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Lluís Fuentemilla
Lluís Fuentemilla, del grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Idibell-UB. (Rafa M. Marin)

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el estudio se se ha publicado en 'current biology'
La memoria de trabajo se basa en la repetición de los datos
Un estudio coordinado por Lluís Fuentemilla, del Grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y la Universidad de Barcelona (UB), ha demostrado que la memoria de trabajo se basa en ciclos de reactivación de información.

Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 9 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Los investigadores han desarrollado un método para descodificar los patrones de la actividad magnética neuronal que ocurre cuando se piensa en algo concreto

La memoria de trabajo se basa en la repetición de ciclos de reactivación de la información durante un lapso corto de tiempo, según han demostrado los resultados de un estudio coordinado por Lluís Fuentemilla, del Grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y de la Universidad de Barcelona (UB).

El trabajo, que se publica en la edición electrónica de Current Biology, confirma, por primera vez en humanos, la existencia de patrones de oscilación cíclicos y coordinados que ocurren cuando se retiene información nueva durante un periodo breve de tiempo.Los investigadores han recogido datos de ocho participantes y han analizado lo que ocurre durante este lapso en el cerebro por medio de técnicas de magnetoencefalografía, que permiten realizar un registro de la actividad neuronal.

Descodificación
Uno de los aspectos más novedosos de este trabajo es que los investigadores han desarrollado un novedoso método de análisis para descodificar la información sobre la actividad cerebral que ocurre cuando se piensa en algo concreto y se mantiene en la memoria de trabajo, milisegundo a milisegundo.

Esta tecnología permite detectar un determinado patrón de actividad magnética asociado a los objetos que pertenecen a una categoría concreta. Por ejemplo, ayuda a distinguir los patrones de actividad cerebral que ocurren cuando se observa una silla de los que se generan cuando se mira el atardecer en la playa.

Fuentemilla ha explicado a Diario Médico que para realizar este experimento se han determinado cuatro categorías que clasifican las imágenes, principalmente en "interiores" y "exteriores", aunque las posibilidades para categorizarlas son mucho más amplias y "aún se desconocen los límites".

Oscilaciones theta
Una de las principales conclusiones de esta investigación es que unas oscilaciones cerebrales rítmicas que se producen a una frecuencia de entre 4 y 8 hertzios, denominadas theta, son las responsables de coordinar la repetición de las unidades de información que se almacenan momentáneamente durante la memoria de trabajo.

Aún resulta un enigma para la ciencia el límite de este tipo de memoria, así como la cantidad de unidades de información que se pueden retener durante este proceso, aunque los estudios más recientes sugieren que es menos de lo que se pensaba hace más de una década.