Hombre/Mujer somos dos mundos aparte
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La base científica se encuentra en las conexiones cerebrales
A ellas les cuesta aparcar, eso si llegan a destino porque no saben leer mapas, y sus emociones son un enigma difícil de desentrañar. Ellos no pueden hacer dos cosas a la vez, carecen de intuición, y necesitan gafas para leer entre palabras. Los tópicos de género acaban de convertirse en conclusión científica tras un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, que ha revelado que el cerebro de la mujer y el del hombre funcionan de manera diferente.
Los científicos firmantes del documento han sido los primeros sorprendidos ante un descubrimiento que respalda estereotipos más propios de conversación de sobremesa: que las mujeres son más intuitivas, tienen mejor memoria e inteligencia emocional, y que los hombres poseen una mejor coordinación y percepción del espacio. Esto es así, afirman, porque en las féminas se dan más conexiones entre los hemisferios derecho e izquierdo, mientras que en los varones existe una mayor conectividad entre las zonas anterior y posterior de cada uno de ellos.
Dado que el hemisferio derecho controla la intuición, y el izquierdo la actividad racional, una mayor actividad entre ambos facilita el pensamiento analítico y el intuitivo, como ocurre en la mujer. Al mismo tiempo, cada hemisferio está dividido en zonas: la anterior, que controla los músculos, y la posterior, sobre la nuca, responsable de la visión. Así, cuantas más conexiones entre estos dos módulos, mayor coordinación entre la vista y los movimientos, y mejor preparación para la acción, como ocurre en el caso del hombre.
La investigación -949 personas de 8 a 22 años estudiadas con escáner- es de las más amplias en este campo, pero no la primera. El pasado marzo la Universidad de California y científicos de la Autónoma de Madrid, la Fundación Reina Sofía y la Complutense concluían que el cerebro de la mujer es más eficiente. El estudio buscaba desentrañar porqué siendo de menores dimensiones que el del hombre -un 8% más grande-, rinde igual intelectualmente.
Y concluyeron, tras realizar tests de inteligencia, que requería menos energía, menor número de neuronas para llevar a cabo una tarea, y que, en algunos casos, lo hacía mejor. Concretamente en razonamiento inductivo, ciertas operaciones numéricas, y en adaptación a los cambios.
Los hombres, por su parte, mostraban una mejor percepción espacial. Ambos documentos ofrecen explicación científica a una cuestión que durante tiempo se achacó a otras causas. «Inicialmente fueron estudios psicológicos los que constataron diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer, pero que se creía podían responder a factores educacionales y genéticos», dice David Pérez, neurólogo y presidente de la Fundación Cerebro. «Conforme fueron cambiando los roles culturales, se detectó que las diferencias persistían, lo que llevó a pensar que eran neurobiológicas». En cualquier caso invita a no percibirlo «como una competición. La asociación de ambos es lo que ha permitido que nuestra especie haya progresado». Aunque no haya evitado millones de crisis domésticas al volante.
Las mujeres, por su lado, tienen conexiones más potentes entre los dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. De este modo, son más susceptibles de usar todo el cerebro cuando un hombre usa sólo medio. Al menos así lo afirma Ruben Gur, uno de los autores del estudio. La mayor conexión transversal en el cerebro de las mujeres aumenta la memoria, las habilidades sociales y parece que está diseñado para combinar el pensamiento analítico y el intuitivo. El diseño de los hombres mejora la coordina.
Un estudio del comportamiento llevado a cabo por la Universidad de Pennsylvania confirmaba esta tesis, y señalaba que las mujeres tienen más capacidad de atención, facilidad de palabra y habilidades sociales, mientras que los hombres son más rápidos a la hora de procesar el espacio, así como en sus respuestas motoras a determinados estímulos. Las diferencias entre las conexiones cerebrales de hombres y mujeres comienzan a detectarse a los 13 años, pero es entre los 14 y los 17, edad que corresponde con cambios hormonales en la adolescencia, cuando más se desarrolla.
