planteó.
Los métodos de tratamiento regulares que usan las plantas de agua no eliminan esas sustancias del agua, añadió Hu. Hu tampoco considera que el agua embotellada sea una buena alternativa, porque tiene sus propios problemas, como el hecho de que compuestos de las botellas de plástico contaminen el agua.
El informe aparece en la edición del 9 de agosto de la revista Environmental Science & Technology Letters.
Para observar las cantidades de seis tipos de PFAS en el agua potable pública, Hu y sus colaboradores usaron datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. sobre más de 36,000 muestras de agua de todo el país, recolectadas entre 2013 y 2015.
Además, observaron sitios industriales que fabrican o utilizan PFAS. También observaron centros militares de entrenamiento de bomberos y aeropuertos civiles, donde se utiliza espuma para combatir incendios que contiene PFAS.
Los investigadores también revisaron los niveles de esos compuestos en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Esas plantas, que no pueden eliminar los PFAS mediante los métodos de tratamiento estándar, podrían contaminar el agua del suelo, explicaron los investigadores. Además, el fango de las aguas residuales de esas plantas con frecuencia se utiliza como fertilizante, apuntaron.
El 75 por ciento de los PFAS detectados se hallaban en el agua de 13 estados: Alabama, Arizona, California, Florida, Georgia, Illinois, Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio y Pensilvania.
De los sistemas de aguas públicas que los investigadores estudiaron, 66 tenían al menos una muestra que estaba en o por encima de los límites de seguridad de la EPA.
Los niveles más altos de PFAS se hallaron en las cuencas cercanas a lugares industriales, bases militares y plantas de tratamiento de las aguas residuales, dijo Hu.
Otro estudio, dirigido por Philippe Grandjean, profesor adjunto de salud ambiental de la Universidad de Harvard, también encontró efectos negativos para la salud de los PFAS.
Ese estudio, publicado el 9 de agosto en la revista Environmental Health Perspectives, observó a unos 600 adolescentes de las Islas Feroe, un país isleño cerca de la costa de Dinamarca. Los adolescentes expuestos a los PFAS tenían unos niveles más bajos de lo esperado de anticuerpos contra la difteria y el tétanos, aunque se habían vacunado contra estas enfermedades.
Esto sugiere que los PFAS, que se sabe que interfieren con la función inmunitaria, podrían reducir la efectividad de las vacunas en los niños, apuntaron los investigadores.
Un experto dijo que el problema es incluso mayor de lo que indican estos estudios.
"Se han realizado análisis de estos compuestos en apenas alrededor de un 10 por ciento de los sistemas comunitarios de agua de EE. UU.", comentó Erik Olson, director del programa de salud del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales. "Creemos que es un problema generalizado, y que una mayor monitorización detectaría una contaminación más amplia".
Incluso a niveles bajos, la exposición a los PFAS puede ser potencialmente nociva, añadió Olson. "Todas las evidencias sugieren que una exposición a niveles muy bajos puede resultar problemática, sobre todo para las madres embarazadas y los niños en desarrollo", advirtió.
Aunque uno sepa que el agua está contaminada con PFAS, hay poco que hacer, dijo. "La opción es usar agua potable de una fuente distinta, como el agua embotellada, pero tampoco hay estándares para esos compuestos en el agua embotellada", dijo Olson.
Los filtros comunes de agua que se compran en el supermercado tampoco eliminan los PFAS del agua, apuntó.
"Se puede conseguir un filtro que elimine todo, pero comprarlos y mantenerlos es caro, así que no hay muchas opciones", lamentó Olson. "La mejor solución es prevenir que el agua se contamine".
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Cindy Hu, M.S., department of environmental health, Harvard University, Boston; Erik Olson, director, health program, Natural Resources Defense Council, New York City; Aug. 9, 2016,Environmental Science & Technology Letters; Aug. 9, 2016, Environmental Health Perspectives
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