La huella genética será la clave en los nuevos tratamientos del cáncer del pulmón
Madrid (31/01/2012) - Redacción
El cáncer del pulmón, que representa el 13,4 por ciento de los nuevos casos de cáncer y el motivo más frecuente de mortalidad por esta enfermedad, será uno de los protagonistas en la XII Reunión Conjunta de Áreas de la SEPAR que se celebra el 10 y 11 de febrero en Zaragoza
El cáncer de pulmón será uno de los temas protagonistas en la XII Reunión Conjunta de Áreas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica que se celebra el 10 y 11 de febrero en Zaragoza. Uno de los aspectos más destacados serán los avances hacia el tratamiento personalizado del cáncer de pulmón a través del análisis genético de las muestras y su repercusión en el pronóstico y tratamiento, en una mesa moderada por la neumóloga Rosa Cordovilla. El cáncer de pulmón es uno de los más agresivos y el que causa un mayor número de muertes seguido del cáncer colon-rectal. A nivel mundial, es la primera causa de muerte por cáncer entre los hombres y también entre las mujeres superando incluso al cáncer de mama. En España se diagnostican alrededor de unos 20.000 casos anuales y es la causa de la muerte del 8,3 por ciento de los españoles y del 1,3 por ciento de las mujeres.
La respuesta a esta agresividad por parte de los profesionales de la salud se halla en la búsqueda de nuevas estrategias contra el cáncer a través de "tratamientos personalizados" para cada paciente según sus características genéticas. Se trata de identificar las "huellas genéticas" en las células cancerosas de los pacientes y proponer un tratamiento específico en función de las características genéticas de la enfermedad, y también de su respuesta al tratamiento farmacológico, consiguiendo mejorar la supervivencia y minimizar los efectos secundarios, con la consiguiente mejora en la calidad de vida.
"Generar a tiempo y con todo detalle, no solo información sobre el cáncer sino sobre los factores que influyen en la respuesta al tratamiento, permitirá ofertar un tratamiento personalizado a cada paciente con el fin de mejorar el pronóstico y la calidad de vida, al mismo tiempo que se reducen las terapias ineficaces y los costes que se derivan de las mismas", explica la Dra. Rosa Cordovilla. Para llegar a los tratamientos personalizados, el primer paso es entender los cambios genéticos que se producen en las células tumorales, que dependen del tejido de origen, del tipo de cáncer y del azar.
A partir de esta información, el segundo paso es diseñar un fármaco específico para "corregir cada uno de estos fallos que encontramos en el genoma de la célula cancerosa", explica la Dra. Cordovilla. Finalmente, habrá que buscar en el ADN del paciente las pistas que permitan determinar su sensibilidad a diferentes compuestos, para escoger los más efectivos. En los últimos años, se han hecho avances importantes gracias a las importantes mejoras en las técnicas que permiten leer los genes de las células. En la actualidad, el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) se puede clasificar en distintos tipos en función de las alteraciones genéticas del tumor.
Para cada uno de estos tipos ya se pueden administrar tratamientos personalizados específicos dirigidos contra dichas alteraciones. Así, hay dos tipos de alteraciones genéticas tumorales y dos tipos de tratamientos orales específicos contra ellas que ya han sido ampliamente contrastados. En primer lugar, la mutación del gen EGFR que se encuentra en el 16 por ciento de la población occidental y más frecuentemente en pacientes mujeres, no fumadoras, asiáticas y con adenocarcinoma de pulmón. Esta mutación predice la respuesta a un tratamiento denominado inhibidor de tirosina quinasa de EGFR. Diversos estudios han demostrado que en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas y mutación del gen EGFR en el tejido tumoral, administrar dicho tratamiento mejora la supervivencia y mantiene una buena calidad de vida. Por otro lado, se ha descubierto que entre el 2-7 por cientode pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas presenta otra alteración genética que consiste en un reordenamiento y fusión de dos fragmentos del cromosoma 2 (ALK y EML4). Es más frecuente en pacientes varones, jóvenes, no fumadores y con histología de adenocarcinoma. A este tipo de pacientes se les está administrando un fármaco oral que inhibe esta alteración genética y prolonga la supervivencia. "Ambos tratamientos son administrados por vía oral, son muy específicos y, por lo tanto, son mejor tolerados ya que tienen menos efectos secundarios que la quimioterapia clásica" apunta la Dra. Cordovilla. Estas nuevas estrategias personalizadas están consiguiendo mejorar la supervivencia y minimizar los efectos secundarios, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de los pacientes.
