INVESTIGACIÓN Del laboratorio al hospital
Un test para medir la respuesta inmune contra el cáncer
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Científicos estadounidenses desarrollan un test para medir el número de células defensivas
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Esta cifra de células se correlaciona con el pronóstico que tendrá el paciente
Científico en el Instituto para la Investigación del Cáncer en Sutton STEFAN WERMUTH REUTERS
Uno de los campos que más interés está ganando en los últimos años en la lucha contra el cáncer es la respuesta del sistema inmune ante las células malignas. Dentro de esta corriente, un nuevo dispositivo que se presenta esta semana en las páginas de la revista Science Traslational Medicine ha demostrado que es capaz de medir y cuantificar el número de células defensivas que se desplazan hasta el tumor para combatirlo.
De hecho, uno de los factores que permite predecir la supervivencia de los pacientes con cáncer es la cantidad de células inmunes que se desplazan hasta la localización del cáncer para atacar a las células tumorales; un indicador de la fortaleza de la respuesta inmune que está generando el organismo contra la enfermedad.
Sin embargo, hasta ahora, medir esas células inmunes había sido difícil técnicamente porque los análisis no estaban muy estandarizados; algo que podría paliar un nuevo sistema de análisis digital del ADN desarrollado por investigadores del centro del cáncer Fred Hutchinson de Seattle (EEUU). El test (bautizado como QuanTILfy) es capaz de medir cuántos linfocitos T infiltrantes están combatiendo el cáncer in situ y, lo que es mejor, correlacionar el número de estas células defensivas con el pronóstico del paciente.
"Es un estudio interesante desde el punto de vista técnico, aunque soy más cauto sobre su aplicación clínica", explica a EL MUNDO Atanasio Pandiella, investigador del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC).
La técnica consiste, como explica Pandiella, en pulverizar una pequeña muestra del tumor para obtener miles de gotas, en cada una de las cuáles se puede analizar un gen. "La ventaja es que con una pequeña muestra se pueden obtener muchos genes a la vez y con una gran sensibilidad; algo imposible con las actuales técnicas de inmunohistoquímica", aclara.
Para su análisis, los investigadores evaluaron una muestra del tumor extirpado mediante cirugía a 30 mujeres con cáncer de ovario que habían sobrevivido al tumor entre uno y 22 meses. Analizando sus muestras tumorales, los investigadores (dirigidos por Jason Bielas) observaron que aquellas mujeres con más linfocitos infiltrantes en el tumor eran las mismas que habían sobrevivido más tiempo al diagnóstico.
"El estudio no sólo analizó cuántos linfocitos (y de qué tipo) había en el tumor y también en las metástasis, sino que permitió correlacionarlos con el pronóstico de las mujeres", explica el investigador del CIC.
A pesar de que los autores aseguran que el test es fácilmente trasladable a la clínica, un comentario de Frank Pagès (del Hospital Georges Pompidou de París) en la misma revista es algo más cauto sobre "cuando se podrá aplicar el nuevo método de medición a la rutina diaria de los patólogos en los hospitales". En lo que sí confía Pagès es en que el uso de indicadores inmunes (como la medición de estas células T defensivas) no tarde mucho en incorporarse a la clínica, como una información adicional que permita conocer el pronóstico de los pacientes o su respuesta a los tratamientos.
"La inmunoterapia es uno de los campos más atractivos en la lucha contra el cáncer actual", coincide por su parte Pandiella. "Sabemos que cuanto mayor es la activación del sistema inmune, mejor es la respuesta del organismo contra el cáncer. Pero esta respuesta inmune no siempre es fácil de medir", apunta.
De hecho, uno de los factores que permite predecir la supervivencia de los pacientes con cáncer es la cantidad de células inmunes que se desplazan hasta la localización del cáncer para atacar a las células tumorales; un indicador de la fortaleza de la respuesta inmune que está generando el organismo contra la enfermedad.
Sin embargo, hasta ahora, medir esas células inmunes había sido difícil técnicamente porque los análisis no estaban muy estandarizados; algo que podría paliar un nuevo sistema de análisis digital del ADN desarrollado por investigadores del centro del cáncer Fred Hutchinson de Seattle (EEUU). El test (bautizado como QuanTILfy) es capaz de medir cuántos linfocitos T infiltrantes están combatiendo el cáncer in situ y, lo que es mejor, correlacionar el número de estas células defensivas con el pronóstico del paciente.
"Es un estudio interesante desde el punto de vista técnico, aunque soy más cauto sobre su aplicación clínica", explica a EL MUNDO Atanasio Pandiella, investigador del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC).
La técnica consiste, como explica Pandiella, en pulverizar una pequeña muestra del tumor para obtener miles de gotas, en cada una de las cuáles se puede analizar un gen. "La ventaja es que con una pequeña muestra se pueden obtener muchos genes a la vez y con una gran sensibilidad; algo imposible con las actuales técnicas de inmunohistoquímica", aclara.
Para su análisis, los investigadores evaluaron una muestra del tumor extirpado mediante cirugía a 30 mujeres con cáncer de ovario que habían sobrevivido al tumor entre uno y 22 meses. Analizando sus muestras tumorales, los investigadores (dirigidos por Jason Bielas) observaron que aquellas mujeres con más linfocitos infiltrantes en el tumor eran las mismas que habían sobrevivido más tiempo al diagnóstico.
"El estudio no sólo analizó cuántos linfocitos (y de qué tipo) había en el tumor y también en las metástasis, sino que permitió correlacionarlos con el pronóstico de las mujeres", explica el investigador del CIC.
A pesar de que los autores aseguran que el test es fácilmente trasladable a la clínica, un comentario de Frank Pagès (del Hospital Georges Pompidou de París) en la misma revista es algo más cauto sobre "cuando se podrá aplicar el nuevo método de medición a la rutina diaria de los patólogos en los hospitales". En lo que sí confía Pagès es en que el uso de indicadores inmunes (como la medición de estas células T defensivas) no tarde mucho en incorporarse a la clínica, como una información adicional que permita conocer el pronóstico de los pacientes o su respuesta a los tratamientos.
"La inmunoterapia es uno de los campos más atractivos en la lucha contra el cáncer actual", coincide por su parte Pandiella. "Sabemos que cuanto mayor es la activación del sistema inmune, mejor es la respuesta del organismo contra el cáncer. Pero esta respuesta inmune no siempre es fácil de medir", apunta.
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