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LOS MARCADORES AYUDARÁN A ESTABLECER MEJOR LOS TRATAMIENTOS
La epigenética toma fuerza en las enfermedades autoinmunes
Los marcadores epigenéticos en lupus y artritis reumatoide pueden augurar qué tratamientos pueden ser más adecuados para cada paciente. Según Esteban Ballester, del Idibell, en Barcelona, dicha disciplina puede dirigir las terapias individualizadas en dichas patologías.


Alejandro Segalás. Salamanca - Miércoles, 20 de Abril de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


"La medicina personalizada en enfermedades autoinmunes debe incidir en la investigación de marcadores epigenéticos", según ha explicado a Diario Médico Esteban Ballestar, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) de Barcelona, con motivo de una reunión sobre medicina personalizada que se ha celebrado en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.

Los marcadores de alteración epigenética que trata de identificar el equipo de investigación catalán permitirán también distinguir entre individuos con buena o mala respuesta a determinados tratamientos. De este modo, ante un mismo fármaco frente a lupus y artritis reumatoide es posible que dos pacientes no respondan de la misma manera, debido a que tienen una epigenética distinta. Así que estas investigaciones permiten dar un paso más en medicina personalizada en colaboración con otros especialistas. Se trata de "predecir qué individuos responderán bien o mal de acuerdo con las alteraciones epigenéticas que detectemos", ha recalcado Esteban Ballestar en Salamanca.

Se trata de predecir qué individuos responderán bien o mal de acuerdo con las alteraciones epigenéticas que se detecten

Para el investigador, la epigenética tiene cada vez mayor relevancia. Dicha disciplina estudia los cambios que se producen en la función de los genes sin que se altere el ADN, de manera que pone de manifiesto que los aspectos ambientales influyen en el desarrollo de enfermedades y, por lo tanto, no todo depende de la genética.

Ballestar ha insistido en que la medicina personalizada es una de las líneas que actualmente más interés despierta entre especialistas de la reumatología y la inmunología.

Hay muchos laboratorios trabajando en epigenética, pero el campo de la autoinmunidad no está muy explorado desde este punto de vista

Líneas futuras

"Hay muchos laboratorios trabajando en epigenética, pero el campo de la autoinmunidad no está muy explorado desde este punto de vista", ha explicado el experto. Sin embargo, se trata de una línea de investigación importante, "porque se sabe que hay unos determinantes epigenéticos muy importantes en el desarrollo de estas enfermedades y que acoplan el efecto medioambiental que se ha reconocido durante muchos años".

Las líneas de trabajo del laboratorio de Esteban Ballestar se habían centrado en los últimos años en el estudio de la epigenética en cáncer, pero la orientación investigadora ha sufrido un cambio de rumbo hacia el estudio de otras patologías como la artritis reumatoide y el lupus.

La elección de la primera patología se debe a que es de las más frecuentes dentro de su ámbito, mientras que la segunda, según Ballester, "representa la enfermedad autoinmune sistémica arquetípica", por lo que los avances que en ella se consigan se podrían extrapolar a otras patologías autoinmunes que tienen similares síntomas.

El laboratorio de Ballestar trabaja en lupus a partir de un trabajo que realizaron en gemelos monocigóticos que son discordantes para la enfermedad; es decir, que son genéticamente idénticos, pero uno de ellos desarrolla la enfermedad autoinmune y el otro está sano.

Ballestar ha asegurado que es un modelo que descarta el componente genético, pero la realidad es que el caso de los gemelos es una excepción; de este modo, están estudiando pacientes con lupus para ver cómo su epigenética cambia en distintos tipos de células como linfocitos B o linfocitos T, que son las células responsables de la inmunidad.

Otros molelos

El equipo catalán está incidiendo además en modelos más sencillos para ver qué mecanismos participan en los cambios no genéticos.

El científico también ha apuntado que la desregulación epigenética puede ocurrir en dos niveles: en primer lugar, en el genético, la pérdida o el beneficio del factor nuclear pueden causar la desregulación epigenética en una amplia escala, dado que muchos factores de transcripción funcionan en la coordinación cercana con la maquinaria de modificación epigenética.

Mientras que por otro lado, los factores exógenos diferenciados tienen una influencia directa sobre el perfil epigenético de células por una variedad de mecanismos.
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