Tratamiento de los tumores vasculares infantiles (PDQ®)–Versión para profesionales de salud
Información general sobre los tumores vasculares infantiles
Las anomalías vasculares conforman un grupo de enfermedades poco frecuentes clasificadas como tumores o malformaciones vasculares. La Asamblea General de la International Society for the Study of Vascular Anomalies (ISSVA, abril de 2014), adoptó un sistema de clasificación actualizado que se publicó hace poco.[1] Por lo general, los tumores vasculares son proliferativos, mientras que las malformaciones aumentan de tamaño por la expansión de una anomalía del desarrollo sin proliferación subyacente.
El crecimiento o la expansión de las anomalías vasculares pueden causar problemas clínicos tales como desfiguración, dolor crónico, infecciones recidivantes, coagulopatías (trombóticas y hemorrágicas), disfunción orgánica y muerte. Las personas afectadas a menudo presentan síntomas clínicos progresivos con empeoramiento de la calidad de vida.
Se dispone de opciones limitadas de tratamiento; su eficacia no se ha validado en ensayos clínicos prospectivos. Tradicionalmente, las terapias han sido sobre todo intervenciones y cirugías para aliviar los síntomas. Ahora se dispone de fármacos nuevos, como el propranolol y el sirólimus, para tratar a los pacientes con algunas de estas afecciones complejas. Ya se publicó el primer ensayo clínico prospectivo en el que se usó propranolol para el hemangioma infantil, y también se publicó el primer ensayo clínico prospectivo de evaluación de la eficacia de sirólimus para las anomalías vasculares complejas.[2,3]
Los hemangiomas infantiles, con prevalencia de 4 a 5 %, son los tumores benignos más comunes de la lactancia. Otros tumores vasculares son poco frecuentes. La clasificación de estos tumores ha sido difícil, en especial en el entorno de la población pediátrica, debido a su escasez, la apariencia morfológica atípica, su comportamiento clínico variado y la falta de estratificación independiente de los tumores pediátricos. En 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la clasificación de los tumores vasculares de tejido blando. Los tumores pediátricos no se estratificaron de forma independiente y, aunque la mayor parte de la terminología permaneció sin cambios, la categoría intermedia de tumores se dividió en localmente invasor y, con poca frecuencia metastatizante. La clasificación ISSVA de los tumores se basa en la clasificación de la OMS (consultar los Cuadros 1 y 2), pero la clasificación ISSVA utiliza una terminología más precisa y fenotipos acordados por los miembros de ISSVA.
La calidad de los datos probatorios sobre los tumores vasculares infantiles está limitada por la recolección retrospectiva de datos, el tamaño pequeño de la muestra, el sesgo de selección y la participación en las cohortes, así como la heterogeneidad de los trastornos.
Bibliografía
- Wassef M, Blei F, Adams D, et al.: Vascular Anomalies Classification: Recommendations From the International Society for the Study of Vascular Anomalies. Pediatrics 136 (1): e203-14, 2015. [PUBMED Abstract]
- Léauté-Labrèze C, Hoeger P, Mazereeuw-Hautier J, et al.: A randomized, controlled trial of oral propranolol in infantile hemangioma. N Engl J Med 372 (8): 735-46, 2015. [PUBMED Abstract]
- Adams DM, Trenor CC, Hammill AM, et al.: Efficacy and Safety of Sirolimus in the Treatment of Complicated Vascular Anomalies. Pediatrics 137 (2): e20153257, 2016. [PUBMED Abstract]
- Fletcher CDM, Bridge JA, Hogendoorn P, et al., eds.: WHO Classification of Tumours of Soft Tissue and Bone. 4th ed. Lyon, France: IARC Press, 2013.
- International Society for the Study of Vascular Anomalies: ISSVA Classification for Vascular Anomalies. Melbourne, Australia: International Society for the Study of Vascular Anomalies, 2018. Available online. Last accessed April 09, 2019.
Tumores benignos
Los tumores vasculares benignos son los siguientes:
Hemangioma infantil
Incidencia y epidemiología
Los hemangiomas infantiles (HI) son los tumores vasculares benignos más comunes de la lactancia: se presentan en 4 a 5 % de los lactantes. No suelen estar presentes en el momento del nacimiento y se diagnostican con mayor frecuencia entre las 3 y 6 semanas de vida.[1-3] La lesión prolifera durante un promedio de 5 meses, se estabiliza y luego involuciona a lo largo de varios años.
Los hemangiomas infantiles son más comunes en las mujeres, los pacientes blancos no hispanos y los lactantes prematuros. Los hemangiomas múltiples son más comunes en los lactantes de gestaciones múltiples.[1,4] Los hemangiomas infantiles se relacionan con la edad avanzada de la madre y las complicaciones placentarias.[1]
Características biológicas
La mayoría de los hemangiomas infantiles se presentan de modo esporádico. Sin embargo, en casos excepcionales obedecen a una anomalía del cromosoma 5 que se presenta con un patrón autosómico dominante.[5] En un estudio en el que se evaluaron los patrones hereditarios de los hemangiomas infantiles, se encontró que 34 % de los pacientes tenía antecedentes familiares de hemangioma infantil, en su mayoría en un pariente de primer grado.[6]
Se comprobó que las células endoteliales del hemangioma infantil son de naturaleza clonal.[7,8] La proliferación del hemangioma infantil se produce durante la vasculogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de angioblastos), a diferencia de la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de vasos sanguíneos ya formados). Durante la proliferación, se expresan factores provasculogénicos, como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), el factor de crecimiento de fibroblastos (FCF), el CD34, el CD31, el CD133, el LYVE-1 y el factor de crecimiento similar a la insulina (FCI)-2.[9-12] Durante la involución, los hemangiomas infantiles exhiben aumento de la apoptosis.[12] Durante esta fase, también aumentan los mastocitos y las concentraciones de metaloproteinasa; asimismo, se produce un aumento regulado del interferón y disminuye el FCF básico (FCFb).[12-14] Durante su desarrollo, las células endoteliales del hemangioma infantil expresan un fenotipo particular que se observa con una tinción positiva para la expresión de un transportador de glucosa (GLUT1). Las células endoteliales placentarias también expresan GLUT1, pero este no se encuentra en otros tumores vasculares como el hemangioma congénito y las malformaciones vasculares.[15]
Es posible que la hipoxia cumpla una función en la patogenia de los hemangiomas. Como se describió antes, los hemangiomas se relacionan con afecciones vinculadas con hipoxia placentaria,[1] y se demostró que hay varias sustancias afectadas por la hipoxia [16,17] en los hemangiomas proliferantes; entre estas, el VEGF-A, el GLUT1 y el FCI-2.[9,11,15] Las hipótesis indican que un hemangioma proliferante es un intento de normalizar el tejido hipóxico que se produce in utero.
Cuadro clínico inicial
La mayoría de los hemangiomas infantiles no están presentes en el momento del nacimiento, pero a menudo se observan lesiones precursoras como telangiectasia, discromía tenue o hipopigmentación de la piel. La lesión se puede confundir con un hematoma debido a un trauma de nacimiento o con una malformación capilar (mancha en vino de Oporto) (consultar la Figura 1).[18,19]
Los hemangiomas infantiles se pueden ubicar en la superficie de la dermis, en la profundidad del tejido subcutáneo, ser combinados o estar en las vísceras. Las lesiones combinadas son comunes. Son más comunes en la cabeza y el cuello, pero se presentan en cualquier lugar del cuerpo. Pueden ser de naturaleza localizada, segmentaria o múltiple.
El aspecto cutáneo de un hemangioma infantil por lo general es de color rojo o carmín, y es firme y caliente en la fase proliferativa. La lesión luego se aclara en el centro y se vuelve tibia y más suave; a continuación, se aplana y pierde el color. El proceso de involución puede tomar varios años y, después de involucionar, es poco común que vuelva a crecer. En dos pacientes tratados con hormona de crecimiento, se observó nuevo crecimiento luego de la involución.[20] Después de realizar investigaciones adicionales, se encontraron receptores de la hormona de crecimiento en las células del hemangioma infantil. Si bien es un resultado preliminar, este hallazgo quizá promueva la investigación etiológica del crecimiento del hemangioma.
Las secuelas permanentes que se presentan después de la involución de los hemangiomas incluyen la telangiectasia, la anetodermia, la piel redundante y un componente superficial persistente (consultar la Figura 2). En un estudio de cohorte retrospectivo de 184 hemangiomas, la incidencia general de secuelas importantes fue de 54,9 %. Estas fueron más comunes en los hemangiomas combinados, hemangiomas con borde elevado o irregular, y hemangiomas superficiales con aspecto de empedrado. Por otra parte, en este estudio se descubrió que la edad promedio de la involución del hemangioma fue los 3,5 años.[21]
Evaluación diagnóstica y estadificación
Los hemangiomas se suelen diagnosticar por los antecedentes y el aspecto clínico. Pocas veces se necesita una biopsia y solo se realiza si el aspecto, los antecedentes y la presentación clínica inicial son atípicos. Por lo general, no se necesitan pruebas con imágenes, pero si hay una lesión más profunda sin un componente cutáneo, las imágenes por ultrasonido sirven para el diagnóstico porque revelan una lesión de flujo alto con una característica típica de onda Doppler.[22]
Hemangioma infantil de crecimiento mínimo o interrumpido
El hemangioma infantil de crecimiento mínimo o interrumpido (IH-MAG) es una variante del hemangioma que se puede confundir con una deformidad capilar por sus características inusuales. Estos hemangiomas están completamente formados en el momento del nacimiento y se caracterizan por telangiectasias y vénulas con áreas de coloración claras y oscuras en la piel (consultar la Figura 3). Se resuelven de forma espontánea y expresan GLUT1 como característica patológica.[23] Se encuentran, en su mayoría, en la parte inferior del cuerpo pero pueden presentarse en la zona de la cabeza y el cuello; si son segmentarios, es posible que se relacionen con el síndrome PHACE.[24]
Hemangioma infantil de las vías respiratorias
Los hemangiomas infantiles de las vías respiratorias se suelen relacionar con hemangiomas segmentarios de distribución en barba, que pueden incluir todas o algunas de las siguientes áreas: piel preauricular, mandíbula, labio inferior, mentón o parte anterior del cuello. Es importante que un otorrinolaringólogo evalúe de forma proactiva las lesiones con esta distribución antes de que aparezcan signos de estridor. La incidencia del hemangioma infantil de las vías respiratorias aumenta a medida que se agranda la superficie del área de la barba comprometida.[25] El hemangioma infantil de las vías respiratorias se puede presentar sin lesiones en la piel. En un estudio retrospectivo de la Vascular Anomaly Database del Children's Hospital of Pittsburgh se analizaron 761 casos de hemangioma infantil. Trece pacientes (1,7 %) tenían hemangiomas subglóticos; de esos 13 pacientes, 4 pacientes (30 %) tenían distribución en barba, 2 pacientes (15 %) tenían hemangiomas cutáneos y 7 pacientes (55 %) no tenían lesiones cutáneas.[26] (Para obtener información sobre el tratamiento del hemangioma infantil de las vías respiratorias, consultar la sección de este sumario sobre Terapia con Propranolol).
Compromiso oftálmico de los hemangiomas
Los hemangiomas periorbitarios pueden afectar la visión.[27] Por lo general, esto ocurre con los hemangiomas de la parte media del párpado superior; sin embargo, cualquier hemangioma alrededor de los ojos que sea lo suficientemente grande puede obstruir el eje visual. El médico debe estar atento a los hemangiomas perioculares subcutáneos, porque es posible que estas lesiones se extiendan a la órbita y produzcan exoftalmía o desplazamiento del globo ocular con manifestaciones cutáneas mínimas. Los problemas que producen estas lesiones incluyen astigmatismo debido a presión directa del hemangioma en crecimiento, ptosis, proptosis y estrabismo. Una de las causas más importantes de ceguera prevenible en niños es la ambliopía por privación de estímulos derivada de la obstrucción por un hemangioma. Se debe hacer una evaluación oftalmológica a todos los pacientes con hemangiomas periorbitarios o con cualquier posibilidad de compromiso visual.
Síndromes relacionados con el hemangioma infantil
Los síndromes relacionados con el hemangioma infantil son los siguientes:
- Síndrome PHACE: el síndrome PHACE es un grupo de enfermedades que se define por la presencia de un hemangioma infantil segmentario grande, por lo habitual ubicado en la cara o la cabeza, que se relaciona con una o más malformaciones congénitas (consultar la Figura 5). El síndrome PHACE es más frecuente en niñas y en neonatos de embarazos únicos nacidos a término y con peso normal.[29-34] El síndrome es frecuente en los pacientes con hemangiomas infantiles. En un estudio prospectivo de 108 lactantes con hemangiomas grandes en la cara se observó que 31 % de los pacientes sufría de síndrome PHACE.[35]En una reunión de un grupo de expertos, se establecieron criterios de consenso para el síndrome PHACE definitivo y posible, de la siguiente manera:[31]PHACE
- P (posterior): anomalías de la fosa posterior. Las anomalías incluyen malformaciones de la fosa posterior, como el complejo de Dandy-Walker, la hipoplasia cerebelosa, la atrofia y la disgenesia o agenesia del vermis. Los efectos de estas anomalías incluyen retrasos del desarrollo y disfunción hipofisaria.[36]
- H (hemangioma): hemangioma. Un hemangioma segmentario grande sobre la cara, el cuello y, con poca frecuencia, el tórax y el área del hombro.
- A (arterial): anomalías arteriales. Las anomalías cerebrovasculares incluyen anormalidades en la arteria carótida, y ausencia, dilatación o estrechamiento de los vasos encefálicos. Estas anomalías, en especial de la arteria carótida, producen obstrucción arterial progresiva e incluso accidente cerebrovascular. Se describieron otros problemas neurológicos en la lactancia y la niñez.[33,34,37-39]
- C (cardiac): anomalías cardíacas. Las anomalías cardíacas más comunes son la coartación aórtica (la coartación es más proximal y afecta segmentos más largos), las anomalías intrincadas del cayado aórtico y los defectos de comunicación interauricular o interventricular.
- E (eye): anomalías oculares. Las anomalías oculares incluyen la microftalmia, las anomalías vasculares retinianas y los vasos retinianos fetales persistentes, la exoftalmía, el coloboma y la atrofia del nervio óptico. Estas anormalidades son poco comunes y se presentan en entre 7 y 10 % de los pacientes.[40]
Para diagnosticar el síndrome PHACE se necesita examen clínico, evaluación cardíaca con ecocardiograma, evaluación oftalmológica, e imágenes por resonancia magnética (IRM) o angiografía por resonancia magnética (ARM) de la cabeza, el cuello y el mediastino. Los pacientes necesitan vigilancia a corto y largo plazos de los efectos descritos. Otros problemas incluyen retrasos en el habla y el lenguaje, disfagia, hipoacusia (conductiva y neurosensorial) y migrañas de inicio temprano.[41-43]En un informe de dos pacientes con hemangioma infantil retrorbitario y arteriopatía, se indicó una posible presentación inicial nueva del síndrome PHACE.[44] Para los pacientes con proptosis, desviación del globo ocular y estrabismo se recomienda una IRM/ARM. Es posible que se necesiten pruebas adicionales para el síndrome PHACE según los hallazgos en el sistema nervioso central (SNC). - Síndrome LUMBAR/PÉLVICO/SACRO: los hemangiomas localizados sobre la columna lumbar o sacra quizá se relacionen con problemas genitourinarios, anomalías anorrectales o problemas neurológicos como la médula anclada.[45-47] Para describir el síndrome de hemangioma segmentario en las áreas lumbar, pélvica y sacra, se han utilizado los siguientes criterios. Este síndrome se ha descrito en la bibliografía con varios acrónimos en inglés:LUMBAR
- L (lower-body): hemangioma de la parte inferior del cuerpo y otros defectos cutáneos.
- U (urogenital): anomalías o ulceraciones urogenitales.
- M (myelopathy): mielopatía.
- B (bone): deformidades óseas.
- A (anorectal): malformaciones o anomalías arteriales anorrectales.
- R (renal): anomalías renales.
PELVIS- P (perineal): hemangioma perineal.
- E (external): malformaciones de genitales externos.
- L (lipomyelomeningocele): lipomielomeningocele.
- V (vesicorenal): anomalías vesicorrenales.
- I (imperforate): ano imperforado.
- S (skin): papiloma cutáneo.
SACRAL- S (spinal): disrafia espinal.
- A (anogenital): anogenital.
- C (cutaneous): cutáneo.
- RAL (renal associated lumbosacral): anomalías renales y urológicas relacionadas con un angioma de localización lumbosacra.
Las lesiones segmentarias sobre el pliegue interglúteo y la columna lumbar se deben evaluar con ecografía o IRM, según la edad del paciente.
Los lactantes con más de 5 hemangiomas se deben evaluar para identificar hemangiomas viscerales. El sitio de compromiso más común es el hígado, en donde se pueden observar lesiones múltiples o difusas.[48,49] A menudo, estas lesiones son asintomáticas pero, en una minoría de casos, se presentan síntomas de insuficiencia cardíaca secundaria a derivaciones de los vasos grandes, síndrome compartimental o hipotiroidismo profundo por la expresión de la yodotironina desyodinasa.[50] Se pueden presentar hemangiomas hepáticos difusos sin lesiones cutáneas. (Para obtener más información, consultar la sección de este sumario sobre Tumores vasculares hepáticos benignos). Otras complicaciones poco frecuentes de los hemangiomas viscerales que dependen del compromiso de órganos específicos, son la hemorragia gastrointestinal, la ictericia obstructiva y las secuelas en el SNC por efectos de la masa tumoral.
