Ansiedad e hiperlaxitud, un binomio evolutivo

Ha pasado de ser un mecanismo de supervivencia a un trastorno en la sociedad moderna, según Antoni Bulbena.

Miguel Ramudo. Barcelona | dmredaccion@diariomedico.com | 20/02/2017 00:00

Antoni Bulbena, director del Instituto de Neuropsiquiatria y Adicciones del Hospital del Mar, de Barcelona. (Jaume Cosialls)

La ansiedad es un trastorno mental que en España afecta a alrededor de un 20 por ciento de la población. La dificultad del paciente para encontrar palabras que definan su estado es uno de los inconvenientes que se encuentran los especialistas a la hora de diagnosticarla. Antoni Bulbena, director del Instituto de Neuropsiquiatria y Adicciones del Hospital del Mar, de Barcelona, acaba de publicar un libro sobre el tema. Ansiedad. Neuroconectividad: la Re-Evolución ofrece nuevas claves y un enfoque diferente de la enfermedad, basado en su relación con síntomas físicos.

En 1988 se publicaba en The Lancet un estudio en el que se asociaba la ansiedad con un trastorno hereditario del colágeno. La conexión entre las dos patologías es tan alta que es difícil encontrar un paciente con ansiedad que no tenga también este otro trastorno. "Es la primera vez que se descubría la relación entre un aspecto físico y uno mental. Es algo que llevamos siglos buscando y tras muchas investigaciones lo tenemos. Sabemos que las personas con este síndrome, que se llama neuroconectivo, tienen además trastornos de ansiedad. Es decir, aquellas personas con esta característica física, que se observa por ejemplo en la hiperlaxitud de las articulaciones, son más vulnerables a tener ansiedad", comenta Bulbena.

"Es la primera vez que se descubre la relación entre un aspecto físico y uno mental. Llevamos siglos buscándola y tras muchas investigaciones la tenemos”

Supervivencia
La ansiedad no siempre ha sido algo negativo. Las investigaciones realizadas han descubierto que las personas que padecen este trastorno del tejido conectivo tienen una mejor percepción del espacio y son mucho más sensibles. Lo que desde el punto de vista evolutivo supone un privilegio, con la modernización y los cambios que el ser humano ha sufrido en los últimos años, puede convertirse en un problema. "La persona con ansiedad a la vez puede tener más tendencia a la sensibilidad y el sufrimiento, pero también son unos guerreros tremendos. ¿Por qué? Porque el cerebro ansioso es un cerebro de batalla. El ansioso era aquel que estaba pendiente de todo, que se anticipa y responde a los estímulos externos. Esto, que es magnífico para luchar, luego supone un problema para saber estar en reposo".

En sus investigaciones sobre la ansiedad es importante el trabajo realizado con perros, con los que el ser humano ha coincidido evolutivamente hace 90 millones de años y que comparten esta conexión entre ansiedad e hiperlaxitud. Una característica que si fuera sólo una enfermedad ya se habría eliminado.

"Eso quiere decir que alguna ventaja debe tener este curioso binomio de ansiedad y laxitud articular o problema del colágeno. Vemos que en realidad el ser tan atento, tan anticipatorio, tan guerrero y tan capaz de afrontar riesgos de una forma mantenida en épocas que vivíamos en zonas muy peligrosas era imprescindible para la supervivencia".

Para entender mejor la pervivencia de estos mecanismos ancestrales de supervivencia, Bulbena utiliza la metáfora de un ordenador en el que se van instalando nuevas actualizaciones, pero no se desinstalan las anteriores. "A veces reaparecen síntomas o pequeños grupos de conducta que ahora no son útiles pero que en algún momento fueron muy importantes para la supervivencia".

"La persona con ansiedad a la vez puede tener más tendencia a la sensibilidad y el sufrimiento, pero también son unos guerreros tremendos”

Mejor Diagnóstico
¿Tiene alguna utilidad esta relación entre un síntoma físico y la ansiedad? La más evidente es facilitar su diagnóstico. Pero esto no es más que un primer paso hacia un modelo no tan compartimentado y que pueda poner en contacto a diferentes especialistas. "Una persona con mayor flexibilidad y ansiedad sabemos que será más sensible, que tendrá más tendencia a los vértigos o más problemas intestinales. Tenemos una mayor predicción y la persona va a estar mejor atendida. La gran ilusión que tengo al promover esto es que sea el paciente quien entienda mejor lo que le pasa. Porque tanto la ansiedad como la hiperlaxitud como muchas otras cosas son padecimientos que no tienen palabras".

En lo que se refiere al tratamiento también se sabe por ejemplo que estos pacientes responden mejor a la medicación. Pero es aún más importante comprobar cómo las terapias físicas obtienen incluso mejores resultados.

"Técnicas de relajación, técnicas de meditación, los ejercicios físicos, el cuerpo en definitiva, constituyen grandes avenidas que cuando las personas con ansiedad las toman, mejoran. El gran primer resultado de esto es que el tratamiento físico es mucho más eficaz en los ansiosos que en otras personas".