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Institutos Nacionales de la Salud
Las creencias religiosas de los padres puede complicar la atención del final de la vida de los niños
Estar esperando un milagro les podría llevar a solicitar tratamientos fútiles para sus hijos, señalan investigadores
Traducido del inglés: martes, 14 de agosto, 2012
MARTES, 14 de agosto (HealthDay News) -- A pesar de la abrumadora evidencia médica que respalda la retirada de la atención intensiva en los niños extremadamente enfermos con muy pocas probabilidades de sobrevivir, los padres que tienen creencias religiosas profundas podrían resistirse por estar esperando un milagro, halló un pequeño estudio.
Aunque la religión provee un respaldo necesario para muchas familias de pacientes gravemente enfermos, los investigadores hallaron que las esperanzas de intervención divina hacen cada vez más que se someta a los niños a tratamiento médico agresivo aunque no sea lo más conveniente para ellos. Los autores del estudio sugirieron que la ética y la legalidad de esos casos deben ser reevaluadas.
El estudio, llevado a cabo por un equipo de médicos de cuidados intensivos y un capellán de un hospital, conllevó la revisión de 203 casos en que los padres se vieron obligados a tomar una decisión de final de la vida para sus hijos.
Los investigadores hallaron que en 186 de esos casos, los padres de los niños y los médicos estaban de acuerdo sobre la descontinuación de la atención médica agresiva que, en última instancia, resultaría ineficiente.
Sin embargo, en 17 casos, hubo un debate prolongado entre los padres del niño enfermo y el equipo médico sobre la mejor forma de continuar con la atención médica. Aunque los médicos de los niños aconsejaban la descontinuación de los cuidados intensivo en base a evidencia médica abrumadora, los padres insistían en continuar con el tratamiento médico agresivo.
De esos casos de desacuerdo sobre las decisiones del final de la vida de los niños, el 65 por ciento, u 11 casos, tenían que ver directamente con creencias religiosas expresadas de que no se debía detener el cuidado intensivo porque los padres anticipaban la intervención divina y una cura. Entre las religiones representadas en este grupo estaban el fundamentalismo cristiano, el islamismo, el judaísmo y el catolicismo romano, anotaron los investigadores. Los padres también pensaban que los médicos eran demasiado pesimistas, o que estaban equivocados.
Cinco de los casos se resolvieron después de que los padres se reunieran con sus líderes religiosos fuera del hospital. En otro caso, los cuidados intensivos no se interrumpieron hasta después de que se tomaron medidas legales para descontinuar el soporte.
En los demás cinco casos en que las creencias religiosas desempeñaron un rol en las decisiones de final de vida de los niños, no se encontró una resolución, así que los cuidados intensivos continuaron. Cuatro de los niños murieron eventualmente. Un niño sobrevivió con una profunda discapacidad neurológica, según el informe, que aparece en la edición en línea del 14 de agosto de la revista Journal of Medical Ethics.
Los autores del estudio anotaron que los cuidados intensivos se retiraron en los seis de los 17 casos en que la religión no afectó las decisiones de los padres sobre el tratamiento de sus hijos. Cinco de esos niños murieron y uno sobrevivió con daño cerebral grave.
Es "completamente comprensible" que los padres defiendan a sus hijos, anotaron los investigadores en un comunicado de prensa de la revista. Sin embargo, cuando los niños son demasiado pequeños para adherirse activamente a la religión de sus padres, esas creencias podrían no ser el factor determinante adecuado para su tratamiento, explicaron el autor del estudio, el Dr. Andy Petros, de la unidad de cuidados intensivos pediátricos y neonatales del Hospital Pediátrico de Great Ormond Street, en Londres, y colegas. En algunos casos, señalaron, continuar un tratamiento médico agresivo inútil podría ser inhumano.
"Pasar toda la vida atado a un respirador mecánico, que todas las funciones corporales sean supervisadas y asistidas por un cuidador o pariente, no dejarle al niño y posteriormente al adulto ninguna dignidad ni privacidad, se han planteado como acciones inhumanas", dijeron en el informe.
"Sugerimos que es el momento de reconsiderar las estructuras éticas y legales y facilitar un acceso rápido por defecto a las cortes en tales situaciones, en que el mejor interés del niño se ve afectado por una expectativa de lo milagroso", concluyeron los autores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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