En cualquier caso, las diferencias entre el cerebro de hombre y mujer resultan tan sorprendentes como lo bien que se complementan, explican los científicos. Además señalan que los mapas de conectividad cerebral que podrán realizarse a partir de los estudios llevados a cabo «nos ayudarán a entender no sólo las diferencias entre cómo piensan hombres y mujeres, sino también los orígenes de algunos desórdenes neurológicos, que a menudo están relacionados con el sexo».
Los científicos firmantes del documento han sido los primeros sorprendidos ante un descubrimiento que respalda estereotipos más propios de conversación de sobremesa: que las mujeres son más intuitivas, tienen mejor memoria e inteligencia emocional, y que los hombres poseen una mejor coordinación y percepción del espacio. Esto es así, afirman, porque en las féminas se dan más conexiones entre los hemisferios derecho e izquierdo, mientras que en los varones existe una mayor conectividad entre las zonas anterior y posterior de cada uno de ellos.
Dado que el hemisferio derecho controla la intuición, y el izquierdo la actividad racional, una mayor actividad entre ambos facilita el pensamiento analítico y el intuitivo, como ocurre en la mujer. Al mismo tiempo, cada hemisferio está dividido en zonas: la anterior, que controla los músculos, y la posterior, sobre la nuca, responsable de la visión. Así, cuantas más conexiones entre estos dos módulos, mayor coordinación entre la vista y los movimientos, y mejor preparación para la acción, como ocurre en el caso del hombre.
La investigación -949 personas de 8 a 22 años estudiadas con escáner- es de las más amplias en este campo, pero no la primera. El pasado marzo la Universidad de California y científicos de la Autónoma de Madrid, la Fundación Reina Sofía y la Complutense concluían que el cerebro de la mujer es más eficiente. El estudio buscaba desentrañar porqué siendo de menores dimensiones que el del hombre -un 8% más grande-, rinde igual intelectualmente.
Y concluyeron, tras realizar tests de inteligencia, que requería menos energía, menor número de neuronas para llevar a cabo una tarea, y que, en algunos casos, lo hacía mejor. Concretamente en razonamiento inductivo, ciertas operaciones numéricas, y en adaptación a los cambios.
Los hombres, por su parte, mostraban una mejor percepción espacial. Ambos documentos ofrecen explicación científica a una cuestión que durante tiempo se achacó a otras causas. «Inicialmente fueron estudios psicológicos los que constataron diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer, pero que se creía podían responder a factores educacionales y genéticos», dice David Pérez, neurólogo y presidente de la Fundación Cerebro. «Conforme fueron cambiando los roles culturales, se detectó que las diferencias persistían, lo que llevó a pensar que eran neurobiológicas». En cualquier caso invita a no percibirlo «como una competición. La asociación de ambos es lo que ha permitido que nuestra especie haya progresado». Aunque no haya evitado millones de crisis domésticas al volante.
El gran conductor
Neurocientíficos estadounidenses investigaron el año pasado por qué los hombres parecían tener más facilidad para procesar información abstracta que las mujeres, por ejemplo, a la hora de leer mapas. Para ello, pidieron a grupos de ambos sexos que analizaran un complejo diagrama y dibujaran cómo quedaría si le dieran la vuelta. El resultado fue que los hombres lo hicieron más rápido que las mujeres. Más tarde, bajo el escáner, se comprobó que los varones desplegaban una mayor actividad en cuatro áreas del cerebro asociadas a la toma de decisiones, el enfoque en una sola tarea, y la visualización. Según Richard J. Haier, neurólogo pediátrico, los hombres son mejores que las mujeres en determinadas habilidades de visualización espacial. Esta podría ser la causa de que el número de damas en la ciencia, que es de un 50% de media, sobre todo en ciencias de la vida, se reduzca al 95% en ingeniería, matemáticas o física, tal y como explica el neurólogo español David Pérez. En cualquier caso, la ventaja que tienen los varones para leer mapas podría desvanecerse si tuvieran que hacer algo más al mismo tiempo. El mayor número de conexiones en el cerebro femenino permite a las mujeres afrontar más desafíos a la vez. Hay estudios que señalan que ellos tienen la misma capacidad pero simplemente se ponen de peor humor enfrentados a la situación.¿Sólo ella oye al bebé?