Tratamiento del hemangioma infantil
Las opciones de tratamiento del hemangioma infantil son las siguientes:
- Terapia con propranolol.
- Otras terapias con bloqueantes β selectivos.
- Terapia con corticoesteroides.
- Terapia con láser de colorante pulsado. Por lo general, se utiliza para los hemangiomas ulcerados y las lesiones residuales como una telangiectasia después del período de proliferación.[51] La terapia con láser de colorante pulsado ayuda a controlar el dolor de los hemangiomas infantiles ulcerados. El uso de esta terapia de láser como tratamiento inicial para los hemangiomas infantiles es objeto de controversia.
- Extirpación quirúrgica. Con el advenimiento de nuevos tratamientos médicos, la cirugía se reserva para lesiones ulceradas, lesiones residuales, lesiones perioculares grandes que interfieren con la visión y lesiones en la cara con un efecto cosmético que no reacciona bien a la terapia médica.[52]
- Terapia con bloqueantes β tópicos.
- Terapia combinada para los hemangiomas complicados.
Terapia con propranolol
El propranolol, que es un bloqueante β no selectivo, es la terapia de primera línea para los hemangiomas infantiles. Los posibles mecanismos de acción incluyen vasoconstricción o disminución de la expresión del VEGF y FCFb, lo que conduce a la apoptosis.[53,54] Los mecanismos específicos de acción están en investigación.
El efecto del propranolol se observó por primera vez en dos lactantes tratados por problemas cardíacos en Europa. Se observó cambio de color, ablandamiento y disminución del tamaño del hemangioma. Desde entonces, se notificaron los resultados de un ensayo aleatorizado controlado.[55] En 2014, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el clorhidrato de propranolol para el tratamiento del hemangioma infantil proliferante.
Hay muchos otros informes publicados sobre la eficacia y la inocuidad del propranolol.[56-60] La ausencia de respuesta al tratamiento es infrecuente. La terapia con propranolol por lo general se usa durante la fase de proliferación, pero también es eficaz para pacientes mayores de 12 meses con hemangiomas infantiles.[61]
Datos probatorios (terapia con propranolol):
- En un ensayo aleatorizado grande patrocinado por la industria, 456 lactantes de 5 semanas a 5 meses con un hemangioma infantil proliferante de por lo menos 1,5 cm recibieron un placebo o el propranolol (1 mg/kg por día o 3 mg/kg por día) durante 3 o 6 meses. Después de un análisis provisional de los primeros 188 pacientes que completaron 24 semanas del tratamiento del ensayo, se seleccionó el régimen de 3 mg/kg por día durante 6 meses para el análisis final de eficacia.[55][Grado de comprobación: 1iDiv]
- De los pacientes que recibieron el régimen seleccionado, 88 % mostraron mejoría en la semana 5, en comparación con 5 % en los pacientes que recibieron el placebo.
- Los efectos adversos fueron poco frecuentes.
- En 635 lactantes con hemangioma infantil, la tasa de respuesta general fue de 91 % después de la administración de 2 mg/kg por día; la mayoría de los pacientes exhibieron regresión y solo 2 % tuvieron efectos secundarios, ninguno grave.[60][Grado de comprobación: 3iiiDiv]
- En un metanálisis en el que se evaluaron 5130 pacientes de 61 estudios, se concluyó que el propranolol fue más eficaz e inocuo que otros tratamientos para el hemangioma infantil.[62]
- Las lesiones de hemangioma infantil de las vías respiratorias son poco frecuentes; por lo tanto, hay pocos estudios prospectivos. En un metanálisis de 61 pacientes se observó una tendencia a la disminución del fracaso del tratamiento con estrategias de dosis incrementales, lo que es compatible con el uso de dosis más altas de propranolol para estos pacientes (3 mg/kg por día). En el análisis también se indicó que el uso simultáneo de corticoesteroides y propranolol quizás haya reducido la eficacia en los pacientes de hemangiomas infantiles segmentarios de las vías respiratorias; sin embargo, los tratamientos anteriores con corticoesteroides no fueron nocivos.[63] Se necesitan nuevos estudios prospectivos para validar estos resultados.
A partir de las recomendaciones del panel de consenso de expertos y de revisiones actualizadas, las consideraciones para la administración de la terapia con propranolol son las siguientes:[64-66]
- Inicio del tratamiento: el tratamiento se debe llevar a cabo en consulta con un especialista en anomalías vasculares pediátricas con pericia en el diagnóstico y el tratamiento de los tumores vasculares infantiles, y en el uso de propranolol en los niños. De acuerdo con un panel de consenso de expertos, se sugiere que se considere la hospitalización para iniciar la administración del propranolol oral en las siguientes circunstancias:[64]
- Lactantes de 5 semanas de edad o menos (corregida por la edad gestacional).
- Lactante de cualquier edad con apoyo social insuficiente.
- Lactante de cualquier edad con afecciones comórbidas que tengan efectos en el sistema cardiovascular o respiratorio, incluso hemangiomas de las vías respiratorias sintomáticos.
- Lactante de cualquier edad con afecciones que alteren la regulación de la glucemia.
La evaluación pretratamiento (paciente hospitalizado o ambulatorio) incluye los siguientes aspectos:- Antecedentes, con especial atención a las anomalías cardiovasculares y respiratorias (por ejemplo, problemas de alimentación, disnea, taquipnea, diaforesis, sibilancias, soplo cardíaco), y antecedentes familiares de bloqueo cardíaco o arritmia.
- Examen físico que incluya una evaluación cardíaca y pulmonar, así como la medición de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- No se llegó a un acuerdo sobre la necesidad de realizar un electrocardiograma antes del tratamiento; sin embargo, en 2 estudios se determinó que no había contraindicaciones para la terapia con betabloqueantes en 6,5 a 25 % de los pacientes que presentaron anomalías en el electrocardiograma.[66,67] Se debe considerar un electrocardiograma en niños con frecuencia cardíaca más baja de la normal para la edad, y antecedentes de arritmia o arritmia detectada durante el examen.
