Los dos estadounidenses tratados con el suero experimental superan el ébola
Kent Brantly, de 33 años y Nancy Writebol, de 59, han sido dados de alta del hospital de Atlanta
CRISTINA F. PEREDA Washington 21 AGO 2014 - 17:59 CEST
“El día de hoy es un milagro”. Kent Brantly resumía con estas palabras su supervivencia al virus del ébola. El médico de 33 años y la enfermera Nancy Writebol, de 59, las dos primeras personas que han sido tratadas por la infección en territorio estadounidenses, han recibido al alta. “Tengo suerte de estar vivo y de haber podido reunirme con mi familia”, afirmó Brantly, acompañado en todo momento de su mujer.
“Gracias a los cuidados del equipo en Liberia, el uso de un tratamiento experimental y la experiencia y los recursos del equipo médico en el Hospital Universitario de Emory, Dios me ha salvado la vida”, aseguró Brantly ante los medios. El doctor y Writebol son las dos primeras personas en sobrevivir al virus del ébola tras recibir el suero experimental ZMapp, aunque sus médicos no han proporcionado detalles clínicos de los efectos de este medicamento.
La familia Brantly se mudó a Liberia el pasado mes de octubre. “Entonces el ébola no estaba en el radar”, explicó hoy el doctor, perteneciente a una organización humanitaria. Recibieron el primer paciente en junio y, a partir de ahí, no cesaron de llegar. Brantly relató que su trabajo estuvo dividido entre el tratamiento de personas infectadas con ébola y el entrenamiento de personal médico que pudiera cuidarles.
“Cuando me desperté el 23 de julio me sentí enfermo. Los siguientes nueve días, en cama, cada vez estaba peor y más débil”. La llegada de Brantly a EE UU para ser tratado en Atlanta provocó una alerta en el país por el alto riesgo de contagio, pero el doctor Ribner, responsable del equipo que le ha cuidado estas semanas, defendió una vez más este jueves que fue “la decisión correcta”.
La decisión de darle el alta se ha realizado de manera independiente en cada caso, en coordinación con el CDC y de acuerdo con las indicaciones de la OMS. Los doctores debieron verificar que no había presencia del virus en la sangre ni padecían síntomas durante al menos tres días. “Hemos determinado que ambos pueden reunirse con sus familias y regresar a su comunidad sin preocupación”, dijo Ribner. “No existe una amenaza a la salud pública”.
Los estadounidenses fueron las dos primeras personas en recibir el ZMapp, que hasta entonces sólo había sido probado en monos, y que también se le aplicó al sacerdote español Miguel Pajares, que falleció. El medicamento no es más que un cóctel de anticuerpos monoclonales desarrollado inicialmente en un ratón modelo de infección por ébola. Un anticuerpo monoclonal es una especie química homogénea (una proteína concreta), a diferencia de las colecciones complejas de anticuerpos, más bien irreproducibles, que se obtienen extrayendo sangre a animales infectados. Los genes para estos anticuerpos fueron después adaptados para su uso en humanos (humanizados, en la jerga) y transferidos a plantas de tabaco para su producción eficaz y barata,informa Javier Sampedro.
Ribner explicó que para los pacientes, la vida “después del ébola”, una enfermedad que ha descrito como “profundamente devastadora”, continuará gracias a una recuperación completa si no ha habido daños en sus órganos. El médico responsable del equipo que ha tratado a los dos estadounidenses no ha dado más detalles, ya que hubiera violado su derecho a la privacidad.
“Nos sentimos tremendamente orgullosos del doctor Brantly y la enfermera Writebol por su recuperación”, afirmó Ribner. “Nos ha impresionado su determinación, su coraje y su esperanza, que ha sido una inspiración para todos nosotros”. Brantly se fundió en un abrazo con su médico y con el resto del equipo que le acompañó en la rueda de prensa ofrecida este jueves en Atlanta.
Este jueves se conoció también que Writebol había recibido el alta dos días antes, el pasado martes. La enfermera, también perteneciente a la organización religiosa Samaritan’s Purse, no compareció ante los medios pero sí pidió a Brantly que compartiera su “agradecimiento” por el apoyo recibido en las últimas semanas.
“Gracias por vuestras oraciones y, por favor, continúen rezando por todos los que sufren con esta epidemia en África occidental", dijo Brantly. El doctor aseguró que su tratamiento en EE UU también les ha dado la oportunidad de alertar a la comunidad internacional para que preste atención al tremendo impacto de la enfermedad del virus del ébola en África, donde ya se ha cobrado la vida de 1.350 personas e infectado a más del doble.
Los dos estadounidenses tratados con el suero ZMapp superan el ébola
CRISTINA F. PEREDA Washington 165
El médico Kent Brantly, de 33 años, y la misionera Nancy Writebol, de 59, reciben el alta del hospital de Atlanta donde fueron ingresados tras ser repatriados de Liberia
Cómo actúa el suero experimental
Producido en plantas de tabaco, el suero es un cóctel de anticuerpos ensayado con éxito en macacos
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