viernes, 27 de enero de 2012

El eslabón perdido en cáncer de mama - DiarioMedico.com

tratar LOS EFECTOS SECUNDARIOS

El eslabón perdido en cáncer de mama

Algunos de los efectos secundarios de las terapias que se aplican en cáncer de mama pueden ensombrecer la calidad de vida o provocar nuevos efectos no deseados en las afectadas. Técnicas ultramodernas, las denominadas de supramicrocirugía, se ocupan de algunos de ellos, como el linfedema y la reconstrucción de la mama, que gracias a estos adelantos pueden llevarse a cabo en el mismo acto quirúrgico con éxito. El eslabón perdido de la terapia integral del cáncer de mama parece que empieza a dejarse ver.
Raquel Serrano   |  27/01/2012 00:00

Instrumental empleado en la supramicrocirugía del linfedema, teniendo en cuenta que los vasos con los que se trabaja miden entre 0,5 y 0,8 milímetros de diámetro, con suturas de entre 12 y 13 ceros.
Instrumental empleado en la supramicrocirugía del linfedema, teniendo en cuenta que los vasos con los que se trabaja miden entre 0,5 y 0,8 milímetros de diámetro, con suturas de entre 12 y 13 ceros. (Gregorio Marañón)
Ganar la batalla a la enfermedad, aumentar la supervivencia y reducir la toxicidad de los tratamientos sin restar efectividad son los principales objetivos en la lucha contra el cáncer de mama. Sin embargo, en el día a día, a las mujeres también les preocupan y les pasan factura aspectos derivados de los tratamientos, como es el caso del linfedema o de la reconstrucción mamaria, que pueden mermar significativamente su calidad de vida. Sin olvidar, obviamente, el combate fundamental, también es necesario limitar esos "flecos sueltos" que contribuyen a la asistencia integral del cáncer de mama.

A pesar de que las actuales técnicas del ganglio centinela han disminuido los casos de linfedema posterior a cirugía de cáncer de mamario, se calcula que entre un 10-20 por ciento de las mujeres que padecen la enfermedad pueden presentar esta alteración, sobre todo si han sufrido mastectomía más linfadenectomía axilar seguida de radioterapia en la misma zona.
  • La transferencia de ganglios inguinales se hace junto con la grasa de la técnica DIEP para la reconstrucción mamaria en un mismo acto quirúrgico

Complejas intervenciones
Novedosas y complejas técnicas, conocidas como de supramicrocirugía y que son las anastomosis linfático-venosas y la transferencia de tejido linfático, han venido al rescate de este y de otros tipos de linfedema (unilaterales y bilaterales y de distinto grado) normalmente ocasionados por cirugías con gran repercusión en los ganglios linfáticos y que no responden adecuadamente al tratamiento con las medidas convencionales rehabilitadoras, han señalado a DM Rosa Pérez Cano y José María Lasso, jefe y miembro, respectivamente, del Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, cuyo equipo ha dado una vuelta de tuerca más al tratamiento integral del cáncer de mama, añadiendo, a los complejos abordajes ganglionares para aliviar o eliminar el linfedema, la posibilidad de reconstruir la mama y tratar el linfedema axilar en un mismo acto quirúrgico.

"Se trata de una reconstrucción diferida de mama más transferencia ganglionar en una misma cirugía", ha explicado Pérez Cano, quien señala que actualmente el centro madrileño cuenta con una experiencia de cinco casos con este abordaje. "Es un concepto de reconstrucción total de la mama que antes no existía.

Actualmente, y en las indicaciones concretas, se benefician mujeres sin mama y con linfedema. En una sola intervención se practica la reconstrucción mamaria y el tratamiento del linfedema", indica Pérez Cano.

Lasso ha explicado que esta cirugía integral se basa en una conjunción de la transferencia de ganglios de la región inguinal a la axilar y la técnica DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator) que reconstruye la mama mediante injertos de tejidos y grasa extraídos del abdomen de la propia paciente, tejido idóneo por sus características físicas de textura, color y grosor.
  • La rehabilitación es fundamental antes y después de la supramicrocirugía para el linfedema y para la reconstrucción mamaria
"La transferencia de ganglios inguinales se realiza junto con la grasa del DIEP. Para que los ganglios sobrevivan hay que unir una arteria y una vena de esos ganglios a arteria y vena de la región axilar, fundamentalmente a los ganglios del serrato, que ayudan a drenar la linfa. La anastomosis a nivel axilar trabaja con vasos de 1 mm de diámetro".


Reducción significativa
Actualmente, la técnica DIEP se realiza en diversos centros españoles. La novedad es que el equipo del Marañón es uno de los pioneros en realizar este tratamiento integral de la mama y del linfedema. El Servicio del Marañón es también, junto con el de Jaume Massiá, del Hospital San Pablo, de Barcelona, uno de los primeros en aplicar a la clínica las técnicas de supramicrocirugía del linfedema.

"El método de anastomosis linfático-venosa trata básicamente de conectar un vaso linfático de la zona de linfedema a una vena de esa misma zona con el fin de drenar directamente", según Pérez Cano. Ya se han beneficiado 28 personas de este procedimiento, la mayoría con linfedema superior secundario a un cáncer de mama. "A los 4 meses de realizar el procedimiento, se observó una disminución de linfedema de unos 2-3 centímetros", señala la cirujana quien también insiste en que la rehabilitación, antes y después, es fundamental.

Un proceso complejo que aborda dos aspectos derivados de una misma enfermedad


El traspaso de ganglio linfático a la zona donde no existe drenaje linfático es lo que se conoce como transferencia ganglionar. Consiste en transferir uno o un grupo de ganglios linfáticos funcionantes de la ingle, con una selección adecuada para no causar linfedema inferior, a la axila para tratar el linfedema.
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