miércoles, 7 de abril de 2010
Una alta sospecha detecta patologías asociadas a hipoacusia autoinmune :: Diariomedico.com :: ESPAÑA
Nieves Mata Castro y Eduardo García Fernández
Nieves Mata Castro y Eduardo García Fernández, del Hospital Infanta Sofía, de Madrid. (Mauricio Skrycky)
Diariomedico.com
ESPAÑA
DETRÁS DE SÍNTOMAS COMO LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN PUEDE ESCONDERSE UNA ENFERMEDAD SISTÉMICA
Una alta sospecha detecta patologías asociadas a hipoacusia autoinmune
Hay que sensibilizar a los otorrinos de que la hipoacusia autoinmune existe y animar a los especialistas de Medicina Interna y de Reumatología a que pregunten a sus pacientes si oyen bien para poder detectar la enfermedad en su estado latente. Éste es el mensaje de Nieves Mata y Eduardo García, del Hospital Infanta Sofía, de Madrid, a Diario Médico.
Ana Callejo Mora - Viernes, 12 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
Miércoles, 07 de Abril de 2010
llaves conceptuales:
1. "La hipoacusia autoinmune supone una pérdida de audición fluctuante, neurosensorial y que suele ser progresiva. En ocasiones afecta a un grupo de pacientes con enfermedad localizada en el oído y otras veces está asociada a enfermedad autoinmune sistémica"
2. Igual que sucede en la enfermedad sistémica, hay unos anticuerpos dirigidos que destruyen el oído interno. Se está estudiando cuáles son esos anticuerpos
3. Si los pacientes son diabéticos o no pueden tomar corticoides orales se elige la vía de administración intratimpánica, que se aplica en quirófano
"La hipoacusia autoinmune supone una pérdida de audición fluctuante, neurosensorial y que suele ser progresiva. En ocasiones afecta a un grupo de pacientes con enfermedad localizada en el oído y otras veces está asociada a enfermedad autoinmune sistémica", ha explicado Nieves Mata Castro, de la Unidad de Patología Otorrinolaringológica Inmune del Hospital Infanta Sofía, de Madrid, a Diario Médico con motivo del I Curso sobre Abordaje Multidisciplinar de la Hipoacusia Autoinmune, celebrado en el citado hospital madrileño.
"A estos pacientes les va fluctuando la audición durante el tiempo y nuestro cometido es intentar que no pierdan la audición de forma definitiva. Para ello solemos tratarles con corticoides orales o intratimpánicos. Ahora estamos trabajando en una línea de investigación clínica que emplea inmunosupresores. Pero estos fármacos pueden tener efectos secundarios y precisan de una monitorización estricta. Ahí es donde recibimos la ayuda de compañeros de otras especialidades, que colaboran en la realización de los controles analíticos periódicos".
De hecho, el objetivo principal del curso, coordinado por Mata junto con Eduardo García Fernández, jefe de la Sección de Otorrinolaringología del citado hospital, es sensibilizar a los otorrinos de que la hipoacusia autoinmune existe y animar a los especialistas de Medicina Interna y de Reumatología a que pregunten a sus pacientes si oyen bien para poder detectar la enfermedad en su estado subclínico. "Hay pacientes con lupus o artritis reumatoide que deben vigilar si tienen afectación en el oído y cómo va evolucionando éste cuando los reumatólogos les cambian el tratamiento. Otros se quejan de vértigo o de hipoacusia o ruidos en los oídos y terminan sufriendo una enfermedad sistémica. El tercer grupo son los que sólo tienen la enfermedad en el oído y que, de no ser tratados, pueden acabar utilizando un audífono o un implante coclear", ha ejemplificado Mata.
Las enfermedades autoinmunes sistémicas más frecuentes son el lupus eritematoso y la artritis reumatoide. Según Mata, "se piensa que, igual que sucede en la enfermedad sistémica, hay unos anticuerpos dirigidos que destruyen el oído interno -se está estudiando cuáles son- y nosotros con los corticoides y los inmunosupresores intentamos que no se produzca esa reacción inmunológica".
