Provocarse diastema, una moda que puede producir dolores musculares, de cabeza o escoliosis

El hecho de que cantantes como Madonna o Vanesa Paradis sufran diastema, la separación de los dientes delanteros, ha puesto de moda desde hace apenas unos meses la provocación mediante un tratamiento de ortodoncia de esta sonrisa interrumpida que además acarrea grandes consecuencias musculares, en el sistema masticador e incluso para la columna vertebral.

María Cerro Diego | 24/08/2012 13:54

Los expertos desaconsejan esta nueva moda pese a su auge actual. "Hay que aclarar que no se trata de una operación, si no de un tratamiento de ortodoncia. Nosotros lo realizamos pero dentro de un tratamiento más complejo, con fines estéticos sólo lo llevan a cabo algunos ortodoncistas", afirma Arturo Bilbao, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM).

La intervención consiste en la colocación de una férula invisible que separa los dientes un milímetro o milímetro y medio. "Con éstas férulas se van separando los dientes poco a poco, aproximadamente en un periodo de dos o tres meses se finaliza el tratamiento". Las dificultades aparecen cuando a raíz de la intervención se pierde en el engranaje perfecto de los dientes y se producen ciertas anomalías que pueden afectar a las caderas, rodillas o tobillos.

"El problema no es que se muevan los dientes sino que eso altera todo el sistema, implicando a los dientes, y a todos los músculos masticadores, e incluso puede repercutir en la columna vertebral. Eso sucede porque los dientes no sólo tienen que engranar bien entre sí, sino que cuando se hacen movimientos, estos tienen que estar guiados por contactos en determinadas piezas, si eso se altera, los músculos se tensan y eso da lugar a contracturas", asegura Bilbao.

Este tratamiento, que supone un coste de alrededor de 3.000 euros, tanto para separarlos como para juntarlos, es reversible, sin embargo, todo el movimiento de las piezas, conlleva consecuencias en la salud. "Es reversible en la posición de los dientes, pero una vez que se ha instalado un problema muscular o en el complejo masticador, puede ser difícil de solucionar.

Bilbao afirma que desaconjea totalmente esta práctica por motivos que sean ajenos a la salud pero, "cada uno es libre para realizarse lo que desee, lo importante es que esté bien informado de todas las consecuencias que acarrean este tipo de tratamientos".