Depende de dónde vivas tendrás mayor acceso a medicamentos y ensayos clínicos oncológicos
18-09-2020
Según los resultados de estudios presentados en ESMO Virtual Congress 2020, en Europa existe gran desigualdad en el acceso a medicamentos contra el cáncer.
Esta desigualdad se produce tanto para los nuevos medicamentos en desarrollo debido al acceso desigual a los ensayos clínicos como para los medicamentos aprobados actualmente debido a las enormes disparidades en el gasto sanitario de los diferentes países.
Así, los países de Europa occidental realizan un mayor número de ensayos clínicos para nuevos tratamientos contra el cáncer en comparación con los países de Europa oriental y central. Esto provoca, por tanto, una gran desigualdad en el acceso a nuevos tratamientos en desarrollo para pacientes con cáncer dependiendo de donde vivan.
En este sentido, se ha pronunciado, Dra. Teresa Amaral, del Hospital Universitario de Tubingen (Alemania) y coautora de dicho estudio, quien ha recalcado que esta no es ninguna novedad: "Nuestro estudio nos da una prueba de lo que sospechábamos anteriormente, que existe una gran asimetría en el número de ensayos clínicos para tratamientos contra el cáncer en diferentes países". Y es que, la Dra.Teresa Amaral recuerda que "tener acceso a ensayos clínicos confiere varios beneficios a los pacientes con cáncer. Significa que potencialmente pueden acceder a terapias novedosas antes durante la fase de prueba, en lugar de tener que esperar a obtener la licencia y el reembolso". "Además, todos los participantes del ensayo se benefician del seguimiento y la supervisión regulares que implica la participación en un estudio clínico".
Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio buscaron en la base de datos Clinicaltrials.gov ensayos clínicos de intervención en adultos con tumores entre 2009 y 2019. El análisis del número de ensayos en 34 países europeos reveló enormes diferencias. Albania tuvo el número más bajo de ensayos clínicos activos para el cáncer (0,14 ensayos clínicos por 100.000 habitantes), mientras que Bélgica tuvo el número más alto (11,06 por 100.000).
Incremento de los ensayos
Otros resultados mostraron que el número total de ensayos clínicos oncológicos realizados en países europeos aumentó en un 33% entre 2010 y 2018, con un incremento mucho mayor en los ensayos de fase temprana (aumento del 61% en los ensayos de fase I-II) que los ensayos de fase tardía (crecimiento del 7% en los ensayos de fase II-III).
Según la Dra. Amaral, este crecimiento podría deberse a un cambio en el diseño de los ensayos clínicos: "Ya no hay una progresión clara de los primeros estudios en humanos a los ensayos de fase 1, fase 2 y luego ensayos de fase 3 mucho más grandes. En cambio, tendemos a tener más ensayos en fases anteriores, es decir, la fase II, que podría expandirse a fases posteriores".
El aumento en los ensayos de fase inicial fue nuevamente asimétrico y la tasa de crecimiento dependió del número inicial de ensayos. "Los países deben tener la infraestructura y la experiencia necesarias para realizar ensayos de cualquier tipo, incluidos los ensayos de fase inicial". Así, "un mayor número de ensayos de fase I es una señal de que se está llevando a cabo una investigación más activa en un país en particular, con la infraestructura adecuada y los incentivos necesarios para realizar ensayos clínicos", declaró Thomas Cerny, profesor de oncología médica en la Universidad de Berna (Suiza) y miembro de la Facultad de Principios de Ensayos Clínicos y Terapia Sistémica de la ESMO. "Y la única forma de desarrollar nuevos medicamentos contra el cáncer es poder poner a los pacientes en ensayos clínicos", añadió.
"La diferencia en el número de ensayos clínicos por habitante, con más ensayos en países más ricos, significa que el acceso a ensayos clínicos y medicamentos innovadores simplemente no es posible para los pacientes con cáncer que viven en muchos países menos ricos". Aunque el estudio es descriptivo, consideró que hizo un mejor uso de los datos disponibles para evaluar las diferencias en la disponibilidad de ensayos clínicos en diferentes países.
Cerny también recalcó que "los estudios clínicos requieren una infraestructura sólida en términos de personal y equipo, y esto depende de la situación financiera general de un país. Estos requisitos están aumentando, por lo que no es probable que la brecha en la capacidad de los ensayos clínicos se reduzca pronto".
"Aún queda mucho por hacer para incrementar el acceso a ensayos clínicos para pacientes con cáncer en diferentes países", coincidió, por su parte, Amaral. "El procedimiento de armonización voluntaria, en el que los patrocinadores de los ensayos pueden enviar la documentación del ensayo a varios países al mismo tiempo, ha simplificado el proceso y ha reducido el tiempo de aprobación de los ensayos. Pero se necesita más para aumentar el acceso a los ensayos clínicos en países donde el número de ensayos es actualmente bajo". El grupo de investigación actualmente está explorando las razones de la asimetría para informar sobre posibles soluciones.
Diez veces más
Por otra parte, un análisis de economía de la salud también presentado en ESMO 2020 mostró que los países europeos más ricos gastaron diez veces más que los países más pobres por habitante en medicamentos contra el cáncer en 2018, siguiendo un patrón similar al observado en los ensayos clínicos. "Hubo una gran diferencia en el gasto en medicamentos contra el cáncer", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Nils Wilking, del Karolinska Instituet, Estocolmo (Suecia). "Descubrimos que las desigualdades están relacionadas principalmente con la fortaleza económica de los países y no con la carga de morbilidad del cáncer".
Los investigadores calcularon el gasto sanitario específico del cáncer en 31 países (UE-27 más Islandia, Noruega, Suiza y el Reino Unido) utilizando cifras nacionales para 2018. Los resultados mostraron que los principales gastadores en medicamentos contra el cáncer fueron Austria, Alemania y Suiza (90 a 108 euros per cápita) mientras que los países que menos gastan son la República Checa, Letonia y Polonia (13 a 16 euros). Las mayores diferencias en el gasto entre países se observaron en medicamentos inmuno-oncológicos.
"Hay dos factores principales que explican las diferencias en el gasto en medicamentos contra el cáncer: uno es la escasez de dinero y el otro es que los medicamentos no están aprobados para su uso por algunos sistemas de salud", sugirió Wilking. Señaló que, aunque el estudio no consideró datos a nivel de pacientes individuales, la diferencia observada en el acceso a los medicamentos contra el cáncer afectaría los resultados de los pacientes.
Cerny comentó, además, que "es difícil evaluar los costos reales en cualquier país porque los sistemas varían en diferentes países y hay muchos costos ocultos que no se reflejan en las bases de datos utilizadas. Pero el estudio básicamente muestra que cuanto más gasta un país, más acceso tienen sus habitantes a los medicamentos contra el cáncer".
Al considerar cómo ampliar el acceso a los medicamentos contra el cáncer, Wilking sugirió: "Necesitamos un modelo en el que incentivemos la innovación de medicamentos valiosos a través de modelos de pago basados en resultados y consideremos un área de enfermedad y lo que una sociedad puede pagar por el tratamiento". Finalmente, el investigador concluyó que "el trabajo de las organizaciones de evaluación de tecnologías sanitarias ha sido importante y siempre se debe aplicar un escrutinio crítico y una evaluación de los nuevos medicamentos".
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