martes, 17 de enero de 2012

Mayor supervivencia del riñón de donante vivo - DiarioMedico.com

FRENTE AL DE CADÁVER, EMPIEZA A SER FRECUENTE

Mayor supervivencia del riñón de donante vivo

Mikel Prieto, investigador español que dirige la labor trasplantadora de la Clínica Mayo de Rochester, en Estados Unidos, sigue alabando las ventajas de la donación renal de vivo frente a la clásica de cadáver.
Iñaki Revuelta. Bilbao   |  12/01/2012 00:00

Mikel Prieto, investigador español afincado en la Clínica Mayo de Rochester, en Estados Unidos.
Mikel Prieto, investigador español afincado en la Clínica Mayo de Rochester, en Estados Unidos. (DM)

Los trasplantes de riñón de vivo ofrecen unas ventajas que serían difíciles de obtener con un órgano similar procedente de un cadáver, ya que este órgano se adapta mejor al nuevo organismo y tiene una duración de unos 23 años más o menos, mientras que el que proviene de donante de cadáver tiene una media de supervivencia funcional de unos nueve años, ha puesto de manifiesto Mikel Prieto, jefe de la División de Trasplantes de Riñón y Páncreas en la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota (Estados Unidos), durante una conferencia celebrada en Bilbao en el Paraninfo de la Universidad del País Vasco con el nombre Incrementando las posibilidades del trasplante de donante vivo: La experiencia en trasplante cruzado en la Clínica Mayo. Donostiarra de nacimiento, Prieto cursó Medicina en el País Vasco, pero se ha formado en universidades y clínicas de Gran Bretaña y Estados Unidos.

Este especialista, que realizó la primera nefrectomía laparoscópica de donante vivo de la Clínica Mayo de Rochester, ha explicado durante su intervención en la conferencia que en el centro estadounidense insisten "en el trasplante renal de donante vivo, que es diferente de lo que se hace en Europa", si bien España se beneficia de una espléndida tasa de donaciones. Las razones de este especial hincapié son claras: el paciente no tiene que esperar a recibir el trasplante, que además es un órgano de gran calidad, y hace que el beneficiario tenga una recuperación muy rápida.
  • La supervivencia funcional de un riñón procedente de donante vivo es de unos 23 años, mientras que el de cadáver se sitúa en torno a los 10
Cuestión de tiempo

A este respecto, el experto considera que un riñón de cadáver es un órgano que "procede de una persona que está enferma, por lo que hay un trauma fisiológico importante que repercute en el funcionamiento y calidad del órgano".

"El trasplante de donante vivo en tres minutos está produciendo orina. El de cadáver es un riñón que a veces tarda horas o días en estar funcionante. La cuestión es que damos un riñón ahora y además te damos un riñón muy bueno".
  • En España se empiezan a invertir las tendencias trasplantadoras debido a que actualmente se ha reducido la cifra de donaciones de personas fallecidas
De esta forma, Prieto ha indicado que "para poder tener un riñón de cadáver es necesario esperar unos años en diálisis y el riñón que te toca es ¡en cierto modo una pequeña lotería. Puede ser que ande bien o que no. La supervivencia media de un injerto es muy diferente de uno vivo a uno de cadáver. El donante vivo tiene una duración de unos 23 años más o menos, mientras que el de donante de cadáver es de unos nueve años".
Asimismo, el cirujano ha puesto de manifiesto que el hecho de que la técnica de los trasplantes vivos no se haga con frecuencia en España "no es, desde luego, por falta de generosidad, ya que ha quedado bien claro que el trasplante de cadáver ha funcionado muy bien y ha sido pionero mundialmente".

Implicación mayoritaria

A su juicio, es posible que tampoco se ha llevado a cabo de forma más rutinaria porque en el pasado había muchos órganos de personas fallecidas y no había necesidad de acudir a donantes vivos.

"A los médicos también les daba cierto resquemor operar a una persona sana. Sin embargo, creo que actualmente los profesionales implicados en la donación y el trasplante se están dando cuenta de que este tipo de injertos son muy importantes para solucionar muchos problemas, entre ellos los de la insuficiencia renal".

En este sentido, ha destacado que en España no existía la necesidad de llevar a cabo trasplantes de donantes vivos porque las listas de espera eran bajas; "sin embargo, ahora la cifra se ha empezado a invertir debido a la menor siniestralidad del accidente de tráfico. Hay menos donantes jóvenes que antes. Ahora sucede que los órganos que se pasan son de personas mayores y proceden, por tanto, de personas que presentan unos problemas médicos más agudos y obviamente la calidad del órgano suele ser menor".

Actualmente, en España hay una tendencia a incrementar el trasplante vivo, debido a la reducción del número de trasplantes de fallecidos que se obtienen. "Estamos hablando de una técnica quirúrgica y hay que concienciar que el trasplante de donante vivo es muy importante", ha apuntado el especialista.

En el terreno asistencial, Prieto también ha detallado que la gran mayoría de los pacientes a los que se atiende en el centro estadounidense "no pasan por lista de espera porque vienen con donante o con familiares que les pueden donar. Por ello, una vez realizadas las pruebas oportunas, no hay necesidad de ponerles en lista de espera".


Buena experiencia

La Clínica Mayo se compone de tres hospitales. El principal es el de Minnesota, pero hay otros más pequeños en Arizona y en Florida. En el de Minnesota, donde realiza su labor investigadora y asistencia Mikel Prieto, se realizan unos 200 trasplantes de riñón al año, de los cuales el 85 por ciento proceden de donante vivo.
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