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Institutos Nacionales de la Salud
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Las personas que sufren de migraña se enfrentan a un estigma significativo, halla un estudio
Equivale al de la epilepsia y el trastorno de pánico, señalan los investigadores, y se le resta importancia a la discapacidad que provoca
Traducido del inglés: viernes, 28 de junio, 2013
"Pudimos validar que las personas que tienen migrañas no se equivocan al sentirse estigmatizadas", señaló el investigador líder, el Dr. Robert Shapiro, profesor de ciencias neurológicas del Colegio de Medicina de la Universidad de Vermont. "Hallamos que esas percepciones están bien fundamentadas, y que el estigma que la mayoría de personas con migrañas experimentan es de una magnitud similar al estigma que sufren las personas con epilepsia y con ataques de pánico", anotó.
"La actitud general es que la migraña no es una afección muy grave ni muy válida", comentó. En el estudio, los que tenían asma experimentaron el menor grado de estigma de las cuatro afecciones estudiadas. Los pacientes de epilepsia pueden experimentar convulsiones impredecibles y se sabe que la afección conlleva un estigma. Los ataques de pánico, durante los cuales las personas que los sufren experimentan brotes de terror intenso, también son impredecibles.
Shapiro presentará los hallazgos el domingo en el Congrego Internacional del Dolor de Cabeza (Internacional Headache Congress), en Boston.
Unos 29.5 millones de estadounidenses se ven afectados por el dolor y los síntomas de las migrañas, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Los síntomas incluyen dolores de cabeza graves, sensibilidad a la luz y náuseas. Las personas afectadas pueden necesitar descanso en cama, y quizás no puedan trabajar mientras sufren de la migraña.
Shapiro encuestó a 765 personas en línea. Todas eran residentes de EE. UU., con una edad promedio de 28 años. Cuando se les presentaron viñetas que describían a personas con asma, migrañas, ataques de pánico y epilepsia, los participantes de la encuesta respondieron a las preguntas de una prueba bien conocida para evaluar el estigma de las enfermedades.
Shapiro explicó que el cuestionario "solo proporciona una idea sobre cómo alguien desea asociarse con otra persona". Por ejemplo, los respondientes dijeron qué tan probable era que desearan trabajar con alguien que sufría de las cuatro afecciones, y qué tan cómodos se sentirían invitándoles a una fiesta.
La puntuación de estigma más baja fue para los asmáticos. "Lo que hallamos fue que la puntuación de la migraña era bastante similar y estaba muy cercana a la de la epilepsia y el ataque de pánico", comentó Shapiro.
El estudio fue financiado por los Institutos Canadienses de Investigación en Salud. Peter Reiner, de la Universidad de Columbia Británica, también dirigió la investigación.
Algunos de los hallazgos de Shapiro se hacen eco de los de otro estudio, publicado a principios de año, en que investigadores del Centro del Dolor de Cabeza del Hospital de la Universidad Thomas Jefferson hallaron que los pacientes de migrañas crónicas sufrían más del estigma que los que sufrían de epilepsia, mientras que los que sufrían de migrañas episódicas experimentaban menos estigma que los que sufrían de migrañas crónicas.
El nuevo hallazgo no sorprende al Dr. Randall Berliner, neurólogo y psiquiatra que se especializa en los trastornos del dolor de cabeza en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Se trata de un problema muy común", aseguró Berliner, quien no participó en el estudio.
"Si una persona no tiene migrañas, puede resultarle difícil comprender la severidad que los dolores de cabeza pueden llegar a tener", explicó Berliner.
Muchas personas experimentan dolores de cabeza que no son migrañas y no los consideran incapacitantes, apuntó. Quizás se tomen una pastilla y se sientan mejor, y no tengan que faltar al trabajo. Pero las migrañas son muy distintas, apuntó.
Shapiro se mostró de acuerdo. Los que no han tenido una migraña con frecuencia tienen la actitud de que los que tienen migrañas incapacitantes simplemente no manejan un problema que casi todo el mundo tiene, planteó.
Las migrañas también son muy impredecibles en general, añadió Berliner. "Dificulta que una persona que sufra de migrañas haga planes y los cumpla", dijo. "Algunas personas podrían interpretar eso como que son caprichosos o desconsiderados".
Para combatir esa actitud en el lugar de trabajo, un empleado con migraña puede hablar con el jefe, y comunicarle que "no tiene la intención de reducir la productividad", aconsejó Berliner.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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