Determinar el hierro cerebral podría ayudar a predecir qué personas con Parkinson desarrollarán demencia, según los hallazgos publicados en el ‘Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry‘.
Una nueva técnica de resonancia magnética para detectar depósitos de hierro en diferentes regiones del cerebro puede rastrear la disminución del pensamiento, la memoria y el movimiento en personas con enfermedad de Parkinson, según un nuevo estudio dirigido por el University college de Londres (UCL).
“El hierro en el cerebro es de creciente interés para las personas que investigan enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y las demencias”, explica la autora principal del estudio, la doctora Rimona Weil, del Instituto de Neurología Queen Square de UCL.
“A medida que se envejece, el hierro se acumula en el cerebro, pero también está relacionado con la acumulación de proteínas cerebrales dañinas –añade–, así que estamos comenzando a encontrar evidencia de que podría ser útil para monitorizar la progresión de la enfermedad, y potencialmente incluso el diagnóstico”.
En el estudio participaron 97 personas con enfermedad de Parkinson, que habían sido diagnosticadas en los últimos 10 años, junto con 37 personas sin la afección, como grupo de control (comparación). Fueron evaluados por su pensamiento y memoria, así como por su función motora.
Cerca del 50% de las personas con enfermedad de Parkinson terminan desarrollando demencia, pero el momento y la gravedad varían sustancialmente.
Actualmente no existen medidas fiables para rastrear la progresión del Parkinson en el cerebro, por lo que los especialistas confían en controlar los síntomas. Las imágenes cerebrales convencionales no pueden seguir la progresión hasta una etapa bastante tardía, cuando se puede detectar la pérdida de volumen cerebral a gran escala.
El hierro se acumula en el cerebro de las personas como parte del proceso normal de envejecimiento, en parte debido a una mayor permeabilidad en la barrera hematoencefálica. El exceso de hierro puede tener efectos tóxicos que conducen a la modificación irreversible de las proteínas.
Estudios recientes han encontrado que cuando las proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer (amiloide y tau, que también están relacionadas con la demencia de Parkinson) se acumulan, el hierro también se acumula en las áreas afectadas del cerebro.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron una nueva técnica, llamada mapeo cuantitativo de susceptibilidad, para analizar los niveles de hierro cerebral determinados por  resonancia magnética (MRI).
Descubrieron que la acumulación de hierro en las regiones cerebrales del hipocampo y el tálamo se asociaba con mala memoria y puntuaciones de pensamiento. El hierro en la región del cerebro del putamen se asoció con puntaciones de movimiento pobres, lo que sugiere una etapa más avanzada de la enfermedad.
En el Parkinson, se sabe que el hipocampo y el tálamo están asociados con el pensamiento y la memoria, y el putamen con movimiento, por lo que los investigadores dicen que es muy prometedor que se haya detectado específicamente el depósito de hierro en esas áreas.
Los hallazgos sugieren que el depósito de hierro podría ser valioso para rastrear si un tratamiento está funcionando en un ensayo clínico, y eventualmente podría ser útil para el diagnóstico temprano de Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas.
La doctora Weil descubrió previamente en un estudio de 2019 que un conjunto de pruebas de visión puede ser útil para predecir el deterioro cognitivo en el Parkinson. Ahora esperan que más investigaciones determinen si las pruebas de visión y las medidas de hierro cerebral podrían ser útiles para predecir qué personas tienen probabilidad de desarrollar demencia.
El coautor, el doctor Julio Acosta-Cabronero, de Tenoke Ltd. y el Wellcome Center for Human Neuroimaging del UCL) agrega: “Nos sorprendió lo bien que los niveles de hierro medidos en diferentes regiones del cerebro con IRM se correlacionan con las habilidades cognitivas y motoras”.
“Esperamos que la medición del hierro cerebral pueda ser útil para una amplia gama de afecciones, como para medir la gravedad de la demencia o para ver qué regiones del cerebro están afectadas por otros movimientos, trastornos neuromusculares y neuroinflamatorios, accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas y abuso de drogas”, señala.
Los investigadores ahora están siguiendo a los mismos participantes del estudio para ver cómo progresa su enfermedad, si desarrollan demencia y cómo estas medidas se correlacionan con los cambios en los niveles de hierro a lo largo del tiempo.