"Un esfuerzo tan intenso no es nada saludable"

Miguel Ángel Gómez Vidal, cirujano cardiovascular del Hospital Quirón Salud Sagrado Corazón e Infanta Luisa, de Sevilla, ha participado por primera vez en la maratón de Nueva York.

C.C. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 06/01/2018 10:00

PREGUNTA. ¿Por qué ha decidido cruzar el charco en esta ocasión?
RESPUESTA. Ésta es mi tercera maratón, tras la de Berlín hace tres años y la de Valencia hace un año. He estado varias veces en Nueva York y es una ciudad increíble. Es la maratón soñada por todo corredor, a pesar de ser una de las más duras del mundo.

"Es la maratón soñada por todo corredor a pesar de ser una de las más duras del mundo"

P. ¿Cómo describiría la dureza de esta carrera?
R. La prueba es tan dura por los preámbulos. Necesitas levantarte cinco horas antes, llegar a la salida tres horas antes y esperar en los cajones de salida durante al menos dos horas al aire libre con unas temperaturas bajas y climatología adversa. La prueba en esas condiciones, a la que se añaden con cuestas importantes en los kilómetros 1, 15 y 28, la hacen ser algo rompe-piernas. El reto es superar todas estas contrariedades.

P. ¿Fue solo o acompañado en esta aventura?
R. Fui con un grupo de nueve compañeros cardiólogos de diferentes partes del país (Madrid, Alicante, Murcia, Gerona y Barcelona) que conocí en Berlín en mi primera maratón.

P. ¿Se considera corredor amateur o profesional?
R. Amateur. No compito por marcas, corro para mantenerme físicamente y, al no ser un deporte muy placentero para mí, me fijo metas atractivas para incentivarme y entrenar por un objetivo o meta.

P. ¿Cómo se entrenó para el gran evento del año?
R. A partir de julio con un programa diseñado para amateurs por la propia organización de la maratón de Nueva York. Consiste en aumentar progresivamente los kilómetros corridos por semana, intercalando entrenamientos específicos para la musculatura abdominal, para la velocidad o para la resistencia a la anaerobiosis. Llegas a hacer, como máximo, 30 km en las tres semanas previas a la maratón y a partir de ahí vas decreciendo hasta llegar a la carrera.

"Solo es soportable si te has preparado y mantienes unas condiciones de salud y una preparación óptimas"

P. ¿Cuáles son sus mejores cualidades como corredor?
R. Tenacidad, perseverancia y conocimiento de tu cuerpo y tus posibilidades.

P. ¿Qué le aporta ese conocimiento propio a nivel físico?
R. Cada persona debe conocer su respuesta al ejercicio en diferentes condiciones de temperatura; las propias sensaciones son tan importantes como los entrenamientos. Te permite saber cuándo debes parar para estirar, alimentarte, beber, no desfallecer o lesionarte. No se recomienda probar nada nuevo el día de la carrera, como ropa, calzado o alimentos, ya que cualquier detalle te puede llevar al fracaso.

P. ¿Cuáles son los mejores recuerdos que se lleva de la maratón?
R. La capacidad de superación de la gente con todo tipo de minusvalías, como los que corren acompañados por ser ciegos o tener pierna ortopédica. Cuando los ves, sientes que no puedes quejarte.

P. Y del ambiente de allí, ¿qué destacaría?
R. Increíble, festivo, multicultural... Es, sin duda, la capital del mundo. Da la sensación de que la maratón se realiza todos los meses. La policía te ofrece geles energéticos, la gente plátanos, naranjas y frutos secos. No dejas de oír gritos de aliento durante todo el recorrido, alternados con grupos de música y de góspel al pasar por las iglesias del Bronx.

P. ¿Alguna vez se planteó abandonar el recorrido?
R. En varias ocasiones pensé que no llegaba. Te lleva a seguir adelante la necesidad de cumplir tu sueño para el que llevas preparándote cuatro meses, un sueño compartido con la familia, hijos, amigos, incluso con tu fisioterapeuta, que están pendientes de ti, conocen el esfuerzo que has hecho, esas tiradas largas de más de 20 km los domingos y las privaciones de excesos. Los recuerdas y te ayudan a llegar.

P. ¿Consiguió cubrir los 42 kilómetros de recorrido?
R. No recuerdo en qué posición quedé pero sí que llegué en casi cinco horas. Lo importante, más que participar, es llegar.

P. ¿Algún punto crítico durante el trayecto?
R. Los puentes, sobre todo el de Queensboro, en el km 28, con una cuesta que se hizo eterna. Lo solventé alternando caminar y correr para dosificar mejor los esfuerzos.

P. ¿Cómo hizo frente al mal tiempo?
R. Fue durísimo. No hubo excesivo frío para lo que suele ser habitual, pero sí llovió al menos durante 30 km y hubo algo de viento. Una mezcla infame para el organismo.

P. ¿Cómo se recuperó tras la maratón?
R. Aún estoy en fase de recuperación. Cuando llegué a meta tuve una pequeña crisis de hipotermia y al día siguiente una sesión de fisioterapia en un hotel cercano. Las primeras semanas sin esfuerzos, con alguna carrera corta y suave, te ayudan a recuperarte. Se recomienda esperar al menos un mes para plantearte algún otro reto. Por mi parte, alternar con otras actividades deportivas ayuda a no perder la forma.

P. ¿Cómo afecta a la salud correr una maratón de estas características?
R. Un esfuerzo tan intenso no es saludable de ninguna manera; solo es soportable si te has preparado y mantienes unas condiciones de salud y preparación óptimas, más a mis 53 años.

P. ¿Qué tipo de españoles van a correr?
R. De todo tipo, desde frikis del running hasta aficionados que cumplen un sueño por una sola vez, pasando por deportistas habituales de las carreras.