Las bombas de insulina son mejores que las inyecciones para los niños con diabetes tipo 1, según un estudio
Durante una media de 3.5 años, los dispositivos funcionaron mejor para controlar la glucemia, afirman unos investigadores
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_139877.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 11/17/2013) Traducido del inglés: lunes, 19 de agosto, 2013 También podrían provocar menos complicaciones, apuntaron los investigadores australianos.
"Se trata del estudio más grande sobre el uso de bombas de insulina en los niños", escribió el equipo liderado por la Dra. Elizabeth Davis, del Hospital Pediátrico Princesa Margarita, en Perth. "También tiene el periodo de seguimiento más prolongado de todos los estudios sobre la terapia con bombas de insulina en los niños. Nuestros datos confirman que la terapia con bombas de insulina provee una mejora en el control glucémico, que se sostiene durante al menos siete años".
El estudio aparece en la edición del 18 de agosto de la revista Diabetologia.
El equipo de Davis comparó los resultados de 345 niños entre los 2 y los 19 años de edad que utilizaron bombas de insulina para controlar su diabetes tipo 1 con un número similar de niños que recibían inyecciones de insulina.
Se dio seguimiento a los niños durante un promedio de tres años y medio.
En el periodo de seguimiento, los episodios de unos niveles de glucemia en sangre peligrosamente bajos (hipoglucemia grave) en el grupo de las bombas de insulina se redujeron en alrededor de la mitad, apuntaron los investigadores. En contraste, los episodios de hipoglucemia grave en el grupo de las inyecciones de insulina aumentaron, de unos siete eventos por cada cien pacientes por año a más de diez eventos para el final del estudio.
Los investigadores también observaron las tasas de admisiones hospitalarias por cetoacidosis diabética, una escasez de insulina que hace que el organismo comience a quemar grasas y a producir moléculas ácidas de cetona, lo que provoca complicaciones y síntomas. Se trata de una complicación frecuente entre los niños con diabetes tipo 1.
Hubo menos admisiones por cetoacidosis diabética en el grupo de las bombas de insulina que en el grupo de inyecciones de insulina, con 2.3 y 4.7 por cada cien pacientes por año, respectivamente, según el estudio.
De los 345 pacientes con bombas de insulina, 38 dejaron de usarlas en algún momento del estudio: seis en el primer año, siete en el segundo, diez en el tercero y los demás tras tres años.
Los autores del estudio señalaron que algunos niños las dejaron porque se cansan de la atención adicional necesaria para gestionar la bomba, o porque se preocupan sobre el aspecto físico de la bomba. Otros niños a veces se toman unas "vacaciones" temporales de la bomba, y luego comienzan a usarla nuevamente.
Dos expertas en diabetes de EE. UU. no se sintieron sorprendidas ante los hallazgos.
"El estándar actual para el tratamiento con insulina en la diabetes tipo 1 es una terapia diaria de inyecciones múltiples de insulina", comentó la Dra. Patricia Vuguin, endocrinóloga pediátrica del Centro Médico Pediátrico Cohen de Nueva York, en New Hyde Park, Nueva York.
"[Sin embargo], en los años 70, se introdujo la infusión subcutánea continua de insulina, que también se conoce como terapia con bomba", continuó. "La terapia con bomba se hace más popular, quizás debido a los avances técnicos que resultan en una mayor comodidad y un mejor estilo de vida para el paciente".
Vuguin dijo que el estudio consiguió "confirmar que la terapia con bomba de insulina mejoró y sostuvo el control de la glucosa en sujetos diabéticos con diabetes tipo 1 durante al menos siete años".
Virginia Peragallo-Dittko es directora ejecutiva del Instituto de Diabetes y Obesidad del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York. Dijo que "cuando se trata la diabetes tipo 1 con insuficiencia de insulina, hay más de una forma de proveer la insulina que imita a la que el páncreas usualmente provee".
"En comparación con las inyecciones múltiples, la bomba de insulina permite una dosificación más flexible de la insulina cuando se necesita que la hormona se reduzca durante el ejercicio o aumente durante la enfermedad, y también permite una dosificación más flexible con las comidas", aseguró Peragallo-Dittko.
Sin embargo, se carecía de un estudio que rastreara a los resultados de los niños con las bombas de insulina a largo plazo, comentó.
"Las demandas de la autogestión de la diabetes continúan las 24 horas, los 7 días de la semana, y gestionar esas demandas durante los periodos de crecimiento intenso y la pubertad es particularmente difícil para los niños, los adolescentes y sus familias", señaló Peragallo-Dittko. "Lo importante de este estudio es que la mejora en [el control de la glucemia] perduró con el tiempo en un ambiente de la vida real, y los que usan las bombas de insulina podrían tener una ventaja".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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