Día Mundial contra el cáncer: ¿Por qué no evitamos el cáncer de nuestros hijos?
AECC y SEOM llaman a reforzar la prevención de los tumores malignos, introduciendo más formación sobre hábitos de vida saludables
Una niña ingresada en la planta de oncología del Hospital de La Paz de Madrid. ULY MARTÍN
¿Qué haría si supiera que su hijo va a desarrollar cáncer y usted podría haberlo evitado? Quizás no suceda en la próxima década, pero sí podría pasar en su edad adulta, cuando la acumulación de malos hábitos de vida deterioren su salud. ¿Habría cambiado algo de su educación en la infancia, como salir juntos a hacer deporte o comer menos alimentos procesados? ¿Habría dejado de fumar y beber alcohol en presencia de menores? ¿Serviría de algo reclamar medidas preventivas a las instituciones y los centros educativos para que no se ignoren los factores de riesgo?
Con motivo del Día Mundial contra el cáncer, que se celebra este sábado, 4 de febrero, se han presentado las conclusiones del primer estudio sobre la situación de la Educación para la Salud en los centros de Primaria y Secundaria, elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Los resultados son desoladores: el 60% de los colegios e institutos dedican poco más de una hora al mes a esta asignatura transversal, que puede ser vital para la prevención de tumores. El estudio se realizó con encuestas a 1.700 profesores de centros públicos, concertados y privados, de los cuales un 88% considera que esta materia debería impartirse en horario lectivo, explicada por expertos ajenos al centro y con la implicación de las familias. Pero eso no sucede, y el profesorado no tiene apoyo ni formación específica para desarrollar estos temas.
“Lo primero que nos ha sorprendido del estudio es el poco tiempo que se dedica a la Educación para la Salud: en algunos centros menos de una hora al mes. Y estamos hablando de mensajes que pretenden cambiar hábitos de conducta. ¿Dedicamos a algo tan importante solo 60 minutos al mes? Es muy poco tiempo. Además, esta materia ─al depender de cada Comunidad Autónoma y a su vez de cada centro educativo─ tiene programas inconexos. Algunos centros, hablan más de nutrición y ejercicio físico, otros de bienestar emocional y educación sexual o drogodependencias, pero si no se imparte un temario cohesionado y común en todo el país sirve de poco. Necesitamos que se impliquen las instituciones, los centros escolares y las familias, porque la falta de prevención de hoy serán los casos de cáncer del futuro”, señala Jaime Rodríguez, director del Área de Programas de AECC.
Tabaco y alcohol carcinógenos
El informe de la asociación, además, destaca la incongruencia entre el creciente consumo de alcohol y tabaco entre adolescentes y la poca información que reciben sobre el cáncer que podrían desarrollar en las siguientes décadas. Los últimos estudios científicos relacionan una serie de comportamientos de riesgo socialmente aceptados que provocan distintos tumores. De hecho, si se corrigieran estos malos hábitos, la estimación es que se podría evitar 123.000 nuevos casos de cáncer en España al año.
Según el informe ESTUDES 2014-2015, el 9% de los jóvenes de 12 a 16 años fuma a diario y un 18,6% ha fumado cannabis en el último año, mientras el 40% de los centros de Secundaria no dedica ninguna hora a informar sobre drogodependencias, a pesar de que un 83% de los profesores cree que este tema debería ser prioritario. Planea sobre sus alumnos la sombra del futuro cáncer, sobre todo entre las chicas para las que el tabaco es más cancerígeno, aunque fumen en la misma proporción que los chicos.
En cuanto al consumo de alcohol, ocho de cada 10 escolares lo ha consumido alguna vez y dos de cada 10 se ha emborrachado en el último mes. Pero las borracheras frecuentes tienen mal pronóstico: está demostrado científicamenteque el abuso de consumo de alcohol produce cáncer de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, mama, colon, recto, hígado y vesícula biliar a largo plazo. Parece que los jóvenes no lo saben y sus padres no se escandalizan.
Otro de los comportamientos de riesgo que no se percibe como tal son las relaciones sexuales sin protección y las reticencias ante ciertas vacunas contra infecciones como el virus del papiloma humano. Recientemente se ha observado un aumento en el diagnóstico del cáncer de cérvix uterino, cáncer de cabeza y cuello, y cáncer orofaríngeo provocado por este virus, transmitido por sexo -vaginal, anal y oral- sin protección. La desinformación vuelve a jugar en contra de los adolescentes.
Sedentarismo y obesidad
“España no es uno de los países con más incidencia de cáncer del mundo, tiene un término medio con relación a los países de nuestro entorno, pero está claro que tenemos mucho que mejorar sobre todo en prevención. Muchos cánceres letales que se producen en nuestro país se podrían prevenir. No solo evitando el alcohol y el tabaco, sino tratando de controlar el sobrepeso y la obesidad con mejoras en la alimentación y aumento del ejercicio físico”, señala Miguel Martín, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Y añade: “El sedentarismo es una de las causas de cáncer más fácilmente evitables. pero los cambios en los hábitos de vida deben comenzar en la infancia. Se ha demostrado que el ejercicio físico es una buena forma de evitar no solo la obesidad y enfermedades derivadas, sino también determinados tumores. Incluso es recomendado en algunos casos como apoyo al tratamiento oncológico. En concreto, una reciente investigación del Grupo GEICAM dirigido por la doctora Marina Pollán ha confirmado la relación epidemiológica entre sedentarismo e incidencia de cáncer de mama: es decir, las mujeres que no realizan ejercicio físico presentan un 71% más de posibilidades de desarrollar cáncer de mama. Si fuesen más activas podrían evitarlo en más de un 13%”, explica el doctor.
