La respuesta a las vacunas y el riesgo de enfermedades autoinmunes depende de una proteína
20/12/2013 - E.P.
Esta proteína receptor se convierte en una nueva diana para tratamientos personalizados en los pacientes con enfermedades autoinmunes
Una proteína inmune recién identificada influye en la respuesta de cada persona a las vacunas y el riesgo para padecer patologías autoinmunes como el lupus y la esclerosis múltiple, según un estudio publicado en Science Translational Medicine por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB), Estados Unidos.
El equipo de investigación encontró que las personas con una variante genética presente en aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial pueden expresar un receptor del sistema inmunológico adicional sobre sus células B, las células que producen anticuerpos. Este receptor adicional, llamado receptor de Fc, se une a los anticuerpos producidos por las células B y desempeña un papel clave en la regulación de su producción. En el sistema inmune, los anticuerpos pueden reconocer a los invasores como las bacterias y eliminarlas del cuerpo, pero en los pacientes con enfermedades autoinmunes pueden también atacar las células del organismo, causando enfermedad.
Para mantener el número estable, las células B han evolucionado para incluir receptores Fc que detecten cuándo la producción de anticuerpos se ha incrementado lo suficiente. Durante más de 20 años, los investigadores creían que las células B expresan sólo una forma de receptor Fc que puede cerrar la producción de anticuerpos cuando se activa, pero este nuevo trabajo muestra que los individuos con la variante genética también pueden expresar la activación del receptor Fc.
Los autores encontraron que esta variante vuelve un gen que es normalmente silencioso en uno que se expresa en las células B, de forma que se muestra como un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad autoinmune de lupus eritematoso sistémico o LES. Los pacientes con LES tienen células B que producen anticuerpos que combaten las células y los tejidos del propio individuo, de forma que la expresión de este receptor probablemente contribuye a esta inapropiada producción de anticuerpos al alterar el equilibrio de la actividad de células B.
Mediante el análisis de las respuestas de anticuerpos a la vacuna, el equipo de la UAB encontró mayores niveles de anticuerpos después de la vacunación en personas con esta variante genética, lo que significa que los individuos con la variante han mejorado las respuestas a la vacuna y muestran respuestas de anticuerpos más rápidas. Por lo tanto, las personas con esta mutación pueden tener una ventaja en la lucha contra las infecciones.
"Nuestros resultados proporcionan a las empresas farmacéuticas una nueva herramienta de detección para identificar no sólo a los pacientes con más probabilidades de responder a estas terapias basadas en anticuerpos, si no, más importante aún, las personas en las que estas terapias en realidad podrían ser perjudiciales", destaca uno de los autores de esta investigación, Jeffrey Edberg, profesor de Medicina de la UAB.
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