La densidad de la ciudad y el clima influyen en cómo será la temporada de gripe
La gripe se propaga y evoluciona en una variedad de animales; el pronóstico y control de esto es importante para la salud pública
El Médico Interactivo | 10 - octubre - 2018 12:38 pm
Cuantas más personas tenga una ciudad y más organizados sean los movimientos de sus habitantes, más durará su temporada de gripe, incluso si las condiciones climáticas no son favorables para que se propague la gripe, según un nuevo informe, publicado en ‘Science’. Los hallazgos del documento, que “implican un cambio en el pensamiento sobre el control de la infección”, según una perspectiva relacionada, representan un paso importante hacia una mejor predicción de las tendencias de brotes de influenza, que enferman a millones de personas anualmente en Estados Unidos y matan a decenas de miles.
La temporada de gripe de invierno 2017-2018 en Estados Unidos, como un ejemplo, fue particularmente larga y severa, desafiando al sistema de salud del país. La gripe se propaga y evoluciona en una variedad de animales; el pronóstico y control de esto es importante para la salud pública. Sin embargo, se han propuesto varios factores, incluidos los relacionados con la inmunidad, la aglomeración social, las cambiantes condiciones climáticas y más para explicar el tamaño y la forma de las epidemias de influenza estacional. Inferir la importancia relativa de cada uno es un desafío.
Para predecir con mayor precisión los brotes de gripe, los investigadores deben analizar una variedad de procesos, desde la urbanización hasta el clima. En esta investigación, trabajando para obtener predicciones más precisas sobre la gripe estacional, Benjamin Dalziel y sus colegas de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos, analizaron datos semanales sobre la incidencia de la gripe (representados por datos de pacientes estadounidenses que visitaron consultorios médicos con enfermedades similares a la influenza entre 2002 y 2008) de más de 600 regiones de Estados Unidos de diferentes tamaños y con estructuras variadas, incluyendo patrones de transporte.
Tras su análisis, informan que la influenza se propaga de manera diferente en los centros urbanos con focos de alta densidad de población conectados por movimientos organizados. En esas metrópolis, los casos de gripe fueron más difusos durante los meses de invierno, incluso al principio y al final de la temporada cuando el clima no es óptimo para la transmisión de la gripe.
Por el contrario, en las ciudades más pequeñas, los casos de gripe se agruparon con mayor frecuencia en un periodo corto durante la temporada alta. Los diferentes patrones de epidemia de gripe estacional que observaron los autores por región geográfica, como la tendencia a que los casos de gripe se agrupen más estrechamente en el sureste de Estados Unidos, persistieron año tras año, dicen.
Con la hipótesis de que estos patrones podrían deberse en parte a las respuestas a los factores climáticos, los investigadores evaluaron la influencia de una métrica climática clave: humedad específica. A medida que disminuye, las gotas de humedad que las personas infectadas con gripe tosen permanecen viables en el aire (fuera de su huésped) durante más tiempo. Los modelos revelaron cómo los patrones de humedad locales en las regiones clave contribuyeron a las diferencias en los patrones de gripe allí, y las epidemias de gripe fueron más intensas en las ciudades con mayores cambios de humedad.
Quizás, en contra de lo que cabría pensar, fueron las ciudades con tamaños de población más pequeños donde los cambios de humedad desempeñaron un papel más importante. En esos lugares, la transmisión de la gripe simplemente debido a la alta densidad de población se reduce levemente, y como tal, la disminución de la humedad es más una bendición para la propagación del virus de la gripe.
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