Alternativas terapéuticas
Profundizando en las alternativas terapéuticas disponibles para estos pacientes, Mata ha afirmado que exite un tratamiento estándar que tiene en cuenta la edad del paciente y sus enfermedades asociadas: corticoides durante quince días en dosis de 1 miligramo por cada kilogramo de peso al día. "Después les hacemos controles audiométricos periódicos para saber cuál es la dosis mínima que les permite mantener la audición". Si son diabéticos o no pueden tomar corticoides orales se elige la vía de administración intratimpánica, en quirófano con anestesia local, para poner el corticoide directamente en el tímpano. Se está siguiendo el modelo empleado en uveítis.
"Tenemos mucho apoyo del comité de coordinación de enfermedades autoinmunes, que reúne a todos los especialistas implicados. Comentamos cada caso para ajustar la medicación", ha señalado la otorrinolaringóloga.
Desde hace tiempo se están llevando a cabo estudios de investigación con animales en el Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, de Madrid, donde tienen un laboratorio de oído interno.
Detrás de una parálisis facial o de las cuerdas vocales, otitis serosas de repetición o sinusitis crónica puede estar una enfermedad autoinmune sistémica
"Allí hacen estudio audiológico en cobayas y les ponen tratamiento para ver cómo responden". Rafael Ramírez Camacho y José Ramón García Berrocal, ambos del Grupo de Investigación Otológica del Servicio de Otorrinolaringología del citado hospital, han repasado algunas de sus investigaciones en este curso.
En cuanto al futuro de la hipoacusia autoinmune, Mata y García han insistido en la investigación clínica, que agrupe a todos los pacientes de los hospitales españoles. A pesar de que la incidencia de la hipoacusia autoinmune es desconocida, se cree que es menor que la de la sordera súbita. "De cualquier modo, el número de casos seguramente sea mayor de lo que se publica".
Otros síndromes
¿Qué armas existen para diagnosticar esta patología? El diagnóstico de la hipoacusia autoinmune es clínico. La radiología ayuda a descartar otras patologías y los análisis clínicos pueden estar alterados en las enfermedades sistémicas. Según Mata, "es esencial tener un alto índice de sospecha para diagnosticar otras enfermedades. Detrás de un síntoma como acúfeno o pérdida de audición que el paciente no aprecia puede estar una enfermedad autoinmune, como el síndrome de Sjögren o el de Cogan".
Ambos otorrinos han afirmado que lo difícil es asociar una patología de oído medio a una enfermedad autoinmune porque son pacientes que presentan síntomas comunes muy inespecíficos. Por ejemplo, detrás de una parálisis facial o de las cuerdas vocales, otitis serosas de repetición, sinusitis crónica que no mejora o disfonías puede esconderse una enfermedad autoinmune sistémica.
Respecto al seguimiento, puede realizarse cada tres o seis meses o una vez al año. "Debe ser estrecho si ya has constatado una pérdida de audición. Depende de cada paciente, pero si tienes una sospecha lo importante es el seguimiento a largo plazo para comparar las audiometrías", ha concluido Mata.
PRIMERA CONSULTA MONOGRÁFICA
Se trata de la primera vez que el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Infanta Sofía, de Madrid, organiza un curso. "Por tanto, ha sido la primera consulta monográfica de este servicio, con el apoyo de la Dirección y la Gerencia del hospital y ha contado con la colaboración y coordinación del Servicio de Reumatología. Existe un comité en el que están integrados otros servicios relacionados con las enfermedades autoinmunes, como son Medicina Interna, Dermatología, Oftalmología, Digestivo y Neurología", ha señalado Eduardo García. "En nuestro hospital la comunicación entre servicios es fácil. Nuestra consulta es la primera que hace Otorrinolaringología y Reumatología".
En palabras de Nieves Mata, "el curso ha sido un éxito y ha despertado mucho interés entre especialistas de varios hospitales". Partiendo de la base de la colaboración, la idea que han promulgado Mata y García es que hay que formar un grupo de trabajo interhospitalario para poder actuar con un protocolo común de tratamiento.
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