martes, 21 de mayo de 2013

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NEUROLOGÍA

La dieta mediterránea protege la función cerebral de los efectos del envejecimiento

JANO.es · 21 Mayo 2013 10:21

Un ensayo de la Universidad de Navarra con un grupo de individuos de alto riesgo cardiovascular demuestra que suplementar las comidas con aceite de oliva o nueces previene el deterioro cognitivo en mayor medida que una dieta baja en grasas.

Las dietas que incluyen aceite de oliva virgen y frutos secos tienden a favorecer la capacidad mental de las personas mayores en mayor medida que las dietas bajas en grasas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Navarra cuyos resultados se publican en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.

Los autores basan sus conclusiones en el análisis de 522 hombres y mujeres de edades comprendidas entre 55 y 80 años sin enfermedad cardiovascular pero con riesgo vascular elevado por otras condiciones, como diabetes tipo 2, presión arterial alta, un perfil de grasa en la sangre desfavorable, sobrepeso, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular precoz y tabaquismo.

Un grupo de participantes elegido al azar siguió una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o nueces, mientras que el resto siguió una dieta baja en grasas, la que se recomienda normalmente para prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares

La dieta mediterránea se caracteriza por el uso de aceite de oliva virgen como principal grasa culinaria, alto consumo de frutas, frutos secos, verduras y legumbres, moderado a alto consumo de pescado y mariscos, baja ingesta de productos lácteos y carnes rojas y consumo moderado de vino tinto. Los participantes siguieron chequeos regulares con su médico de familia y controles trimestrales en que se evaluó el cumplimiento de la dieta prescrita.
Primer ensayo a largo plazo
Tras un promedio de 6,5 años, se sometieron a una prueba de detección de signos de deterioro cognitivo que incluía aspectos como orientación, memoria, lenguaje, habilidades visuoespaciales y visuoconstrucción, memoria de trabajo, atención y pensamiento abstracto.

De los 60 participantes que habían desarrollado deterioro cognitivo leve,18 pertenecían al grupo de la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva, 19 al de la dieta suplementada con frutos secos y 23 al grupo control. Asimismo, de las 35 personas que desarrollaron demencia, 12 pertenecían al grupo que siguió la dieta de aceite de oliva, 6 al que siguió la de nueces y 17 al de la dieta baja en grasas.

Los autores reconocen que el tamaño de la muestra era relativamente pequeño y, que debido a que el estudio incluyó a un grupo de alto riesgo vascular, no necesariamente sus hallazgos son aplicables a la población general. Pero señalan que se trata del primer ensayo a largo plazo que examina el impacto de la dieta mediterránea en el cerebro y se suma al creciente cuerpo de evidencias que sugiere que un patrón dietético de alta calidad protege la función cognitiva.


Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry (2013); doi:10.1136/jnnp-2012-304792

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