miércoles, 4 de diciembre de 2013

África y Asia, escenarios de la diabetes del futuro | Salud | EL MUNDO

África y Asia, escenarios de la diabetes del futuro | Salud | EL MUNDO


THE LANCET Congreso mundial en Australia


África y Asia, escenarios de la diabetes del futuro




  • Aumenta la enfermedad en países en desarrollo, que cuentan con el 80% de los afectados




  • Las zonas de hambruna pueden sufrir una epidemia en el futuro




  • Preocupa el crecimiento entre niños y adolescentes





Varias personas asiáticas comiendo

La 'occidentalización' de la dieta es una de las causas del fenómeno Reuters



Es posible que usted piense que éste es un artículo más sobre la epidemia actual de diabetes; incluso conozca algunos datos sobre el aumento imparable de esta enfermedad en todo el mundo. Sin embargo, las cifras y datos que aporta un número especial de la revista The Lancet Diabetes and Endocrinology con motivo del Congreso Mundial de Diabetes que se celebra en Australia no hacen sino poner sobre la mesa más motivos para la preocupación.
No es sólo que la diabetes se haya duplicado en la última década, dejando incluso pequeñas algunas de las previsiones realizadas en los años 90; sino que la enfermedad afecta cada vez a personas más jóvenes (niños y adolescentes incluidos) y a numerosos países con pocos recursos, lo que dificulta un buen control de la enfermedad y aumenta el riesgo de complicaciones.
Este número especial de la revista poen especial énfasis a la relación de la diabetes con el entorno intrauterino en el que vive el feto durante nueve meses, y cómo los niños nacidos en un entorno de malnutrición en la gestación son especialmente sensibles a los daños de una dieta hipercalórica y rica en grasas durante la edad adulta, como subrayan en uno de los artículos Paul Zimmet y Jonathan Shaw, de la Universidad de Melbourne.
"Por ejemplo, la situación política en Camboya entre 1975 y 1979 provocó fuertes tasas de malnutrición. Actualmente, el desarrollo económico, las mejoras alimentarias y la occidentalización de la dieta han favorecido un incremento de las tasas de diabetes en Camboya similares a las de otros países desarrollados, como Australia", señalan en esta revisión. Zimmet y su equipo alertan incluso de que las condiciones de hambruna y malnutrición en regiones como el Cuerno de África podría ser el germen de una epidemia de diabetes dentro de 30 ó 40 años.
Pero Camboya no es el único país en desarrollo en el que las tasas de diabetes son preocupantes. Según la Federación Internacional de Diabetes, de los 10 países con mayor incidencia, cuatro son asiáticos (China, India, Indonesia y Japón), pero también preocupan territorios del Golfo Pérsico y Oriente Medio. Se calcula que el 80% de los pacientes diabéticos en el mundo vive en países con bajos o medios recursos, lo que a corto y medio plazo va a suponer un verdadero reto para las autoridades sanitarias.
Porque como recuerda este número especial de la revista británica, la diabetes en estos países presenta varias diferencias con respecto a los países occidentales. Allí, explican los investigadores, la enfermedad afecta a personas más jóvenes, muchas de ellas aún en edad laboral. Si en el Primer mundo las complicaciones más habituales son de tipo cardiovascular, en los países en desarrollo la diabetes mal controlada se asocia a ictus o problemas renales. "La aceptación social de la enfermedad en estos territorios por parte de familiares, amigos y compañeros de trabajo también es más difícil" y, finalmente, sus sistemas sanitarios no están aún preparados para atender patologías crónicas, a menudo asintomáticas, como la diabetes, que requieren muchos años de cuidados y atenciones a estos pacientes.
Precisamente éste es también uno de los aspectos que preocupa con respecto a la diabetes infantojuvenil, otra de las subepidemias al alza. Como subrayan Shaw y sus compañeros, la adherencia al tratamiento cuando la diabetes tipo 2 debuta en la infancia es mucho más complicada que en los adultos y requiere una colaboración no siempre sencilla por parte del niño. "Además de la larga duración de la enfermedad, hay otros factores (como un mal control metabólico) que pone a los adolescentes en especial riesgo de complicaciones", advierten.
De hecho, una investigación reciente señala que cuando la enfermedad se diagnostica entre los 15 y los 24 años, los pacientes tienen casi un 20% de riesgo de ceguera y una media de 15 años de vida perdidos. Además, añaden, las opciones terapéuticas para estos chicos son más reducidas que en los adultos debido a la falta de alternativas a la insulina para este grupo de edad.
En los últimos 20 años, la diabetes ha duplicado su incidencia en el mundo, pero es la epidemia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes uno de los factores que hace a los expertos mirar al futuro con preocupación. Debido al coste económico creciente, los expertos sugieren un aumento de los esfuerzos preventivos, que tenga en cuenta los muchos aspectos que influyen en la enfermedad; sobre todo, la influencia del ambiente intrauterino y los cambios demográficos a nivel mundial.
De hecho, como sugiere en otro trabajo Leif Groop, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), la diabetes es una enfermedad mucho más heterogénea de lo que se podía pensar y es probable que la división tipo 1-tipo 2 se quede obsoleta dentro de unos años.

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