150.000 PACIENTES EN ESPAÑA
SEN edita una guía para mejorar la detección y calidad de vida en Parkinson
Se ha presentado una guía para mejorar el diagnóstico del Parkinson, y conocer las pruebas y tratamientos necesarios para estos casos. De esta forma se facilita la detección de la enfermedad por parte del personal sanitario de urgencias y de salas de hospitalización no neurológicas.
Redacción DM | 25/01/2017 13:49
El diagnóstico correcto del Parkinson es un requisito fundamental para el manejo del paciente, pero hasta el 24 por ciento de los mismos han recibido un diagnóstico erróneo, y la precisión diagnóstica varía considerablemente según la duración de la enfermedad, la edad y la experiencia del médico. El Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha presentado la Guía Oficial de Práctica Clínica en la Enfermedad de Parkinson, un documento con directrices y recomendaciones para mejorar la atención clínica y la calidad de vida de los pacientes con Parkinson.
"Dados los cambios tan notables ocurridos en el conocimiento de la enfermedad de Parkinson en los últimos años, vimos necesaria la realización de esta guía que abarcará las novedades en epidemiología, genética, patogenia, anatomía patológica, clínica y diagnóstico y tratamiento", ha señalado José Matías Arbelo González, coordinador de la guía y exCoordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN.
En España, alrededor de 150.000 personas padecen Parkinson, lo que supone el 0,3 por ciento de la población en general; no obstante su prevalencia aumenta al 2 por ciento en los mayores de 60 años y es superior al 4 por ciento de los mayores de 80, con una incidencia de entre 8 y 18 casos nuevos casos por cada 100.000 habitantes.
"El diagnóstico de la enfermedad es relativamente fácil cuando el paciente presenta los principales signos de la enfermedad, las manifestaciones motoras, pero puede ser complicado de diferenciar de otros síndromes parkinsonianos en los primeros estados de la enfermedad", ha explicado Arbelo. "Es necesario el conocimiento de los signos no motores y de las pruebas complementarias que pueden realizarse con el fin de resolver casos dudosos".
- Síntomas como trastornos autonómicos y sensitivos, deben ser conocidos tanto por los profesionales médicos como por los pacientes para un correcto manejo de la enfermedad
Síntomas no motores del Parkinson
Los síntomas no motores son una parte importante para diagnosticar el párkinson, ya que llegan a ser tan incapacitantes como los signos motores y afectan gravemente a la calidad de vida del paciente.
Los síntomas no motores son una parte importante para diagnosticar el párkinson, ya que llegan a ser tan incapacitantes como los signos motores y afectan gravemente a la calidad de vida del paciente.
La somnolencia diurna excesiva afecta a entre un 12 por ciento y un 84 por ciento de los pacientes. También el sueño fragmentado y el despertar precoz afecta hasta a un 55 por ciento de los pacientes, y el trastorno de la conducta del sueño REM está presente en entre un 46 y un 58 por ciento de los pacientes. "El control de los síntomas no motores es una parte primordial del tratamiento del Parkinson, al igual que lo son las complicaciones que puedan surgir asociadas al tratamiento", ha señalado Matias Arbelo.
Los trastornos afectivos son frecuentes desde las fases iniciales de la enfermedad, siendo la ansiedad el más habitual. El desarrollo de apatía sin depresión, además, se asocia con un mayor riesgo de progresión hacia la demencia. Por otra parte, entre un 13-35 por ciento de los pacientes muestran conductas impulsivas y compulsivas, siendo los más frecuentemente la ludopatía, la ingesta impulsiva, la compra compulsiva y la hipersexualidad, y también se han descrito casos de piromanía y cleptomanía. También la psicosis, la demencia y el deterioro cognitivo leve son bastante frecuentes.
"Aunque entre los principales síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson se incluyen los síntomas neuropsiquiátricos, déficits cognitivos y demencia, y las alteraciones del sueño, también existen otros muchos, como trastornos autonómicos y sensitivos, que deben ser conocidos tanto por los profesionales médicos como por los pacientes para un correcto manejo de la enfermedad", ha destacado Arbelo.
Pruebas complementarias y tratamientos
El diagnóstico de la enfermedad sigue siendo fundamentalmente clínico, aunque hay pruebas complementarias que pueden realizarse ocasionalmente con objeto de resolver casos dudosos. Con el fin de poder definir mejor el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson y poder diferenciarlo de otros parkinsonismos, la neuroimagen puede ser una herramienta diagnóstica importante, al igual que los factores genéticos, sobre todo en aquellos pacientes menores de 45 años que presentan la enfermedad. Por otra parte, la comunidad científica tiene grandes esperanzas en el desarrollo de biomarcadores, aún en fase de investigación, que faciliten el diagnóstico en fases precoces de la enfermedad.
El diagnóstico de la enfermedad sigue siendo fundamentalmente clínico, aunque hay pruebas complementarias que pueden realizarse ocasionalmente con objeto de resolver casos dudosos. Con el fin de poder definir mejor el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson y poder diferenciarlo de otros parkinsonismos, la neuroimagen puede ser una herramienta diagnóstica importante, al igual que los factores genéticos, sobre todo en aquellos pacientes menores de 45 años que presentan la enfermedad. Por otra parte, la comunidad científica tiene grandes esperanzas en el desarrollo de biomarcadores, aún en fase de investigación, que faciliten el diagnóstico en fases precoces de la enfermedad.
"Además hay que tener en cuenta que las etapas iniciales del Parkinson existen terapias no farmacológicas que han demostrado gran utilidad, como son el ejercicio físico, la fisioterapia, la terapia ocupacional y la psicoeducación", ha concluido Arbelo.
Causas de Hospitalización
Entre los pacientes con Parkinson se ha observado un mayor uso de los servicios de Urgencias, al menos una vez al año, así como un mayor número de admisiones hospitalarias.
"Esta situación se debe a factores propios de la enfermedad, a la comorbilidad o a los efectos directos del tratamiento farmacológico. Pero también a la falta de familiaridad con la enfermedad entre el personal sanitario de Urgencias y en las salas de hospitalización no neurológica", ha explicado José Matías Arbelo. Y es que en el área de Urgencias-Hospitalización se han detectado numerosos problemas relacionados con la medicación -interrupción de la misma, cambios en el tratamiento, o fallos en la administración-, siendo éste el principal factor de riesgo para el deterioro de la función motora y la causa de la prolongación de las estancias hospitalarias.
Las cinco principales causas de hospitalización de los pacientes con enfermedad de Parkinson son la cirugía electiva, caídas/fracturas, infecciones, trastornos psiquiátricos y neumonía aspirativa. En el 80 por ciento de los casos, el motivo de admisión al servicio de Urgencias se debe a una comorbilidad no específica de la enfermedad, siendo las más comunes la patología de ojos y oídos, psiquiátricas, musculoesqueléticas, gastrointestinales y respiratorias.
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