EL HUCA HA COMENZADO A UTILIZAR ESTA TÉCNICA
Sumar PET-FDOPA a RM en el diagnóstico de gliomas variaría la decisión terapéutica
Visualiza y discrimina el metabolismo molecular en vivo de las células tumorales. La metodología ofrece la posibilidad de distinguir entre zona tumoral y radionecrosis.
Covadonga Díaz. Oviedo | dmredaccion@diariomedico.com | 23/01/2017 00:00
Carmen Vigil, Francisco Manuel González, Germán Juan Rijo y María Jesús Caminero, del Hospital Central de Asturias, en Oviedo. (Covadonga Díaz)
La utilización de la PET 18F-FDOPA en el abordaje de gliomas de alto grado puede modificar las decisiones de diagnóstico y la planificación del tratamiento, al mejorar la información que se obtiene si se realiza solo resonancia magnética. El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, ha comenzado a utilizar esta técnica -hasta ahora más restringida debido a las dificultades para la obtención y distribución del radiofármaco 18F-FDOPA- que ayuda a conocer con más detalle el metabolismo, ubicación y agresividad de los tumores.
La técnica está basada en la combinación de la tomografía por emisión de positrones (PET) con el uso del radiofármaco 18F-FDOPA, una molécula de síntesis compleja y que hasta ahora no podía ser enviada de un centro a otro, lo que exigía producirla en el laboratorio del mismo hospital en el que se iba a utilizar, por lo que ha sido muy poco aplicada en nuestro país, según explica Carmen Vigil, del Servicio de Medicina Nuclear que dirige Francisco Manuel González, del HUCA. Una empresa ha conseguido poner en marcha un sistema de producción y distribución de la molécula que está aumentando su accesibilidad.
Indicaciones útiles
"Con este radiofármaco visualizamos el metabolismo molecular en vivo de las células tumorales, lo que define con mucha más precisión la zona afectada por el tumor y el contraste conseguido es muy bueno, diferenciándose muy bien el área tumoral del tejido cerebral sano, tanto si se trata de corteza como de sustancia blanca", señala Marta López, del Servicio de Oncología Radioterápica, cuyo responsable es Germán Juan Rijo, del mismo centro, y del que también es miembro María Jesús Caminero.
"Con este radiofármaco visualizamos el metabolismo molecular en vivo de las células tumorales, lo que define con mucha más precisión la zona afectada por el tumor y el contraste conseguido es muy bueno, diferenciándose muy bien el área tumoral del tejido cerebral sano, tanto si se trata de corteza como de sustancia blanca", señala Marta López, del Servicio de Oncología Radioterápica, cuyo responsable es Germán Juan Rijo, del mismo centro, y del que también es miembro María Jesús Caminero.
La principal indicación de la PET-FDOPA es el abordaje de los tumores sólidos cerebrales, de mayor utilidad en los gliomas de alto grado, tanto en el momento del diagnóstico como en el tratamiento para orientar la cirugía y la radioterapia. "También es útil en poscirugía y en pacientes con sospecha de recidiva", indica López.
La primera paciente abordada con esta metodología tenía un oligodendroglioma, un tumor relativamente raro, algo más frecuente en población joven, intervenido en dos ocasiones y que había recidivado.
Diferenciación exacta
La utilización de la PET-FDOPA definió un área tumoral para su irradiación de cuatro centímetros, sensiblemente superior a la definida por la RM, señala Vigil. Es mucho más eficaz sumar a la RM, que sigue siendo la prueba gold estándar y que nos da información morfológica, la utilización de la PET, que aporta datos sobre la actividad tumoral, siendo más precisos en la zona a tratar, para no dejar sin irradiar células tumorales, pero preservando todo el tejido sano posible, debido a la fragilidad del tejido cerebral y los posibles efectos secundarios de los tratamientos", ha señalado López.
La utilización de la PET-FDOPA definió un área tumoral para su irradiación de cuatro centímetros, sensiblemente superior a la definida por la RM, señala Vigil. Es mucho más eficaz sumar a la RM, que sigue siendo la prueba gold estándar y que nos da información morfológica, la utilización de la PET, que aporta datos sobre la actividad tumoral, siendo más precisos en la zona a tratar, para no dejar sin irradiar células tumorales, pero preservando todo el tejido sano posible, debido a la fragilidad del tejido cerebral y los posibles efectos secundarios de los tratamientos", ha señalado López.
Según la experta, la PET-FDOPA permite diferenciar además entre zona tumoral y radionecrosis, secundaria a radioterapia a largo plazo. "Con RM no se distingue bien entre lo que es tejido muerto inducido por la radiación de tejido tumoral activo. En cambio, con la inyección del radiofármaco y la PET sí es posible", indican los profesionales.
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