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Los pediatras alergólogos alertan de los
riesgos en verano
Los niños alérgicos deberían llevar un botiquín de rescate en vacaciones
·
Los descuidos más
frecuentes al ir de viaje tienen que ver con la medicación y la alimentación,
según los pediatras alergólogos
·
Muchos niños
pasan parte del verano en campamentos sin monitores formados
Madrid,
10 de julio de 2013. La Sociedad Española de Inmunología Clínica,
Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte de los riesgos que asumen los niños
en vacaciones como el olvido de la medicación de rescate, exponerse a alimentos
nuevos o con ingredientes desconocidos o alojarse en ambientes con alérgenos u otros
tóxicos. Por ello ha incluido un listado de consejos a seguir en su web: www.seicap.es.
El botiquín de rescate de un niño
alérgico debe componerse de “antihistamínico, en el caso de los niños con
rinitis o conjuntivitis; el inhalador, en el caso de los asmáticos; y el antihistamínico, el corticoide o la
adrenalina autoinyectada para alérgicos a alimentos, látex o picaduras de
abejas o avispas”, indica el doctor Carles Lucas, del Grupo de Trabajo de
Educación Sanitaria de SEICAP. Los síntomas que pueden producirse tras entrar
en contacto con el alérgeno son “urticaria, angioedema, asma, rinitis,
conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia”, enumera el
doctor. Este especialista recomienda llevar también la receta del tratamiento
por si fuera necesario por los controles de seguridad en los aeropuertos.
Es el caso de los campamentos, cuyo
personal "necesita más formación en alergias infantiles y protocolos de
actuación a seguir en caso de emergencia", advierte. En ellos, al igual
que pasa en el buffet de los hoteles, hay que prestar atención a las comidas,
dónde pueden aparecer alimentos desconocidos o ingredientes ocultos. Ante eso,
“lo mejor es que alguna persona no alérgica lo pruebe antes y tener información
de lo que incluye cada plato y del tipo de alergia que tiene el niño”, añade.
Según datos de la SEICAP, uno de cada
cinco niños tiene alergia, uno de cada diez es asmático y entre el 3 y el 8% tienen
alergia a alimentos, cifras que aumentan cada año. Otra de las precauciones que
deben tomarse durante las vacaciones de verano es la de viajar a ambientes
contaminados. “Estos pueden ser perjudiciales para los niños con problemas
respiratorios. Es importante buscar un ambiente limpio y que no tenga demasiados
objetos que puedan acumular polvo, como las moquetas, sillones, etc. También es
importante tomar precaución en ambientes húmedos como vestuarios de piscinas
donde pueden aparecer hongos “, aconseja el doctor Lucas.
Campamentos
educativos
La información del tipo de alergia del
niño y el conocimiento de las medidas a seguir en caso de reacción son
fundamentales y deben proporcionarse “tanto a los padres, como a familiares y
al propio niño”, indica el doctor Lucas. Los campamentos educativos para niños alérgicos
enseñan a los menores a convivir con una alergia. “En ellos les enseñamos, a
través del juego, autocuidados y desmitificamos algunas ideas que pueden
influir en la calidad de vida de los pacientes”, comenta.
La SEICAP trabaja durante todo el año
por “promover programas educativos e iniciativas tanto para los niños alérgicos
como sus familias y la sociedad en general que permitan un mejor conocimiento
de las enfermedades alérgicas, su prevención y tratamiento y así poder mejorar
la calidad de vida de sus pacientes”, explica la doctora Ana María Plaza,
presidenta de la sociedad. Uno de los objetivos más importantes de los
pediatras alergólogos es conseguir que el niño “no sienta que vive en un mundo
aparte y que puede realizar las mismas actividades que los demás”, añade la
doctora.
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