- Antecedentes familiares de enfermedad cardíaca congénita o antecedentes maternos de enfermedades del tejido conjuntivo.
- Dosificación: por lo general, la dosificación que se usa es de 1 a 3 mg/kg por día dividida en 2 o 3 dosis. Los pacientes inician con una dosis de 0,5 a 1 mg/kg por día y, luego, se va aumentando la dosis. Al comienzo, la dosificación de 3 veces por día se recomienda para lactantes menores de 8 semanas y pacientes con síndrome PHACE.
- Vigilancia: la vigilancia varía según la institución donde se lleve a cabo. Sin embargo, el propranolol oral alcanza su valor máximo después de 1 a 3 horas de la administración, por ello en la mayoría de los centros se mide la frecuencia cardíaca 1 y 2 horas después de cada dosis y, luego, cuando se aumenta la dosis por lo menos 0,5 mg/kg por día. La educación de los padres y el paciente incluye cuándo interrumpir el medicamento, los síntomas de hipoglucemia, la alimentación necesaria durante la noche y el momento en que se deben comunicar con el médico por problemas, como una enfermedad que quizá interfiera con la ingesta oral, o que posiblemente lleve a deshidratación o dificultades respiratorias.
- Contraindicaciones: la terapia con propranolol está contraindicada en lactantes y niños que tienen los siguientes problemas:
- Bradicardia sinusal.
- Hipotensión.
- Bloqueo auriculoventricular mayor que de primer grado.
- Insuficiencia cardíaca.
- Asma.
- Hipersensibilidad.
- Síndrome PHACE. Es posible que el síndrome PHACE con arteriopatía en el SNC o con coartación de la aorta sea una contraindicación relativa. La decisión de tratar se debe tomar en consulta con neurología y cardiología.
- Efectos adversos: los efectos adversos del propranolol son los siguientes:[68]
- Hipoglucemia.
- Hipotensión.
- Bradicardia.
- Trastornos del sueño.
- Diarrea o estreñimiento.
- Extremidades frías.
Estas complicaciones se notificaron en varios estudios y las complicaciones graves fueron infrecuentes.[68] El riesgo de estas complicaciones aumenta en pacientes con comorbilidades y enfermedades simultáneas, como diarrea, vómitos e infecciones respiratorias. Se debe considerar la necesidad de vigilancia estricta y posibles períodos de interrupción del medicamento durante períodos de enfermedad. - Reactivación del hemangioma tras la terapia con propranolol: la reactivación es el crecimiento de hemangiomas infantiles después del cese de la administración de propranolol. En una revisión retrospectiva de 997 pacientes de hemangioma infantil en múltiples instituciones, se encontró una tasa de reactivación de 25,3 % en 912 pacientes para los que se contó con datos suficientes. En un análisis univariante, los factores relacionados con la reactivación incluyeron la interrupción del tratamiento antes de los 9 meses de edad, el sexo femenino, la localización en la cabeza o el cuello, el patrón segmentario y el compromiso de piel profunda o combinada. En un análisis multivariante, solo se observó una relación significativa entre los hemangiomas infantiles profundos y el sexo femenino.[69]
- Crecimiento tardío de los hemangiomas infantiles: es posible que el crecimiento de un hemangioma se presente en pacientes mayores de 3 años y se ha informado de su crecimiento hasta los 8,5 años. Los factores de riesgo asociados incluyen la morfología segmentaria, los hemangiomas grandes, el síndrome PHACE y las lesiones cutáneas y subcutáneas profundas en la cabeza y el cuello.[70]
Otras terapias con bloqueantes β selectivos
Debido a la naturaleza no selectiva y lipofílica del propranolol, que tiene la capacidad de pasar la barrera hematoencefálica, se están usando otros bloqueantes β para tratar los hemangiomas infantiles. En dos pequeños estudios comparativos, no hubo diferencia en la eficacia entre el propranolol y el atenolol.[71,72] En un estudio retrospectivo de nadolol, se observaron resultados similares.[73] En un estudio prospectivo de 76 lactantes tratados con atenolol, se observó eficacia e inocuidad similares a las del propranolol.[74][Grado de comprobación: 3iiDiv] Se necesitan más estudios para evaluar las diferencias de toxicidad entre estos fármacos y el propranolol. Hay algunos indicios de que los bloqueantes β más selectivos producen menos efectos secundarios.[75]
Terapia con corticoesteroides
Antes del propranolol, los corticoesteroides eran el tratamiento de primera línea para el hemangioma infantil. Se usaron por primera vez al final de la década de 1950, pero nunca recibieron la aprobación de la FDA de los Estados Unidos. La terapia con corticoesteroides se tornó menos popular debido a los efectos secundarios agudos y a largo plazo de estos fármacos (irritabilidad gastrointestinal, inmunodepresión, inhibición corticosuprarrenal, características cushingoides y retraso del crecimiento).
Los corticoesteroides (prednisona y metilprednisolona) se usan a veces cuando la terapia con bloqueantes β está contraindicada o como tratamiento inicial mientras el paciente comienza a recibir el bloqueante β.[76]
Terapia con bloqueantes β tópicos
Los bloqueantes β tópicos se usan sobre todo para el tratamiento de hemangiomas superficiales, localizados y pequeños como alternativa a la observación. También se han usado en combinación con terapia sistémica para los hemangiomas complicados o con el fin de prevenir la reactivación en un hemangioma cuando se comienza a disminuir la terapia sistémica.[77-79]
Se ha usado timolol tópico en una solución oftálmica de gel al 0,5 %. Se aplica una gota en el hemangioma 2 o 3 veces por día hasta que se logra una respuesta estable.
Este tratamiento tiene pocos efectos adversos, pero los lactantes con edad posmenstrual menor de 44 semanas y peso de menos de 2500 g en el momento de iniciar el tratamiento, quizá estén en riesgo de efectos adversos tales como bradicardia, hipotensión, apnea e hipotermia.[80,81] De ser necesario, se recomienda la vigilancia minuciosa de la temperatura, la presión arterial y la frecuencia cardíaca al comienzo y durante la terapia con timolol tópico en los lactantes prematuros y de bajo peso al nacer con hemangiomas infantiles.