Los cambios en los hábitos de vida empiezan a ser urgentes porque no se está fomentando de forma efectiva el deporte entre los más jóvenes, ni en sus hogares ni en los centros educativos. La SEOM acaba de publicar el informe Las Cifras del Cáncer en España 2017 con datos poco alentadores: la enfermedad se está extendiendo más rápido de lo que esperaban.
Con los datos sobre la mesa, confirman que uno de cada dos hombres, y una de cada tres mujeres sufrirá cáncer a lo largo de su vida. En 2015 se registraron 247.771 nuevos diagnósticos, que suponen 1.000 pacientes más que las estimaciones hechas para el año 2020, en parte debido al rápido envejecimiento de la población y la esperanza de vida mayor que da tiempo a desarrollar un cáncer antes o después. Por suerte, la ciencia consigue aumentar la supervivencia cada año y mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero eso no quita que el coste social y económico siga siendo muy alto.
Mapa de prevención del cáncer
El doctor Juan de la Haba, oncólogo del Hospital Reina Sofía y San Juan de Dios de Córdoba, ha puesto en marcha una investigación para conocer el riesgo de padecer cáncer entre la población, municipio a municipio, y proponer así medidas preventivas personalizadas. El estudio “Tan Solo 5 Minutos” es una encuesta en línea que aspira a crear un “mapa de prevención del cáncer” en España gracias a la participación ciudadana.
“Algunos de los datos que ya estamos observando en las encuestas son muy representativos. Por ejemplo, el 12% de la población encuestada es obesa. Y si añadimos sobrepeso a la obesidad, nos encontramos con un tercio de la población que afirma no hacer ningún tipo de ejercicio físico, ni siquiera 30 minutos al día de paso ligero. En cambio, sí hemos encontrado un aumento de la actividad física entre la población mayor de 65 años, ¿por qué? Muy posiblemente porque tienen tiempo para hacerlo. Algo estamos haciendo mal con el ritmo de vida que tenemos, la falta de conciliación laboral y los horarios que ni siquiera nos permiten dedicar ese tiempo diario para hacer deporte”, señala el oncólogo. Esto coincide con otros patrones familiares como un 41,3% de niños entre 6 y 9 años con sobrepeso y un 74% de la población que cree erróneamente que la obesidad tiene poca influencia en el cáncer.
Los primeros resultados de la encuesta “Tan Solo 5 Minutos” confirman las sospechas sobre los hábitos de vida típicamente españoles. Casi un 45% de los participantes consumen tres o más dosis de 25 centilitros de alcohol al día y uno de cada cuatro sigue siendo fumador. El 32,28% de los encuestados ─con más incidencia entre hombres menores de 35 años─ admite consumir carne roja procesada más de tres veces a la semana. Por otra parte, un 9% de la población encuestada afirma haber sufrido algún tipo de enfermedad de transmisión sexual, en muchos casos debida a un inicio precoz en las relaciones sexuales sin protección.
“Esta herramienta online individualiza los riesgos de quien rellene la encuesta. Recibe una valoración automática de sus hábitos de vida: si come demasiada carne procesada o fuma mucho, si debería hacerse una mamografía por edad o patrón… no pretende sustituir al médico de cabecera, sino hacer una evaluación de riesgos. Cuantas más personas participen, más definidos tendremos los municipios por hábitos de vida y se podrán plantear campañas y acciones más efectivas dependiendo de las necesidades de cada ciudad”, explica el responsable del proyecto.
De momento han conseguido casi 130.000 participantes anónimos. Su objetivo es llegar a los 450.000 encuestados que permitirán elaborar el primer mapa dinámico de factores de riesgo para la prevención del cáncer.
CONSEJOS DE LA SEOM PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER
Un 35% de los tumores que se diagnostican en España son evitables cambiando los hábitos de vida.
Estas son algunas recomendaciones que pueden aplicarse en los hogares para mejorar la salud futura de los niños y adolescentes:
- Reducir el consumo de alcohol al mínimo y no fumar en absoluto en casa. Los niños toman el ejemplo de sus padres. Si las reuniones sociales se hacen en torno a copas y tabaco, repetirán ese patrón en la adolescencia y normalizarán su consumo.
- Cambios en la dieta: más alimentos de origen vegetal, menos de origen animal y reducir a un mínimo las procesadas, como embutidos. Cambiar la merienda de bocadillo de chorizo diario por fruta. Además, se recomienda no cocinar a altas temperaturas y evitar las comidas carbonizadas que forman sustancias químicas mutagénicas, es decir, que cambian el ADN a favor del cáncer.
- Ejercicio físico regular, a ser posible en grupo para mantener la socialización y motivación, como medida de control del sobrepeso. La obesidad no solo provoca enfermedades cardiovasculares, sino también cáncer. El ejercicio está recomendado tanto para su prevención como para su tratamiento.
- Evitar la exposición al sol en horas puntas sin protección, entre las 12 horas y las 18 horas, tanto en verano como en la nieve en invierno.
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