El riesgo de ACV es mayor tras una derivación que tras una angioplastia, según un análisis
Alrededor de 1 de cada 80 pacientes de la cirugía, y 1 de cada 300 pacientes de angioplastia, sufren la complicación del ACV, muestra una revisión reciente
Un equipo de investigadores analizaron los resultados de 19 ensayos clínicos con casi 11,000 pacientes que se asignaron al azar a una cirugía de injerto de derivación de la arteria coronaria (IDAC) o a una angioplastia, también conocida como ICP (intervención coronaria percutánea), un procedimiento en que se usa un globo para reabrir una arteria obstruida.
"A los 30 días, el ACV fue alrededor de cuatro veces más común con la cirugía de derivación que con la ICP", aseguró el autor del estudio, el Dr. Gregg Stone, profesor de medicina del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
El ACV es una complicación difícil de rastrear, anotó Stone, y añadió que "después de la muerte, probablemente es la complicación más temida".
El nuevo análisis aparece en la edición en línea del 21 de agosto de la revista JACC: Cardiovascular Interventions. También será publicado en la edición del 28 de agosto de la revista Journal of the American College of Cardiology.
En una cirugía de derivación, una arteria o vena saludable tomada del paciente se injerta, o conecta, con otras arterias del corazón para derivar el vaso bloqueado. En la angioplastia, se inserta un catéter en el vaso hasta el punto del bloqueo, y entonces se infla un globo para despejarla. A veces se usa un dilatador (stent) para mantener el vaso abierto.
El equipo de Stone observó las tasas de ACV de los pacientes a los 30 días y al año después del procedimiento.
A los 30 días, el 1.2 por ciento de los pacientes de cirugía habían sufrido un ACV, en comparación con .34 por ciento de los pacientes de angioplastia. Al año, el 1.83 por ciento de los pacientes de cirugía y el .99 por ciento de los pacientes de angioplastia habían tenido un ACV.
Dicho de otra forma, "las probabilidades de ACV es de alrededor de 1 por cada 80 pacientes que se someten a cirugía y 1 de cada 300 pacientes que se someten a angioplastia", apuntó Stone.
Añadió que el hallazgo se sostuvo incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta la extensión de la enfermedad y otras variables.
Aunque algunos pacientes claramente necesitan cirugía, otros tienen enfermedad que se puede tratar de una de las dos formas, señaló Stone. Comentó que para estos pacientes, se pueden sopesar los hallazgos sobre el ACV en la decisión sobre qué tratamiento elegir.
Los hallazgos del estudio se hacen eco de lo que los cardiólogos creen hace mucho, señaló el Dr. Kirk Garratt, director de cardiología intervencionista del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
En la cirugía de derivación, apuntó, naturalmente hay más trauma para el organismo que durante una angioplastia.
Dijo que el nuevo análisis "confirma lo que ha sido aceptado por los cardiólogos".
Aunque algunos pacientes tienen la opción de cualquiera de los dos procedimientos, como los que solo tienen uno o dos bloqueos, la cirugía está indicada si un paciente tiene bloqueos múltiples, añadió Garratt.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., los datos de alta hospitalaria de 2009 muestran que ese año se realizaron unas 415,000 cirugías de injerto de derivación, y 605,000 angioplastias o aterectomías (un procedimiento similar).
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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