Datos probatorios (terapia con bloqueantes β tópicos):
- En un estudio multicéntrico retrospectivo de cohorte, se trató con timolol al 0,5 % 2 veces por día a 731 niños con hemangiomas de predominio superficial. Se observó una mejora importante del color en 92 % de los pacientes y mejora del tamaño, extensión y volumen en 77 %. El timolol tópico por lo general se toleró bien. Sin embargo, hay pocos datos sobre su inocuidad.[79]
Terapia combinada para los hemangiomas complicados
La terapia combinada se considera al inicio del tratamiento para las lesiones complicadas con alteraciones funcionales o compromiso orgánico, o se utiliza al final de la terapia sistémica para prevenir el crecimiento nuevo de un hemangioma en reactivación. Se necesita más investigación sobre la eficacia e inocuidad de estos regímenes.
Datos probatorios (terapia combinada para los hemangiomas complicados):
- En un estudio aleatorizado prospectivo en el que se comparó propranolol y 2 semanas de terapia con corticoesteroides con propranolol solo, se descubrió una disminución en el tamaño del hemangioma a las 2, 4 y 8 semanas, pero no se encontró diferencia estadística del tamaño a los 6 meses.[82]
- En un estudio aleatorizado prospectivo en el que se comparó timolol y propranolol con propranolol solo, se informó acerca de la atenuación del color del hemangioma infantil en el grupo que recibió timolol, pero no se encontró diferencia en el tamaño general del hemangioma infantil entre los dos grupos de tratamiento.[83]
- Se ha usado la terapia tópica de timolol combinada con propranolol oral.[84,85][Grado de comprobación: 3iiDiv]
Opciones de tratamiento en evaluación clínica para los hemangiomas infantiles
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presentan ejemplos de ensayos clínicos nacionales o institucionales en curso:
- NCT02505971 (Nadolol Versus Propranolol in Children With Infantile Hemangioma): en este estudio aleatorizado, con enmascaramiento doble y controlado del Toronto Sick Kids, se evalúa la eficacia e inocuidad de ambos grupos (nadolol y propranolol). Participarán pacientes con hemangiomas que necesiten tratamiento sistémico.
- NCT02913612 (Efficacy, Safety, and Pharmacokinetics of Topical Timolol in Infants With Infantile Hemangioma [TIM01]): este es un estudio multicéntrico, aleatorizado con enmascaramiento doble de farmacocinética, eficacia e inocuidad. Se compara maleato de timolol al 0,25 % con maleato de timolol al 0,5 %.
Ensayos clínicos en curso
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Hemangiomas congénitos
Los hemangiomas congénitos son tumores vasculares benignos que proliferan in utero. La evolución de estas lesiones está completa en el momento del nacimiento. En el estudio histológico estas lesiones no expresan GLUT1, a diferencia de los hemangiomas infantiles. Estos hemangiomas suelen ser cutáneos, pero se pueden localizar en las vísceras. Las complicaciones son hemorragia, insuficiencia cardíaca transitoria y coagulopatía transitoria.[86]
Para el médico que no está familiarizado con estas lesiones, el diagnóstico de los hemangiomas congénitos es difícil. Los criterios diagnósticos incluyen una lesión purpúrica completamente formada en el momento del nacimiento, con frecuencia hay un halo alrededor de la lesión y se observa flujo alto en la imagen ecográfica. Para el diagnóstico es esencial la observación de la estabilidad o cambio de tamaño con el paso del tiempo. Estas lesiones no aumentan de tamaño a menos que haya hemorragia dentro del tumor.
Se encontraron algunas mutaciones activadoras en GNAQ y GNA11 que se relacionan con los hemangiomas congénitos.[87] Se necesitan estudios adicionales para evaluar la importancia de estos hallazgos, así como la posibilidad de que ayuden al diagnóstico y a entender las características fisiopatológicas.
Los hemangiomas congénitos se subdividen en las tres formas siguientes:
- Hemangiomas congénitos de involución rápida (RICH). Estas lesiones tienen flujo alto y gran tamaño, están completamente formadas al nacer, pero empiezan a involucionar rápido al cabo de 12 a 15 meses. Es posible que se ulceren y sangren, y pueden causar insuficiencia cardíaca transitoria y coagulopatía leve. Después de la involución, por lo general se observan algunos cambios residuales en la piel (consultar la Figura 6).[88-91] En una serie de casos retrospectivos de hemangiomas congénitos, se observaron varios hallazgos ecográficos de riesgo alto para RICH. Los lagos venosos se relacionaron con insuficiencia cardíaca y se observó un mayor riesgo de hemorragia con los lagos venosos y la ectasia venosa. Los lactantes con RICH se deben evaluar mediante ecografía y realizar un seguimiento riguroso en el caso de que se observen estas características de riesgo alto.[92]
- Hemangiomas congénitos de involución parcial (PICH). Estas lesiones están completamente formadas al nacer y su involución es parcial.[93]
- Hemangiomas congénitos sin involución (NICH). Estas lesiones están formadas al nacer y nunca involucionan. Según la localización de las lesiones y si causan deterioro funcional, es posible que se necesite extirpación quirúrgica.[94,95]
Tumores vasculares hepáticos benignos
En la bibliografía, los tumores vasculares hepáticos se suelen clasificar como hemangioendoteliomas hepáticos; una clasificación amplia que ya no se usa. Estos tumores se clasifican de acuerdo con sus características clínicas y la evaluación radiológica.
Las lesiones se suelen dividir en las tres categorías siguientes:[49]
En las IRM, los tumores vasculares hepáticos son hiperintensos en las imágenes T2 e hipotensos en las imágenes T1; las imágenes después del contraste exhiben realce periférico temprano con realce difuso posterior.[49]
Lesiones vasculares focales (hemangiomas congénitos)
Las lesiones focales en el hígado, por lo general son hemangiomas congénitos (RICH o NICH) (consultar la Figura 7). Los RICH se pueden manifestar con síntomas de insuficiencia cardíaca y coagulopatía leve a moderada.
