lunes, 22 de julio de 2013

Educación preventiva acuática para la seguridad de los bebés - DiarioMedico.com

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Prevenir los ahogamientos

Educación preventiva acuática para la seguridad de los bebés

Es importante fomentar que los más pequeños desarrollen la prudencia. El método 'Leonarmi' promueve la estimulación corporal en el agua.
Karla Islas Pieck. Barcelona | karla.islas@diariomedico.com   |  22/07/2013 18:12

Sesiones de educación preventiva
Un bebé durante las sesiones de educación preventiva y estimulación sensorial en el agua con el método Leonarmi, en el centro que lleva el mismo nombre, en Barcelona. (Leonarmi)

Cada año, cuando comienza el buen tiempo, se eleva el marcador de casos de ahogamientos por inmersión no intencional, especialmente entre bebés y niños menores de seis años. La mayoría de ellos, con desenlace fatal. Según las cifras disponibles, este año desde el mes de junio se han registrado 14 muertes de niños en piscinas y ríos, 8 de ellos en solo una semana. Estos datos ponen sobre la mesa la necesidad de reforzar las estrategias preventivas, especialmente en el colectivo con mayor riesgo.

Un reciente estudio que publicó en la revista Anales de Pediatría un grupo del Hospital San Juan de Dios, de Barcelona, concluyó que tener menos de 6 años de edad, no saber nadar, no usar flotadores en piscinas privadas desprotegidas y una vigilancia inadecuada aumentan el riesgo de sufrir un ahogamiento.

Además, señala que un tiempo de inmersión superior a diez minutos, el inicio de las maniobras de reanimación cardiovascular más allá de los primeros tres minutos, la presencia de acidosis, hiponatremia e hipotermia al llegar al servicio de urgencias del hospital aumentan la mortalidad en estos pacientes.

Según los autores del trabajo, que recoge datos de 21 servicios de urgencias pediátricos entre junio y septiembre del 2009 y del 2010, respectivamente, capacitar a los familiares y cuidadores en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede resultar útil para prevenir estos casos.


Educación en el agua
Otra de las estrategias para reducir el riesgo que implica el agua consiste en ofrecer a los niños educación preventiva y estimulación corporal desde sus primeros meses de vida, según ha explicado a Diario Médico Noemí Suriol, fisioterapeuta especializada en neuropediatría y cocreadora del método Leonarmi.

Suriol acaba de publicar el libro ¡Bebés al agua! (Editorial Luciérnaga Nova) en el que explica las claves para fomentar esta actividad como un medio para enriquecer el desarrollo del niño, a la vez que propone actividades para multiplicar sus habilidades motrices y su capacidad de reacción frente a las dificultades a las que se puede enfrentar cuando está en el agua, lo que se traduce en una mejora de su seguridad.
  • La capacitación de los adultos en técnicas de reanimación cardiopulmonar y la educación preventiva de niños y bebés puede ser útil para prevenir ahogamientos
Uno de los objetivos que persigue este método, que se basa en siete niveles de actividad en el agua y siete más en tierra, es que los bebés se familiaricen con el medio acuático desde edades muy tempranas, de una manera segura, mediante el adecuado vínculo con sus padres o cuidadores, y que a su vez aprendan a conocer los límites de seguridad y a desarrollar la prudencia.

A su juicio, uno de los principales problemas del enfoque tradicional de la educación acuática que se imparte en España, también conocida como matronatación, es que se plantea principalmente como un juego "y se corre el riesgo de que los niños no aprendan a reconocer el peligro que conlleva el agua". En la otra cara de la moneda se ubican los programas de entrenamiento para la supervivencia, característicos del estilo norteamericano, que se centran en enseñar a los niños a flotar y a salir de la piscina sin tomar en cuenta los ritmos de cada uno de ellos, así como sus necesidades y características personales.
  • El método Leonarmi ofrece una nueva alternativa diferente del enfoque tradicional de educación acuática y de los programas de entrenamiento para la supervivencia en agua
El método Leonarmi es una alternativa que "consigue el mismo resultado, ya que la mayoría de los niños aprenden a flotar y a nadar antes que los demás", pero la diferencia es que esto sucede como una consecuencia de la integración de los nuevos conocimientos en su movimiento natural, y no cómo último objetivo.

Suriol ha enumerado tres normas básicas que todos los adultos que acompañan a niños y bebés en el agua deben tener siempre presentes: mantener la vigilancia y el contacto visual en todo momento, y desterrar el uso del móvil y otros dispositivos similares; agudizar la atención ante las multitudes: no confiar en que "alguien lo verá", y cuanto antes aprendan los niños a nadar, mejor.

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