La respuesta a esta agresividad por parte de los profesionales de la salud se halla en la búsqueda de nuevas estrategias contra el cáncer a través de "tratamientos personalizados" para cada paciente según sus características genéticas. Se trata de identificar las "huellas genéticas" en las células cancerosas de los pacientes y proponer un tratamiento específico en función de las características genéticas de la enfermedad, y también de su respuesta al tratamiento farmacológico, consiguiendo mejorar la supervivencia y minimizar los efectos secundarios, con la consiguiente mejora en la calidad de vida.
"Generar a tiempo y con todo detalle, no solo información sobre el cáncer sino sobre los factores que influyen en la respuesta al tratamiento, permitirá ofertar un tratamiento personalizado a cada paciente con el fin de mejorar el pronóstico y la calidad de vida, al mismo tiempo que se reducen las terapias ineficaces y los costes que se derivan de las mismas", explica la Dra. Rosa Cordovilla. Para llegar a los tratamientos personalizados, el primer paso es entender los cambios genéticos que se producen en las células tumorales, que dependen del tejido de origen, del tipo de cáncer y del azar.
A partir de esta información, el segundo paso es diseñar un fármaco específico para "corregir cada uno de estos fallos que encontramos en el genoma de la célula cancerosa", explica la Dra. Cordovilla. Finalmente, habrá que buscar en el ADN del paciente las pistas que permitan determinar su sensibilidad a diferentes compuestos, para escoger los más efectivos. En los últimos años, se han hecho avances importantes gracias a las importantes mejoras en las técnicas que permiten leer los genes de las células. En la actualidad, el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) se puede clasificar en distintos tipos en función de las alteraciones genéticas del tumor.
Para cada uno de estos tipos ya se pueden administrar tratamientos personalizados específicos dirigidos contra dichas alteraciones. Así, hay dos tipos de alteraciones genéticas tumorales y dos tipos de tratamientos orales específicos contra ellas que ya han sido ampliamente contrastados. En primer lugar, la mutación del gen EGFR que se encuentra en el 16 por ciento de la población occidental y más frecuentemente en pacientes mujeres, no fumadoras, asiáticas y con adenocarcinoma de pulmón. Esta mutación predice la respuesta a un tratamiento denominado inhibidor de tirosina quinasa de EGFR. Diversos estudios han demostrado que en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas y mutación del gen EGFR en el tejido tumoral, administrar dicho tratamiento mejora la supervivencia y mantiene una buena calidad de vida. Por otro lado, se ha descubierto que entre el 2-7 por cientode pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas presenta otra alteración genética que consiste en un reordenamiento y fusión de dos fragmentos del cromosoma 2 (ALK y EML4). Es más frecuente en pacientes varones, jóvenes, no fumadores y con histología de adenocarcinoma. A este tipo de pacientes se les está administrando un fármaco oral que inhibe esta alteración genética y prolonga la supervivencia. "Ambos tratamientos son administrados por vía oral, son muy específicos y, por lo tanto, son mejor tolerados ya que tienen menos efectos secundarios que la quimioterapia clásica" apunta la Dra. Cordovilla. Estas nuevas estrategias personalizadas están consiguiendo mejorar la supervivencia y minimizar los efectos secundarios, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de los pacientes.
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