Las opciones de tratamiento de las lesiones vasculares focales son las siguientes:
- Tratamiento de apoyo.
- Embolización para las derivaciones sintomáticas. Este procedimiento lo debe realizar un radiólogo intervencionista con pericia en el tratamiento de anomalías vasculares.[96]
- Cirugía. Los pacientes con un hemangioma congénito hepático focal sintomático que no reaccionan bien al tratamiento de apoyo o a la intervención radiológica quizá sean aptos para someterse a una resección quirúrgica. Esta es una situación infrecuente que debe evaluar un equipo interdisciplinario de anomalías vasculares.
Ningún medicamento ha demostrado ser un tratamiento eficaz para estas lesiones; los lactantes necesitan apoyo durante este período inicial hasta que comienza la involución.[49] Es posible diagnosticar estas lesiones antes del nacimiento. En situaciones poco frecuentes, el tratamiento materno con medicamentos como corticoesteroides fue eficaz, pero es más probable que la causa haya sido una involución natural.[97]
Lesiones hepáticas múltiples (hemangiomas infantiles)
Las lesiones hepáticas multifocales son hemangiomas infantiles. Es posible que no sea necesario tratar las lesiones multifocales si el paciente es asintomático; por lo general, estas lesiones siguen el mismo curso proliferativo y de involución que los hemangiomas cutáneos.[49] Estas lesiones se vigilan de cerca y, si hay crecimiento, se debe considerar la terapia con propranolol. Si se necesita propranolol, las dosis de hasta 2 mg/kg son eficaces.
Lesiones hepáticas difusas (hemangiomas infantiles)
Las lesiones hepáticas difusas pueden ser muy graves (consultar la Figura 8). Las complicaciones incluyen hipotiroidismo causado por expresión de la yodotironina desyodinasa, insuficiencia cardíaca congestiva y síndrome compartimental.[48,49,98,99]
Las opciones de tratamiento de las lesiones hepáticas difusas son las siguientes:
- Propranolol: los bloqueantes β constituyen el tratamiento más común para los hemangiomas infantiles difusos del hígado y algunos hemangiomas multifocales del hígado. Se indican dosis de tratamiento de 2 a 3 mg/kg por día.[55]
- Quimioterapia: se han utilizado corticoesteroides, ciclofosfamida y vincristina para tratar el hemangioma hepático difuso infantil.[49,100,101]
- Trasplante: si un paciente no reacciona bien al tratamiento médico, es posible que esté indicado realizar un trasplante.[102] El trasplante se considera solo para los pacientes con lesiones difusas graves que tienen falla orgánica multisistémica y para los que no hay tiempo de usar una farmacoterapia eficaz.
Se notificaron casos aislados de malignidad en pacientes con hemangiomas infantiles hepáticos difusos.[103] No está claro si todos los casos eran una transformación de una lesión benigna a un fenotipo maligno; sin embargo, si la lesión no reacciona bien a la terapia estándar se debe considerar una biopsia. Se necesitan más evaluación y consenso para determinar si estos pacientes se deben vigilar durante un período de tiempo más largo con ecografía hepática. (Para obtener más información, consultar la sección Angiosarcoma de tejido blando de este sumario).
El diagnóstico diferencial de las lesiones vasculares hepáticas siempre incluye los tumores hepáticos malignos; por lo tanto, la alfafetoproteína (AFP) se debe incluir en los análisis de laboratorio iniciales. En los hemangiomas congénitos e infantiles de hígado, las concentraciones de AFP pueden elevarse sobre los niveles iniciales, pero después disminuyen con rapidez al cabo de 1 a 2 meses; sin embargo, no hay estudios prospectivos en los que se evalúe el aumento de la AFP.[104,105] En recién nacidos con insuficiencia cardíaca congestiva, algunos hepatoblastomas hipervasculares se han diagnosticado por error como hemangiomas infantiles. Otros tumores de diagnóstico diferencial son el angiosarcoma, el neuroblastoma metastásico y los hamartomas mesenquimatosos. Si hay dudas sobre el diagnóstico, se recomienda una biopsia, aunque hay riesgo de hemorragia por el procedimiento.[106]
Hemangioma fusocelular
Cuadro clínico inicial
Los hemangiomas fusocelulares, inicialmente llamados hemangioendoteliomas fusocelulares, a menudo se presentan como lesiones superficiales (piel y tejido subcutáneo) y dolorosas que comprometen las extremidades distales en niños y adultos.[107,108] Los tumores se ven como lesiones de color marrón rojizo o azulado que comienzan como un solo nódulo y luego, con el paso de los años, se convierten en lesiones multifocales dolorosas. Se pueden ver las lesiones en el síndrome de Maffucci (hemangiomas cutáneos de células fusiformes que se presentan con tumores cartilaginosos y encondromas) y el síndrome de Klippel-Trenaunay (malformaciones capilares, linfáticas o venosas), anomalías linfáticas generalizadas, linfedema y trombo organizado.[109,110]
Estos tumores están bien circunscritos, a veces contienen flebolitos y tienen espacios cavernosos llenos de sangre que se alternan con áreas nodulares de proliferación de células fusiformes. Un porcentaje importante de hemangiomas fusocelulares son completamente intravasculares. La vena que contiene el tumor es anormal, así como los vasos sanguíneos que no forman parte de la masa tumoral.[109,110]
Tratamiento del hemangioma fusocelular
Hemangioma epitelioide
Cuadro clínico inicial
Los hemangiomas epitelioides son lesiones benignas que, por lo general, se presentan en la piel y el tejido subcutáneo, pero también se presentan en otras áreas, como el hueso, con lesiones focales o multifocales.[109,111] Es posible que los hemangiomas epitelioides sean un proceso reactivo porque se pueden relacionar con un trauma local y surgir durante el embarazo. Los pacientes suelen presentar inflamación local y dolor en el sitio comprometido. En el hueso, se presentan como lesiones líticas bien definidas que comprometen la metáfisis y la diáfisis de los huesos largos.[109,112] Pueden tener un modelo mixto de destrucción ósea lítica y esclerótica.
En la evaluación patológica, exhiben capilares de calibre pequeño con citoplasma eosinofílico y vacuolado, y núcleos ovales grandes con surcos y lobulados. Las células endoteliales son redondeadas y maduras, y se observan vasos bien formados rodeados de múltiples células endoteliales epitelioides con citoplasma abundante. Carecen de atipia celular y actividad mitótica.[109,111,112]
En un informe de una sola institución se revisaron 11 pacientes con hemangiomas epitelioides (mediana de edad, 14,4 años) diagnosticados entre 1999 y 2017. Las lesiones estaban presentes en las extremidades inferiores (5 pacientes), el cráneo (3 pacientes), la pelvis (2 pacientes) y la columna (1 paciente). Cinco pacientes tenían enfermedad multifocal. Los pacientes presentaban dolor localizado y síntomas neurológicos, incluso daño de pares craneales. No se observó atipia citológica significativa y las células endoteliales fueron positivas para CD31 y ERG, y negativas para citoqueratina y CAMPTA1. La mediana de seguimiento fue de 1,5 años. Se usaron varias modalidades de tratamiento, incluso la cirugía, la embolización endovascular, la crioablación y el tratamiento médico. De los pacientes, 1 recibió sirólimus y otro paciente recibió interferón; en ambos casos las lesiones se redujeron durante el primer año de seguimiento. El paciente más joven, de 2,5 años, presentó lesiones craneales multifocales que remitieron de forma parcial luego de un año.[113]
Tratamiento del hemangioma epitelioide
Granuloma piógeno (hemangioma capilar lobulillar)
Cuadro clínico inicial
El granuloma piógeno, que se conoce como hemangioma capilar lobulillar, es una lesión reactiva benigna que se presenta en cualquier edad, incluso durante la lactancia, aunque es más común en niños mayores y adultos jóvenes. Se manifiesta como lesiones únicas o múltiples.[114-117] Estas lesiones pueden surgir de manera espontánea, en sitios de trauma o dentro de malformaciones capilares o arteriovenosas. Los granulomas piógenos también se relacionaron con medicamentos como los anticonceptivos orales y los retinoides. La mayoría se presenta como masas solitarias, pero se han descrito lesiones múltiples (agrupadas) o, de manera infrecuente, lesiones diseminadas. Estas lesiones se ven como nódulos vasculares pequeños o grandes, lisos o lobulados, que pueden crecer rápidamente, a veces durante semanas o meses, y tienden a sangrar de manera profusa. Por lo general, estas lesiones son cutáneas, pero se observan granulomas piógenos profundos o subcutáneos que imitan otras lesiones vasculares.[118]
Desde el punto de vista histológico, estas lesiones se componen de capilares y vénulas con células endoteliales redondeadas separadas en lóbulos por estroma fibromixoide. Con el tiempo, algunas lesiones no tratadas se atrofian, se tornan fibromatosas y remiten lentamente.
Tratamiento del granuloma piógeno
El tratamiento a menudo consiste en extirpación de espesor total, raspado o fotocoagulación con láser, pero la recidiva es común.[119] En una serie de casos pequeña de 4 pacientes con granulomas piógenos superficiales adquiridos en el ojo, se administró tratamiento con timolol tópico al 0,5 % 2 veces por día durante 21 días. En todos los casos, se produjo una resolución completa sin recidiva durante por lo menos 3 meses. Se necesitan nuevos estudios prospectivos para validar estos resultados.[120] En un estudio de 22 pacientes con granuloma piógeno tratados con ungüento de propranolol tópico al 1 % con oclusión, se encontró que 59 % de los pacientes logró una respuesta completa (media, 66 días), 18 % de los pacientes tenía enfermedad estable y 22 % de los pacientes no respondieron al tratamiento.[121] En este estudio, solo se evaluaron los efectos tóxicos en la piel. Los autores no hicieron comentarios sobre la penetrancia de la formulación de propranolol ni incluyeron una evaluación de la inocuidad de los efectos secundarios, como la hipoglucemia, ni sobre los efectos en la frecuencia cardíaca o la presión arterial.
Angiofibroma
Cuadro clínico inicial
Los angiofibromas son neoplasias benignas poco frecuentes en la población pediátrica. Por lo general, son lesiones cutáneas relacionadas con esclerosis tuberosa, que se ven como pápulas rojas en la cara.
Tratamiento del angiofibroma
Angiofibroma nasofaríngeo juvenil
Cuadro clínico inicial
Los angiofibromas nasofaríngeos juveniles representan 0,5 % de todos los tumores de cabeza y cuello.[125] Desde el punto de vista histológico, los angiofibromas nasofaríngeos juveniles son tumores vasculares benignos, pero pueden ser destructivos a nivel local: se diseminan desde la cavidad nasal a la nasofaringe, los senos paranasales, la órbita y la base del cráneo con extensión intracraneal. En algunas publicaciones se indicó una influencia hormonal en el angiofibroma nasofaríngeo juvenil, con énfasis en los mecanismos moleculares participantes.[126,127]
Tratamiento del angiofibroma nasofaríngeo juvenil
Si bien la extirpación quirúrgica es el tratamiento preferido, puede ser difícil debido a la extensión de la lesión. En una revisión retrospectiva de una sola institución sobre los angiofibromas nasofaríngeos juveniles, se identificó a 37 pacientes con diseminación lateral.[128] La diseminación anterolateral a la fosa pterigopalatina se presentó en 36 pacientes (97 %) y la diseminación más allá de la fosa infratemporal en 20 pacientes (54 %). En 16 pacientes (43 %), se observó diseminación posterolateral (posterior a la apófisis pterigoidea o entre sus placas). La tasa de recidiva fue de 29,7 % (11 de 37 pacientes). La tasa de recidiva en pacientes con diseminación anterior o posterolateral fue significativamente más alta que en los pacientes con diseminación anterolateral sola.
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