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Institutos Nacionales de la Salud
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Los dolores de estómago en la niñez podrían vincularse con la ansiedad y la depresión en la adultez
Un estudio observó a adultos jóvenes una década más tarde
Traducido del inglés: martes, 13 de agosto, 2013
Los investigadores compararon a 332 adultos jóvenes con una edad de más o menos 20 años, que sufrieron de dolor abdominal en la niñez, con 147 participantes a los que no les ocurrió eso. De los que habían sufrido dolor de estómago, el 51 por ciento habían sufrido un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas, y el 30 por ciento tenían un trastorno de este tipo en la actualidad. En contraste, apenas el 20 por ciento de los adultos sin dolor de estómago en la niñez tenían un trastorno de ansiedad.
"Una década más tarde, los individuos que sufrían de dolor de estómago seguían teniendo unas tasas altas de trastornos de ansiedad, aunque ya no sufrieran de dolor de estómago", apuntó la autora del estudio, Lynn Walker, profesora de pediatría de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
Además, el 40 por ciento de los hombres y mujeres jóvenes que tuvieron dolor abdominal en la niñez habían sufrido de depresión en algún momento de su vida, frente al 16 por ciento de los adultos que no sufrieron de dolor de estómago, según el estudio, que aparece en línea el 12 de agosto y en la edición impresa de septiembre de la revista Pediatrics.
No está del todo claro exactamente cómo se vinculan el dolor de estómago y la ansiedad, pero "la ansiedad relacionada con el dolor, o incluso la ansiedad relacionada con otras cosas en la vida del niño, pueden agravar el dolor y conducir a un mayor sufrimiento y discapacidad", advirtió Walker.
Para romper el ciclo pronto, los padres de los niños que se quejan de dolor de estómago deben primero llevar al niño al médico para ver si les pasa algo médicamente, aconsejó.
"Si no se halla una enfermedad significativa, los padres deben animar a sus hijos a continuar con sus actividades regulares aunque tengan dolor o anticipen que podrían tenerlo", dijo Walker. "Cuando los niños faltan a la escuela y a otras actividades, se atrasan en las tareas y en las relaciones con los niños de su edad, lo que aumenta el estrés, lo que a su vez aumenta su sufrimiento".
A partir de aquí, la cosa se agrava. "A medida que dejan de hacer las actividades y se aíslan socialmente, tienen más tiempo para concentrarse en el dolor y preocuparse al respecto", señaló. "Cuando se atrasan respecto a los niños de la misma edad, tienen cosas adicionales de las que preocuparse".
En el estudio, el trastorno de ansiedad social, un temor paralizante de ser juzgado por los demás, ocurrió en una cuarta parte de los niños con dolor de estómago.
Los expertos concurrieron en que los padres deben buscar ayuda pronto para los niños con dolor de estómago recurrente, para intentar reducir la ansiedad y la depresión.
"Los padres deben tomar un rol activo en la vida de sus hijos al buscar tanto atención médica como consejería de respaldo para sus hijos. Esto prevendrá un agravamiento potencial de la ansiedad, y ayudará a los niños a aprender mejores formas de afrontar los factores estresantes que podrían empeorar el dolor", comentó el Dr. Scott Krakower, psiquiatra infantil y adolescente del Hospital Zucker Hill, en Glenn Oaks, Nueva York.
Los padres se deben tomar el dolor de estómago crónico en serio desde el principio, enfatizó la Dra. Sarah Rebstock, directora de la Clínica Ambulatoria de Medicina del Dolor Infantil del Centro Médico Pediátrico Nacional de Washington, D.C. "Obtenga pronto una remisión si su hijo tiene dolor de estómago durante dos o más semanas", planteó. "No espere".
Aunque el estudio vinculó los problemas estomacales en la niñez con la ansiedad y la depresión adultas, no estableció causalidad.
El Dr. Mark Lowenheim, gastroenterólogo pediátrico del Hospital St. Charles en Port Jefferson, Nueva York, advirtió rápidamente que no todo niño que tenga problemas abdominales necesitará que lo atienda un profesional de la salud mental.
"Sin duda alguna hay un subgrupo de niños que tienen dolor abdominal que también sufren de ansiedad y depresión, así que no es sorprendente que también tengan una mayor incidencia de ansiedad y depresión en la adultez, pero no es algo dado por hecho", comentó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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