ONCOLOGÍA | Cáncer de mama
Una inyección de Herceptin en un cinco minutos
- Una nueva versión del fármaco más cómoda ofrece resultados eficaces
- De autorizarse, podría administrarse en casa, ahorrando tiempo y costes
Trastuzumab (más conocido por su nombre comercial, Herceptin) es uno de los fármacos que ha revolucionado el tratamiento de un grupo de tumores de mama, denominados HER2 positivos. Sin embargo, pese a su eficacia, el medicamento se administra mediante una molesta inyección intravenosa que exige estar conectada al gotero durante media hora. Una nueva versión del fármaco, por vía subcutánea, podría mejorar mucho la calidad de vida de las pacientes.
Según publican esta semana en las páginas de la revista 'The Lancet Oncology' investigadores de Brasil, Suiza, EEUU, Polonia, Rusia y la República Checa acaban de demostrar que la nueva versión del fármaco, al menos, no es inferior que la formulación tradicional.
En este primer paso para dar vía libre a una inyección de Herceptin, mucho más sencilla y cómoda para los pacientes, los investigadores compararon dos grupos de mujeres con tumores HER2 que iban a ser operadas y tratadas con una combinación de quimioterapia y Herceptin.
De ellas, 299 recibieron una inyección subcutánea en cinco minutos, cada tres semanas; y otras 297, la formulación intravenosa, con la misma frecuencia. La principal diferencia es que el gotero tradicional requiere una primera sesión de alrededor de 90 minutos y, si se comprueba que es bien tolerada, de 30 minutos en las sesiones sucesivas. Así, durante un año.
Evidentemente, como destaca en un editorial en la misma revista el especialista español Javier Cortés, del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, esa comodidad para las mujeres es uno de los puntos que habrá que tener en cuenta a la hora de autorizar esta nueva vía de administración. Pero no la única. "La posibilidad de administrar la inyección en sólo cinco minutos abre la puerta a que las propias mujeres se la puedan administrar en casa; lo que supone de ahorro de tiempo y recursos hospitalarios", señala en su comentario. Además, la posibilidad de inyectarse en casa, prosigue, "permitirá a las mujeres continuar con su vida, con una menor dependencia del hospital, lo que tiene gran importancia desde el punto de vista psicológico".
De momento, en el ensayo liderado por Gustavo Ismael, del Hospital Amaral Carvalho (Brasil), ha demostrado que ambas vías son igual de eficaces, tienen reacciones adversas similares y logran lo que los científicos llaman las mismas tasas de respuestas patológicas completas (desaparición de evidencias clínicas del tumor). En cambio, admiten, es demasiado pronto para saber si la inyección alcanza los mismos porcentajes que el gotero en cuestión de supervivencia y mortalidad; lo que le daría el impulso definitivo para ver luz verde en las plantas de oncología.
Según publican esta semana en las páginas de la revista 'The Lancet Oncology' investigadores de Brasil, Suiza, EEUU, Polonia, Rusia y la República Checa acaban de demostrar que la nueva versión del fármaco, al menos, no es inferior que la formulación tradicional.
En este primer paso para dar vía libre a una inyección de Herceptin, mucho más sencilla y cómoda para los pacientes, los investigadores compararon dos grupos de mujeres con tumores HER2 que iban a ser operadas y tratadas con una combinación de quimioterapia y Herceptin.
De ellas, 299 recibieron una inyección subcutánea en cinco minutos, cada tres semanas; y otras 297, la formulación intravenosa, con la misma frecuencia. La principal diferencia es que el gotero tradicional requiere una primera sesión de alrededor de 90 minutos y, si se comprueba que es bien tolerada, de 30 minutos en las sesiones sucesivas. Así, durante un año.
Evidentemente, como destaca en un editorial en la misma revista el especialista español Javier Cortés, del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, esa comodidad para las mujeres es uno de los puntos que habrá que tener en cuenta a la hora de autorizar esta nueva vía de administración. Pero no la única. "La posibilidad de administrar la inyección en sólo cinco minutos abre la puerta a que las propias mujeres se la puedan administrar en casa; lo que supone de ahorro de tiempo y recursos hospitalarios", señala en su comentario. Además, la posibilidad de inyectarse en casa, prosigue, "permitirá a las mujeres continuar con su vida, con una menor dependencia del hospital, lo que tiene gran importancia desde el punto de vista psicológico".
De momento, en el ensayo liderado por Gustavo Ismael, del Hospital Amaral Carvalho (Brasil), ha demostrado que ambas vías son igual de eficaces, tienen reacciones adversas similares y logran lo que los científicos llaman las mismas tasas de respuestas patológicas completas (desaparición de evidencias clínicas del tumor). En cambio, admiten, es demasiado pronto para saber si la inyección alcanza los mismos porcentajes que el gotero en cuestión de supervivencia y mortalidad; lo que le daría el impulso definitivo para ver luz verde en las plantas de oncología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario