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Institutos Nacionales de la Salud
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Los niños que ven violencia en las películas también ven tabaquismo, consumo de alcohol y sexo, según un estudio
Pero no está claro qué significa esto para el público infantil
Traducido del inglés: martes, 10 de diciembre, 2013
"Los padres deben saber que los niños que ven películas con calificación PG-13 estarán expuestos a personajes cuya violencia se vincula con otras conductas comunes, como el alcohol y el sexo, y que deben pensar en si desean que sus hijos se expongan a esa influencia", planteó la autora líder del estudio, Amy Bleakley, investigadora científica de políticas del Centro de Política Pública Annenberg de la Universidad de Pensilvania.
Pero no está claro qué significa esto para los niños que ven películas populares. Hay un intenso debate entre los expertos sobre si la violencia en la pantalla tiene alguna conexión directa con lo que las personas hacen en la vida real. Incluso si hay un vínculo, los nuevos hallazgos no especifican si los personajes violentos son presentados de forma glamorosa o como villanos.
Y la definición de violencia del estudio fue amplia, incluyendo al 89 por ciento de las películas populares calificadas como G y como PG.
El estudio, que aparece en la edición de enero de la revista Pediatrics, buscaba averiguar si los personajes violentos también participaban en otras conductas arriesgadas en las películas que ven los adolescentes.
Bleakley y sus colaboradores han publicado varios estudios en que advierten que los niños que ven más violencia ficticia en la pantalla se hacen más violentos.
Su investigación ha sido atacada por críticos que plantean que es difícil medir el impacto de las películas, de la televisión y de los videojuegos cuando hay tantas cosas que influyen sobre los niños. En septiembre, más de 200 personas de instituciones académicas enviaron una declaración a la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) diciendo que el grupo había confiado erróneamente en "una evidencia incoherente o débil" en su intento por conectar la violencia en los medios de comunicación con la violencia en la vida real.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron casi 400 películas que fueron éxitos de taquilla entre 1985 y 2010 en busca de violencia y su conexión con la conducta sexual, el consumo de tabaco y el uso de alcohol. Las películas de la muestra no fueron elegidas según su atractivo para los niños, así que quizá incluyeron películas orientadas para los adultos que los niños vieron poco.
Los investigadores hallaron que alrededor del 90 por ciento de las películas incluían al menos un momento de violencia que involucraba a un personaje importante. La violencia se definió como casi cualquier intento de hacer daño físico a otro persona, incluso como broma.
Un personaje importante también participó en una conducta sexual (una categoría que incluye besos en los labios y bailes seductores), fumó tabaco o bebió alcohol en el 77 por ciento de las películas.
Estas conductas conjuntas fueron menos comunes en las películas calificadas como G. Las películas calificadas como PG-13 y R tenían tasas similares de conductas arriesgadas, aunque era mucho más probable que las películas calificadas como R mostraran uso de tabaco y sexo explícito.
Bleakley dijo que el sistema de calificación de Hollywood, que ha sido criticado por preocuparse más sobre el sexo que sobre la violencia, debe pensar en ser más estricto con las películas que muestran una "representación compuesta" de actividades de riesgo.
Bleakley señaló que aunque el estudio no lo menciona, los personajes no violentos de las mismas películas participaron en más o menos los mismos niveles de conducta sexual, consumo de alcohol y tabaquismo. "Los personajes violentos se presentan casi igual que cualquier otro personaje en estas películas", aseguró.
Algunos expertos no están de acuerdo con que el estudio sea motivo de preocupación.
Patrick Markey, profesor asociado de psicología de la Universidad de Villanova, dijo que el estudio depende de la especulación, no de los hechos, sobre el riesgo potencial para los niños a partir de las representaciones en la pantalla.
Markey también apuntó al declive en las tasas de crimen en los EE. UU. en los últimos 30 años, al mismo tiempo que la violencia parece haber aumentado en las películas.
Christopher Ferguson, presidente del departamento de psicología de la Universidad de Stetson en DeLand, Florida, acusó a los investigadores de "moralistas".
Están siguiendo "una idea anticuada del 'lo que hace el mico hace el mono' sobre la conducta humana que cada vez se desacredita más", dijo.
"No hay evidencia de que esto sea un problema de salud pública, y los autores del estudio tampoco proveen ninguna evidencia de un problema de salud pública", apuntó Ferguson.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
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