Un dispositivo mecánico ayuda a los niños que esperan por un trasplante de corazón
El dispositivo de asistencia ventricular pediátrica ofrece tiempo a los pacientes jóvenes de insuficiencia cardiaca grave
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(*estas noticias no estarán disponibles después del 11/07/2012)
Traducido del inglés: jueves, 9 de agosto, 2012
Pero una nueva investigación ha mostrado que un nuevo dispositivo llamado dispositivo de asistencia ventricular pediátrica Excor (o Berlin Heart) con frecuencia puede ayudar a los pacientes más jóvenes de insuficiencia cardiaca a vivir lo suficiente para recibir un trasplante de corazón. Antes, la única opción de tratamiento disponible para esos niños, que de otra forma morirían mientras esperaban un corazón, solo podía mantenerlos vivos durante unas dos semanas. En el estudio actual, el periodo más largo que un niño vivió con el nuevo dispositivo de asistencia ventricular fue 192 días.
"No creo que ninguno de nosotros predijera que los resultados serían tan buenos", aseguró el autor líder del estudio, el Dr. Charles Fraser Jr., jefe de cirugía del Hospital Pediátrico de Texas y profesor distinguido y catedrático de cirugía cardiaca congénita del Colegio de Medicina Baylor, en Houston.
"El 90 por ciento de estos niños sobrevivió o llegó al trasplante, y eran niños que estaban muriendo", comentó. "Cuando se observan las curvas de supervivencia, es realmente sorprendente, para no mencionar el efecto sobre la calidad de vida y la capacidad de ser ambulatorio nuevamente".
Los resultados del estudio, financiado por Berlin Heart (el fabricante alemán del dispositivo) y por una subvención de la Oficina de Desarrollo de Productos Huérfanos de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU., aparecen en la edición del 9 de agosto de la revista New England Journal of Medicine. La FDA aprobó el dispositivo para uso pediátrico en diciembre de 2011.
Antes del dispositivo de asistencia ventricular pediátrica, la única opción para mantener con vida a un niño que se estaba muriendo de insuficiencia cardiaca era un dispositivo conocido como oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC).
"La OMEC es un arreglo bastante precario", señaló Fraser.
Involucra un tubo en el corazón, el pecho o el cuello, y una arteria, explicó. La sangre se circula por un pulmón artificial y se vuelve a bombear al cuerpo. Los bebés y niños que reciben OMEC tienen que estar en una unidad de cuidados intensivos, y casi siempre tienen que ser anestesiados por completo, y con frecuencia necesitan respiración mecánica. Los niños con OMEC no pueden levantarse ni moverse, no pueden hacer fisioterapia, y no reciben una nutrición normal.
En el mejor de los casos, la OMEC da a un niño unas cuantas semanas adicionales de supervivencia, apuntó Fraser. La esperanza es que en esas pocas semanas adicionales aparezca un corazón donado.
"Una vez un niño se coloca en OMEC, el reloj avanza de prisa", advirtió Fraser. Desafortunadamente, el tiempo promedio para el trasplante es de 119 días para los bebés, según la información de respaldo del estudio. Apenas entre 40 y 60 por ciento de los niños en OMEC sobreviven lo suficiente para recibir un trasplante.
Hace unos 20 años, salió un dispositivo para adultos con insuficiencia cardiaca que les ayudaba a conseguir tiempo adicional para esperar por un trasplante. Se conoce como dispositivo de asistencia ventricular izquierda, y ayudaba al corazón de los pacientes a bombear sangre de forma más eficiente. Aunque ha ayudado a muchos adultos, lograr que el dispositivo tuviera el tamaño para los niños presentaba muchas dificultades, comentó Fraser.
"Los niños no son simplemente adultos pequeños", planteó. "La complejidad de la ingeniería, la logística y la geografía del pecho de un niño son distintas. Además, tenían que lograr dispositivos de tamaños para que funcionaran incluso en bebés recién nacidos".
El ensayo actual incluyó a dos grupos de 24 niños de menos de 16 años que tenían insuficiencia cardiaca grave. Los niños de cada grupo recibieron el dispositivo de asistencia ventricular pediátrica. Entonces, se comparó a esos grupos con pacientes anteriores de insuficiencia cardiaca de gravedad similar que habían recibido OMEC.
En el primer grupo de niños, la edad promedio fue de un año. En ese grupo, la duración más prolongada del dispositivo de asistencia ventricular pediátrica fue de 174 días, frente a 21 días con la OMEC. A los 21 días, 25 por ciento de los niños con OMEC habían muerto tras abandonar el dispositivo. A los 174 días, el 88 por ciento de los niños con el dispositivo de asistencia habían podido sobrevivir hasta el trasplante, o ser retirados paulatinamente de la máquina.
La edad promedio en el segundo grupo de niños fue de alrededor de 9 años. La duración más prolongada del respaldo con el dispositivo de asistencia ventricular pediátrica fue de 192 días, frente a 28 días con la OMEC. A los 30 días, el 33 por ciento de los niños con OMEC habían muerto. A los 192 días, apenas 8 por ciento de los niños con el dispositivo de asistencia habían muerto.
El dispositivo de asistencia ventricular pediátrica no es una panacea. Conlleva riesgos significativos de sangrado mayor, infecciones y accidentes cerebrovasculares, según el estudio.
"Definitivamente no es algo a hacerse a la ligera", advirtió Fraser. "Pero para esos niños desesperados que probablemente no sobrevivirían hasta el trasplante, claramente los beneficios del dispositivo superan a los riesgos".
Fraser añadió que los niños que reciben el dispositivo de asistencia ventricular pediátrica por lo general pueden prescindir de la respiración mecánica. Por lo general pueden salir de la cama y moverse, participar en fisioterapia y comer con normalidad. Todas esas cosas ayudan a que estén más fuertes y sanos antes de la cirugía.
"Este dispositivo está diseñado para rescatar a niños cuyos corazones fallan tan gravemente que los beneficios superan al riesgo", aclaró la Dra. Daphne Hsu, jefa de cardiología pediátrica del Hospital Pediátrico de Montefiore, en la ciudad de Nueva York.
Tiene experiencia con el dispositivo, y aseguró que "es maravilloso que ahora haya un dispositivo para tratar a los niños. No ha habido mucho énfasis en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca en los niños".
La única desventaja del nuevo dispositivo frente a la OMEC es el costo, planteó. Aunque no conocía las cifras exactas, cree que el nuevo dispositivo cuesta inicialmente unos 50,000 dólares, frente a varios miles de dólares de la OMEC. Pero dijo que el costo del dispositivo de asistencia quizás ya haya bajado, y podría bajar aún más a medida que su uso se generalice.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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