Santiago Ramón y Cajal, Pilar Garrido y Rosana Cajal Santiago Ramón y Cajal, Pilar Garrido y Rosana Cajal, en la presentación en España de gefitinib. (José Luis Pindado)
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ESPAÑA
EN PACIENTES CON CÁNCER NO MICROCÍTICO Y MUTACIONES DEL EGFR
Gefitinib inaugura la era de la personalización en el pulmón
Gefitinib, un inhibidor de la tirosina-cinasa, inaugura la línea de la individualización en cáncer de pulmón. Los datos de diversos estudios con esta molécula han objetivado respuestas tumorales concretas en pacientes con mutaciones en el gen EGFR.Raquel Serrano - Martes, 27 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. La administración de este inhibidor oral en monoterapia obtuvo más respuestas tumorales que un doblete de quimioterapia
2. España se encuentra en una situación privilegiada en lo que se refiere a la experiencia en el estudio y la determinación de las mutaciones en EGFR
Los resultados de cuatro ensayos clínicos en fase III han puesto de relieve que los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) y con mutación del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) obtienen mayor tasa de respuesta y más tiempo hasta la progresión de la enfermedad, con escasos efectos tóxicos, con el fármaco oral gefitinib que con la quimioterapia tradicional, "lo que supone un mensaje de esperanza y un comienzo en la actual línea oncológica de individualizar a subgrupos de pacientes", según Pilar Garrido, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, que ha participado en un encuentro en el que se han presentado los datos de esta molécula comercializada como Iressa por la compañía AstraZeneca.
Gefitinib, primer y único inhibidor de la tirosina-cinasa, está aprobado para el tratamiento del CPNM en estadio avanzado con mutación en el dominio tirosín-cinasa del EGFR.
Respuesta específica El de pulmón es el segundo cáncer más frecuente, después del de colon, y uno de los de mayor mortalidad, ya que normalmente se diagnostica en fase metastásica. El de tipo no microcítico acapara entre el 70-80 por ciento de todos los cánceres de pulmón, entre los que también se encuentra el microcítico o de células pequeñas. Se calcula que entre un 10-15 por ciento de los casos de CPNM -en España aproximadamente un 8 por ciento, según los estudios disponibles- presentan mutaciones en EGFR, "pacientes que obtienen una respuesta tumoral más específica con Iressa en monoterapia que con el doblete tradicional de quimioterapia. Esta verificación se traduce clínicamente en una prolongación de la supervivencia y de la calidad de vida", según Rosana Cajal, responsable del área de oncología de AstraZeneca.
La cifra del 8 por ciento de claros beneficiados podría parecer pequeña a simple vista, "pero hay que tener en cuenta que hace referencia a una enfermedad de la que cada año aparecen en España 20.000 nuevos casos con uno de los de mayores índices de mortalidad", ha señalado Garrido.
Se eleva la supervivenciaPara Santiago Ramón y Cajal, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, los test de determinación genética son básicos para individualizar los tratamientos en ciertos subgrupos de pacientes.
A su juicio, la personalización terapéutica, según se desprende de los datos de las mejores series, ofrece respuestas clínicas de hasta el 70 por ciento de los pacientes con mutaciones de sensibilidad y tratados con inhibidores con una media de supervivencia de 27 meses frente a los 11-12 meses de los enfermos sin mutaciones del gen EGFR y tratados con quimioterapia tradicional.
BARRERAS SALVABLESEspaña se encuentra en una situación privilegiada en lo que se refiere a la experiencia en el estudio y la determinación de las mutaciones en EGFR, según ha puesto de relieve Santiago Ramón y Cajal, gracias a los estudios llevados a cabo por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón y al impulso de Rafael Rosell, cuyo hospital, el Germans Trias y Pujol, de Badalona, en Barcelona, comenzó a realizarlo de forma pionera. "Actualmente existen barreras para efectuar este tipo de determinaciones y lo ideal sería centralizar los estudios en ciertos hospitales que pudieran extender el servicio a todos los pacientes españoles, siguiendo la experiencia que ya se tiene con la determinación de K-ras en colon y HER en mama". El principal problema, según el patólogo, es principalmente tecnológico, así como las reducidas posibilidades de enviar las muestras a centros/laboratorios de referencia y con experiencia. Es básico además que se contemple su financiación". Esta idea, compartida por Pilar Garrido, abunda en el hecho de que las ventajas son claras: además de que la prueba permite afinar subgrupos sensibles al efecto de un fármaco específico con el que van a obtener respuestas, "no hay que olvidar aspectos relacionados con el gasto económico. Estos nuevos tratamientos son caros, por lo que es esencial concretar quién sí y quién no se va a beneficiar concretamente de su administración".
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