jueves, 11 de agosto de 2011
Manejando el estrés traumático después de los tornados
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Los efectos de los recientes tornados pueden ser duraderos y el trauma que resulta puede repercutir aún en aquellos que no han sido directamente afectados por el desastre.
Es común que las personas que han experimentado situaciones traumáticas tengan reacciones emocionales fuertes. Comprender las respuestas normales a estos eventos anormales, puede ayudarles a confrontar efectivamente sus sentimientos, pensamientos, y comportamiento, y ayudarle en el camino de la recuperación.
¿Cómo puedo ayudarme a mi mismo y a mi familia?
Muchas personas ya posean la habilidad y la resiliencia para recuperarse solas. Hay una serie de pasos que usted puede tomar para ayudarle a restaurar su salud emocional y su sentido de control luego de un desastre natural, incluyendo lo siguiente:
* Dé a usted mismo tiempo para sanar. Anticipe que esto será un tiempo difícil en su vida. Permítase sentirse triste por las pérdidas que ha experimentado. Trate de ser paciente con los cambios en su estado emocional.
* Busque apoyo de personas que se interesan por su bienestar que le escucharán y sentirán empatía por su situación. Pero recuerde que su sistema de apoyo se puede debilitar si aquellos cercanos a usted también han experimentado o han sido testigos del trauma.
* Comunique su experiencia en la forma que le sea más cómoda, puede ser hablando con su familia o amistades cercanas o llevando un diario.
* Busque grupos de apoyo locales que muchas veces están disponibles para aquellos que han sufrido desastres naturales. Estos pueden ser de mucha ayuda sobre todo para aquellos con sistemas personales de apoyo limitados.
* Trate de buscar grupos dirigidos por profesionales o personal debidamente adiestrado como psicólogos. Las discusiones en grupo pueden ayudar a las personas a realizar que otros individuos en las mismas circunstancias muchas veces tienen las mismas reacciones y emociones.
* Involúcrese en conductas saludables para mejorar su habilidad de manejo de exceso de estrés. Ingiera comidas bien balanceadas y descanse suficiente. Si usted experimenta dificultad para dormir, puede practicar técnicas de relajación. Evite las drogas y el alcohol porque pueden suprimir sus emociones en vez de ayudarle manejarlas y disminuir su angustia. Además, las drogas y alcohol pueden intensificar su dolor emocional y físico.
* Establezca rutinas como comer a horas regulares y siga un programa de ejercicios. Esto puede ser aun más importante cuando las rutinas normales de la vida diaria han sido interrumpidas. Aunque se encuentre en un refugio sin poder volver a su casa, establezca rutinas que sean reconfortantes. Descanse de las demandas del diario vivir practicando pasatiempos y otras actividades de disfrute.
* Evite tomar decisiones importantes como cambios de trabajo o carrera si es posible pues estas actividades suelen ser estresantes.
¿Cuándo debo buscar ayuda profesional?
Algunas personas son capaces de lidiar efectivamente con las demandas físicas y emocionales que trae un desastre natural, usando sus propios sistemas de apoyo. No es inusual, sin embargo, encontrar que los problemas serios persisten y continúan interfiriendo con la vida diaria. Por ejemplo, algunos se pueden sentir agobiados por el nerviosismo o una tristeza que les embarga y afecta adversamente el desempeño laboral y las relaciones interpersonales.
Los individuos que sufren reacciones prolongadas y estas interrumpen su funcionamiento diario, deben consultar a un profesional de la salud adiestrado y con experiencia. Los psicólogos y otros proveedores de salud mental pueden educar a las personas acerca de las respuestas normales al estrés extremo. Estos profesionales trabajan con individuos afectados por traumas para ayudarles a encontrar formas constructivas de manejar el impacto emocional.
Con los niños, las explosiones emocionales continuas y agresivas, los problemas en la escuela, la preocupación con el evento traumático, el separarse y enajenarse, y otros signos de ansiedad extrema o dificultades emocionales, apuntan a la necesidad de ayuda profesional. Un profesional de la salud mental cualificado, como es un psicólogo, puede ayudar a estos niños/as y a sus padres comprender y manejar estos sentimientos, pensamientos y conductas resultantes luego del trauma.
Gracias a la ayuda de: Rosalind Dorlen, PsyD; Richard A. Heaps, Ph.D., ABPP; Rosemary Schwartzbard, Ph.D, and Suzan M. Stafford, EdD.
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