Hacer ejercicio entre cuatro y cinco días a la semana ralentiza el envejecimiento del corazón
A medida que las personas envejecen, las arterias tienden a endurecerse, lo que eleva el riesgo de enfermedad cardiaca
El Médico Interactivo | 28 - mayo - 2018 12:04 pm
Una nueva investigación publicada en ‘The Journal of Physiology’ concluye que es necesario realizar ejercicio durante entre cuatro y cinco días a la semana para mantener el corazón joven. Estos hallazgos podrían ser un paso importante para desarrollar estrategias de prácticas de ejercicio para frenar el envejecimiento.
La cantidad óptima de ejercicio requerida para frenar el envejecimiento del corazón y los vasos sanguíneos ha sido un tema de debate vigoroso. A medida que las personas envejecen, las arterias, que transportan sangre dentro y fuera del corazón, tienden a endurecerse, lo que eleva el riesgo de enfermedad cardiaca.
Aunque cualquier forma de ejercicio reduce el riesgo general de muerte por problemas cardiacos, esta nueva investigación muestra que distintos tamaños de arterias se ven afectados de manera diferente por la cantidad variable de ejercicio. Entre dos y tres días a la semana de 30 minutos de ejercicio pueden ser suficientes para minimizar la rigidez de las arterias medianas, mientras que se requiere de cuatro a cinco días a la semana para mantener juveniles las arterias centrales más grandes.
Los autores realizaron un examen transversal de 102 personas mayores de 60 años, con una historia de ejercicio de por vida constantemente registrado. Se recogieron medidas detalladas de la rigidez arterial de todos los participantes, que luego se clasificaron en uno de cuatro grupos según su historial de ejercicio de por vida: sedentario: menos de dos sesiones de ejercicio por semana; casuales: de dos a tres sesiones de ejercicios semanales; comprometidos: entre cuatro y cinco sesiones de ejercicio por semana y atletas: de seis a siete sesiones de ejercicios por semana.
Las arterias más grandes requieren ejercicio más frecuente
Al analizar los resultados, el equipo de investigación descubrió que un historial de práctica de ejercicio ocasional de por vida (de dos a tres veces por semana) daba como resultado arterias de tamaño medio más juveniles, que suministran sangre oxigenada a la cabeza y el cuello. Sin embargo, las personas que hacían ejercicio entre cuatro y cinco veces a la semana también presentaban arterias centrales más grandes y juveniles, que suministraban sangre al tórax y al abdomen, además de las medianas más sanas.
El hecho de que las arterias más grandes parezcan requerir un ejercicio más frecuente para mantenerse jóvenes ayudará al desarrollo de programas de ejercicios a largo plazo. También permite que el equipo de investigación se centre ahora en si el envejecimiento del corazón puede revertirse mediante el entrenamiento físico durante un largo periodo de tiempo.
La investigación puede haber estado limitada por el hecho de que los individuos fueron asignados a grupos basados en la frecuencia de ejercicios anteriores, a diferencia de otros componentes de programas de ejercicios como intensidad, duración o modo, todos los cuales podrían tener un gran impacto en las adaptaciones vasculares. Además, factores adicionales no medidos, como la ingesta dietética y los antecedentes sociales, podrían influir en el cumplimiento arterial indirectamente a través de una adherencia reducida, o por medios no relacionados con el ejercicio.
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