La exposición al ozono al nacer aumenta el riesgo de desarrollar asma
El 92 por ciento de la población vive en lugares con mala calidad del aire
El Médico Interactivo | 28 - mayo - 2018 11:57 am
Un estudio a largo plazo de la salud de niños canadienses descubrió que la exposición al ozono (O3), un contaminante atmosférico común, al nacer se asociaba con un 82 por ciento más de riesgo de desarrollar asma a los tres años. El análisis, que fue un seguimiento de 10 años del Cuestionario de Evaluación de la Salud Infantil de Toronto 2006 (T-CHEQ), se presenta en la Conferencia Internacional de la Sociedad Torácica Americana de 2018.
“Nuestros hallazgos muestran que el cociente de riesgo para el ozono medido al nacer como único contaminante mostraron riesgos estadísticamente más altos para el desarrollo de asma, rinitis alérgica y eccema –dice la autora principal Teresa To, científica senior de Servicios de Evaluación de salud infantil en el Hospital para niños enfermos (SickKids), Toronto, Ontario, Canadá–. Nuestros resultados son importantes porque el estudio examina el efecto de la contaminación en los resultados de salud en la primera infancia y tiene el seguimiento longitudinal más prolongado de una cohorte de niños en edad escolar en Canadá”.
Para esta parte del estudio T-CHEQ, se siguió a 1.881 niños desde el nacimiento hasta los 17 años de edad, en promedio. Entre estos niños, el 31 por ciento desarrolló asma, el 42 por ciento tenía rinitis alérgica y el 76 por ciento padecía eccema. Se asoció un riesgo un 82 por ciento mayor de desarrollar asma con cada 10 partes por mil millones, o aumento de ppb en la exposición al ozono en el momento del nacimiento. No se observó un riesgo similar en relación con la exposición al dióxido de nitrógeno o PM2.5, un tipo de contaminante.
El equipo de investigadores tomó concentraciones medias anuales de contaminantes de estaciones de monitorización fijas en Ontario y asignaron estas medidas basadas en los códigos postales de los participantes en el estudio al momento del nacimiento. Se determinaron el desarrollo del asma, la rinitis alérgica y el eccema en función de los registros de los servicios de salud utilizados para estas afecciones. Los investigadores ajustaron los resultados para variables como la historia de asma de los padres y la exposición temprana a los contaminantes en el hogar.
Algunos estudios han demostrado que el ozono reduce la actividad antioxidante y aumenta las indicaciones de inflamación en el revestimiento del líquido del tracto respiratorio y afecta al crecimiento pulmonar. “Examinamos O3 y NO2, así como partículas en partículas PM2.5 y partículas ultrafinas, porque estos son los contaminantes clave que se han sugerido en la literatura que exacerban el asma, la diabetes, la hipertensión y las enfermedades crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) “, dice To, quien también es profesora en la Escuela de Graduados de Salud Pública de la Universidad de Toronto.
“Está bien respaldado por los hallazgos de la investigación que la exposición a corto y largo plazo al NO2 y a las partículas puede aumentar las exacerbaciones del asma, los síntomas respiratorios, las hospitalizaciones e incluso la mortalidad. De la misma manera, la exposición a corto plazo al O3 puede elevar el riesgo de infecciones respiratorias en niños”, agrega.
Los niños corren mayor riesgo porque sus pulmones y otros órganos respiratorios son más pequeños y pasan más tiempo en actividades físicas al aire libre que los hacen respirar más rápido y más profundamente. La mala calidad del aire puede tener un mayor impacto sobre ellos.
“La calidad del aire en Ontario, Canadá es relativamente buena la mayoría de los días del año, sin embargo, observamos un efecto adverso en los resultados de salud en los niños que estuvieron expuestos a la contaminación del aire en el nacimiento y en la vida temprana”, señala To.
Y continúa: “Esto tiene implicaciones significativas para otros países que tienen niveles más altos de contaminación. Está bien establecido que la exposición a corto plazo a contaminantes como el ozono puede disminuir la función pulmonar, agravar el asma y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. La exposición a largo plazo puede conducir a la progresión de la enfermedad, como por ejemplo de asma a EPOC, y podría elevar el riesgo de muerte”.
El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2016 sobre la contaminación del aire y la salud indicó que el 92 por ciento de la población mundial vive en lugares donde los niveles de la calidad del aire superan los límites de la OMS. Según la OMS, una de cada ocho muertes en el mundo es el resultado de la exposición a la contaminación del aire, lo que convierte a la contaminación del aire en el mayor riesgo para la salud ambiental mundial.
“La contaminación del aire no es solo uno o unos pocos problemas de los países, sino más bien un problema de salud pública mundial –dice To–. Aunque se pueden tomar medidas individuales para reducir la exposición a los contaminantes del aire, también se requiere la acción de las autoridades públicas a nivel nacional, regional e internacional. Reducir la contaminación del aire podría salvar millones de vidas”.
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