Más complicado que interpretar mapas puede resultar para un hombre entender las emociones de quienes le rodean, incluso de sus propios hijos. Investigadores italianos han certificado científicamente otro de los estereotipos entorno a los hombres, más concretamente en relación al subgrupo de padres primerizos. Los mismos a los que muchas madres achacan falta de reacción ante las necesidades de sus retoños. Para establecer si esta poca reactividad es pura dejadez o responde a factores neuronales, escanearon los cerebros de hombres y mujeres que oían el llanto de un niño hambriento. Y descubrieron que cuando llegaba a oídos de la mujer, la actividad en dos zonas del cerebro se reducía inmediatamente; concretamente en las áreas donde divagamos, donde dejamos el pensamiento a la deriva, y hacemos planes o soñamos despiertos. De esta manera se desactivan las partes que pueden distraer la mente, lo que permite a la madre pasar a la acción inmediatamente. En los hombres, sin embargo, como anunciaba el estereotipo, no se daba dicha desactivación. Aun así, hay una manera de hacerse perdonar esta incapacidad por parte de las mujeres: haciéndolas reír. Las féminas son capaces de olvidar todo si un hombre les ofrece una de las cualidades que más aprecian, el sentido del humor. La Universidad de Medicina de Stanford, California, ha detectado que la risa provoca en las damas una mayor actividad en las regiones del cerebro en las que se registran sensaciones como el aprecio a otra persona.Él actúa; ella medita
Gracias a los escáneres que realizaron a un total de 949 personas, los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pennsylvania pudieron comprobar que los hombres tienen más conexiones longitudinales en los hemisferios cerebrales que las mujeres. Esto da lugar a una mejor conectividad dentro de cada hemisferio, entre la zona anterior, que controla la visión, y la posterior, que controla los músculos. Además, se detectó una mayor actividad transversal en el cerebelo, que interviene en la coordinación de movimientos y la retención de procedimientos y pautas, lo que facilitaría, por ejemplo, actividades como aprender a esquiar. Todo ello unido puede influir en que los hombres estén más orientados a la acción, y sean mejores en tareas que requieran una respuesta inmediata.Las mujeres, por su lado, tienen conexiones más potentes entre los dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. De este modo, son más susceptibles de usar todo el cerebro cuando un hombre usa sólo medio. Al menos así lo afirma Ruben Gur, uno de los autores del estudio. La mayor conexión transversal en el cerebro de las mujeres aumenta la memoria, las habilidades sociales y parece que está diseñado para combinar el pensamiento analítico y el intuitivo. El diseño de los hombres mejora la coordina.
Reina de las fiestas
«Hombres y mujeres han pasado 100.000, 200.000 años, desempeñando roles y funciones diferentes en las diferentes sociedades que han existido, que básicamente han sido las mismas hasta hace 30 o 40 años: el hombre salía a cazar fuera del poblado, y la mujer se quedaba en él con el resto de mujeres y niños», explica el neurólogo David Pérez, presidente de la Fundación Cerebro. «Esto ha hecho que el hombre sea más agresivo y menos convivial, y la mujer más apta para socializar y estar rodeada de personas».Un estudio del comportamiento llevado a cabo por la Universidad de Pennsylvania confirmaba esta tesis, y señalaba que las mujeres tienen más capacidad de atención, facilidad de palabra y habilidades sociales, mientras que los hombres son más rápidos a la hora de procesar el espacio, así como en sus respuestas motoras a determinados estímulos. Las diferencias entre las conexiones cerebrales de hombres y mujeres comienzan a detectarse a los 13 años, pero es entre los 14 y los 17, edad que corresponde con cambios hormonales en la adolescencia, cuando más se desarrolla.
En cualquier caso, las diferencias entre el cerebro de hombre y mujer resultan tan sorprendentes como lo bien que se complementan, explican los científicos. Además señalan que los mapas de conectividad cerebral que podrán realizarse a partir de los estudios llevados a cabo «nos ayudarán a entender no sólo las diferencias entre cómo piensan hombres y mujeres, sino también los orígenes de algunos desórdenes neurológicos, que a menudo están relacionados con el sexo».
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