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¿Vale la pena hacerse la prueba del APE? Un gran estudio no es concluyente
Aunque la prueba de la próstata parece salvar vidas, las preocupaciones sobre un diagnóstico excesivo persisten, señalan los expertos
Traducido del inglés: jueves, 7 de agosto, 2014MIÉRCOLES, 6 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- Hace mucho que se debate el valor de la prueba del antígeno prostático específico (APE) para el cáncer de próstata, y un nuevo estudio de 162,000 hombres quizá no resuelva el tema.
El estudio europeo, que aparece en la edición del 6 de agosto de la revista The Lancet, halla que el uso generalizado del análisis de sangre del APE sí reduce las muertes por la enfermedad en alrededor de una quinta parte.
Pero debido a las dudas persistentes sobre si los beneficios de la prueba del APE superan a los riesgos, los autores del estudio siguen recomendando contra el uso rutinario del análisis en este momento.
"La prueba del APE provee una reducción sustancial en las muertes por cáncer de próstata, similar o mayor que la reportada en las pruebas para el cáncer de mama", comentó en un comunicado de prensa de la revista el autor líder del estudio, Fritz Schroder, del Centro Médico de la Universidad de Erasmo en los Países Bajos.
"Pero el diagnóstico excesivo ocurre en alrededor del 40 por ciento de los casos detectados, lo que resulta en un tratamiento excesivo de alto riesgo, y efectos secundarios comunes como la incontinencia y la impotencia", añadió.
En el contexto del cáncer de próstata, el "diagnóstico excesivo" significa que algunos hombres podrían recibir un diagnóstico de cáncer de próstata a partir de su prueba del APE, pero el tumor quizá tenga un crecimiento tan lento que podría no plantear un peligro importante para la salud. Pero un resultado positivo en la prueba podría provocar de cualquier forma que muchos pacientes elijan tratamientos que conllevan efectos secundarios.
El nuevo estudio incluyó a más de 162,000 hombres de 50 a 74 años en ocho países europeos. Los hombres se asignaron al azar a recibir la prueba de APE cada dos o cuatro años, o a no recibirla.
En comparación con los hombres que no se hicieron la prueba, las tasas de mortalidad en el grupo de la prueba fueron un 15 por ciento más bajas tras nueve años, un 22 por ciento más bajas tras once años, y un 21 por ciento más bajas tras trece años, según el estudio.
El equipo de Schroder notó que no todos los hombres seleccionados para las pruebas asistieron a ellas. Tras trece años, los que en realidad realizaron la prueba tenían un 27 por ciento menos de probabilidades de morir de cáncer de próstata que los que no realizaron la prueba.
También se halló que trece años tras iniciar el estudio, 781 hombres tenían que ser invitados a la prueba para prevenir una muerte por cáncer de próstata.
Según los hallazgos del estudio, Schroder considera que "aún no ha llegado el momento para una prueba basada en la población. Se necesita con urgencia más investigación sobre las formas para reducir el diagnóstico excesivo, preferiblemente al evitar las biopsias innecesarias y reducir el gran número de hombres que se tienen que hacer el análisis, realizar una biopsia y ser tratados para ayudar a apenas unos cuantos pacientes".
Dos expertos de EE. UU. se mostraron de acuerdo con la conclusión de Schroder.
El estudio "refuerza la preocupación de los urólogos sobre el diagnóstico y el tratamiento excesivos del cáncer de próstata al usar solo las pruebas del APE", planteó el Dr. Art Rastinehad, director de oncología urológica intervencionista del Instituto de Urología Arthur Smith de North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York.
Pero añadió que las tecnologías diagnósticas en evolución "podrían aliviar estas preocupaciones comprensibles. De hecho, los autores del estudio en The Lancet plantearon que unas nuevas herramientas de evaluación podrían ser la clave para seleccionar mejor a los pacientes para las biopsias y los tratamientos subsiguientes".
El Dr. Arul Chinnaiyan es profesor de urología de la Universidad de Michigan y director del Centro de Patología Traslacional de Michigan, en Ann Arbor. Concurrió con Rastinehad en que el estudio "enfatiza la necesidad de unos mejores biomarcadores diagnósticos o tecnologías de imágenes para detectar las formas agresivas de cáncer de próstata de forma específica".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Art Rastinehad, M.D., director, interventional urologic oncology, North Shore-LIJ's Arthur Smith Institute for Urology, New Hyde Park, N.Y.; Arul M. Chinnaiyan, M.D., Ph.D., S.P. Hicks Endowed Professor of Pathology and Professor of Urology, University of Michigan, and director, Michigan Center for Translational Pathology, Ann Arbor, Mich.; The Lancet, news release, Aug. 6, 2014
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